Que no quede huella de los fraudes en 2006 y 2012 (los Nerones y Nazis del IFE)
Ahora
que la tecnología permite obtener en discos la fotografía de los votos,
han decidido incinerar las boletas del año 2006 y 2012 para que no
quede huella de las trampas para elegir a Calderón y Peña
Cuenta la leyenda que el matricida y déspota emperador Nerón, creyéndose virtuoso del arpa, la estuvo pulsando inspirado durante el incendio que mandó prender en un barrio de cristianos. En la Inquisición quemaban sobre todo a mujeres (la Iglesia Católica nunca ha dejado de ser machista), que supuestamente tenían trato con el ángel caído, alias don Diablo.
Los nazis quemaron libros, especialmente de escritores judíos y los que el Nerón alemán consideraba enemigos de su régimen. Ahora se agrega la orden de la mayoría del IFE y su efímeramente célebre presidente Leonardo Valdés Zurita, quien ya entregó su currículum a Peña, porque aspira a ser ministro de la Suprema Corte o magistrado en el TRIFE; al fin y al cabo que tiene experiencia para justificar fraudes electorales; y con su vocecita de mosquita muerta y la publicación de sus explicaciones no pedidas (que le escriben, para aparentar ser analista sesudo), suelta peroratas que aplauden sus incondicionales en un IFE que ya es caja de resonancia al servicio del partido en el poder: sea el PAN o el PRI.
Ahora que la tecnología permite obtener en discos la fotografía de los votos, han decidido incinerar las boletas del año 2006 y 2012 para que no quede huella de las trampas para “elegir” a Calderón y Peña; porque dicen gastar mucho donde se almacenan y mejor quieren ese dinero como botín para repartirlo entre los que antes fueron pillados en una corrupción semejante. Los integrantes del TRIFE y del IFE, son una cuadrilla de funcionarios parciales y tapaderas de procesos para hacer triunfar a quien les conviene, saboteando nuestra elemental democracia y burlando el poder del pueblo.
En noviembre próximo harán las piras con las boletas. El Nerón Valdés y su séquito, que ganan millonadas en sueldos y prestaciones, con su arpa presenciarán el incendio. No hay poder humano que lo impida. Desde que nació el IFE en 1990, se ha puesto a los pies del partido en el poder. Del partido único pasamos al partido casi único y luego al IFE único avalado por el TRIFE único; para decidir con fraudes y trampas, quiénes ganan la elección. Y son únicos porque no hay instancia para apelar, ya que hasta la Suprema Corte que acumuló a sus facultades la de Tribunal Constitucional, los avala.
En una caricatura del periodista Rafael Barajas Durán: El Fisgón, pone a Leonardo Valdés con un tambo de gasolina y atrás de él los montones de boletas declarando: “Estamos evaluando si de una vez quemamos las boletas del 2018 y damos por buena la elección” (La Jornada: 5/X/12) no es una burla, pues el IFE y el TRIFE sobran para contar los sufragios y calificar el resultado. La mayoría de sus Consejeros y Magistrados cobran por hacer nada para gobernar en beneficio del pueblo, según establece la Constitución. Ésta ya es solamente un papel con 136 artículos, ya que hasta los peñistas le sacan la vuelta para privatizar Pemex, Ebrard para cobrar por circular en sus “segundos pisos”, etc. Los Nerones del IFE y el TRIFE, presenciarán la incineración de las boletas. Que no quede huella. Pero queda la historia.
Álvaro Cepeda - Opinión EMET
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