Humberto Benítez Treviño fue omiso frente a los cobros excesivos de CFE

• El funcionario sólo estaba para atender asuntos familiares, pero no apoyó a los miles de ciudadanos que promovieron quejas en contra de la CFE
• El diputado Alejandro Ojeda declaró que cobros que van desde los tres mil a los 15 mil o más, ponen en riesgo el bienestar la economía familiar

Radio AMLO 
 
El procurador federal del Consumidor, Humberto Benítez Treviño, fue omiso en la atención de las miles de quejas promovidas en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como a los planteamientos hechos por la Asamblea Legislativa, para revisar los cobros excesivos por el consumo de energía eléctrica, así lo expresó el diputado Alejandro Ojeda Anguiano, del Grupo Parlamentario del PRD.

El también presidente de la Comisión Especial Sobre el Suministro y Cobro de Energía Eléctrica, demandó a la CFE una explicación técnica y apegada al consumo doméstico real promedio, y que no se le diga al quejoso que simplemente tiene que pagar.

La ALDF no es una oficina de quejas, comentó el legislador perredista, pero nos hemos dado a esa tarea desde la Legislatura pasada, porque ni en la CFE ni en la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) han dado una respuesta satisfactoria a los quejosos sobre los cobros excesivos de energía eléctrica.

Este Órgano Legislativo tuvo que crear una comisión y promover una mesa de trabajo para hacer el trabajo de la PROFECO.

“El colmo –dijo—es que los usuarios no recibieron ni siquiera una atención de parte de los funcionarios de ambas dependencias, sino que simplemente les dicen que tienen que pagar y ya después averiguarán”.

El perredista consideró sumamente grave que mientras clausuran o suspenden de inmediato la actividad de restaurantes a petición de la hija del procurador, Benítez Treviño, en un claro abuso de influencias, con casos promovidos desde hace tres años, no hayan resuelto ninguna acción para atender las quejas de miles de usuarios que de pronto se ven abrumados por un cobro “estimado” que sólo está al arbitrio de la CFE.

Subrayó que los montos van desde tres mil, cuatro mil, 10 mil, 15 mil y más, por un supuesto ajuste definido por una presunta estimación de la CFE, lo que va en detrimento de la economía familiar o la quiebra de pequeños establecimientos mercantiles.

“Estamos hablando de pequeñas misceláneas cuyos dueños mantienen una economía de sobrevivencia y de pronto les llegan recibos con cantidades estratosféricas, sin que haya una explicación de por medio”, indicó el legislador.

Alejandro Ojeda dijo que estos casos se dispararon en la Ciudad de México a partir de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, y desde el momento en que CFE asumió la responsabilidad de suministrar la energía eléctrica a los habitantes de la Ciudad de México.

Lo más grave, insistió, es que cuando se presenta el quejoso ante la PROFECO, tampoco les resuelven nada, le dan vueltas al asunto porque esa dependencia desde hace mucho tiempo se ha convertido en un elefante blanco, toda vez que simple y llanamente no cumple con la terea de proteger la economía familiar de los mexicanos.

Declaró que tal es la omisión o desinterés de la PROFECO por atender estos casos, que a pesar de que desde el pasado 18 de abril se solicitó información sobre el estado que guardan dichas quejas, la dependencia simplemente ha hizo oídos sordos y hasta la fecha no ha dado ninguna respuesta, subrayó.

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