Polémica en Portugal tras el anuncio del cierre de más de 300 escuelas públicas

El anuncio del Gobierno portugués de que prevé cerrar el próximo año más de 300 escuelas públicas en diferentes puntos del país, cuyos alumnos serán redirigidos a otros colegios, ha reavivado los roces del Ejecutivo con el sector.

Los centros donde se dejará de impartir clase son todos de primer ciclo de la enseñanza básica, aunque por el momento se desconoce cuáles serán exactamente los afectados.
Precisamente esa falta de información fue censurada este domingo tanto por partidos políticos de izquierda como por asociaciones de padres y madres, que reclamaron que sea revelada la lista completa de escuelas que cerrarán el próximo curso escolar.
“El Gobierno está escondiendo cuáles son los colegios que quiere cerrar”, lamentó el líder del Partido Comunista (cuarta fuerza más votada del país), Jerónimo de Sousa, quien recordó que también se han clausurado durante los últimos años tribunales y centros sanitarios, sobre todo en pequeños municipios.
Los planes del Gobierno luso, de signo conservador, forman parte de su estrategia de “racionalización” de la red nacional de colegios, con el objetivo de suprimir aquellos que cuentan con menos alumnos. Sin embargo, la oposición de izquierdas censura estas medidas, por considerar que contribuyen a despoblar el interior del país.
La reorganización del mapa educativo portugués formaba parte de la lista de recortes sociales aplicados por el Ejecutivo a instancias de la Troika, conformada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
LibreRed / EFE 

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