Las mujeres necesitamos espacios para compartir aprendizajes: cooperativista de Pascual
Pilar Sánchez ha sido la primera mujer en alcanzar el cargo más alto en la cooperativa.
María del Pilar Sánchez Manjarrez, jefa de familia, madre de Diana de 21 años, fue la primera mujer en ocupar la Presidencia del Consejo de Vigilancia de la Cooperativa Pascual. A los seis meses en el cargo se detectó en México el primer caso de Covid-19; se asomaba una crisis sanitaria y económica.
Fue una etapa muy difícil, recuerda Pilar. “Nos tocó a ocho mujeres colaborar y tomar decisiones para que la cooperativa no fuera tan golpeada por la pandemia”.
Este momento crucial coincidió con otro hecho dentro de la cooperativa: por primera vez en su historia, había paridad de género en los puestos de dirección.
Compartir experiencias entre mujeres
En agosto
del 2021, Pilar concluyó su etapa en la presidencia en Vigilancia y
regresó a su puesto de Ejecutiva de Marca en el área. Desde ahí
reflexiona sobre la necesidad de crear espacios de diálogo entre las
mujeres para compartir experiencias y generar un aprendizaje mutuo.
Durante el primer año de la pandemia, y sin vacuna de por medio, la cooperativa dirigida por 16 mujeres y hombres compartieron la responsabilidad para mantener a flote a la refresquera.
“No hubo espacio para el ensayo, había que tomar decisiones. En Vigilancia revisamos los acuerdos del Consejo de Administración y les dimos seguimiento para administrar mejor los recursos”, dice Pilar.
Además de no cerrar las plantas, proteger al personal y enviar a sus casas a las personas vulnerables, nació la estrategia “Los Guerreros de Pascual”. Así llamaron a los mil 400 vendedores que en sus camiones mantuvieron a diario la venta del producto en las calles y en los locales que encontraban abiertos.
Ahora Pilar se siente orgullosa de que esas medidas “han permitido la recuperación que vive actualmente nuestra cooperativa”.
La memoria en Pascual
El ejemplo del Comité de
Lucha de Mujeres, formado por esposas, madres y hermanas de los obreros
de Pascual que surgió en octubre de 1982, lo tiene Pilar presente.
“Cuando ingresé a la cooperativa y supe de la historia del Comité de Mujeres que se formó durante la lucha de Pascual, me quedé sorprendida. Fue de mucha fuerza, de mucha paciencia. Ellas nunca dieron un paso atrás. Son un ejemplo a seguir”.
De ese recuerdo hila la importancia de promover los derechos de las mujeres en todos los ámbitos, que se escuchen sus voces y así contribuir para construir una mejor sociedad.
Ala fecha la cooperativa tiene una membresía de 855 personas, de las cuales 15% son mujeres. Y Pilar las llama a trabajar unidas “para abrirnos más oportunidades y ser un ejemplo de trabajo”.
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