Grecia dice no

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The Independent, Reuters, Ap, Afp y Dpa
 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de julio de 2015, p. 2
Atenas.
Grecia rechazó ayer nuevos planes de austeridad y tasas más elevadas de impuestos que exigían sus acreedores –la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–, en un referendo en el que 61.31 por ciento de los electores votó por el no, contra 38.69 por el .
Miles de griegos acudieron anoche a la plaza Syntagma, frente a la sede del Parlamento, a celebrar con abrazos, felicitaciones y música los reportes que dieron al no por ganador, en un hecho que fue calificado de histórico y que desató el jubilo en toda Grecia.
Los resultados oficiales del Ministerio del Interior confirmaron la validez legal del resultado. Un total de 6.16 millones de griegos votaron en el referendo, 62.5 por ciento del electorado. Se necesitaba de una participación mínima de 40 por ciento para ser considerado válido.
En el referendo no hay vencedores ni vencidos, es una victoria en sí misma, dijo el primer ministro, Alexis Tsipras, en un mensaje difundido por la televisión local, después de confirmarse que los votantes dijeron no al mantenimiento de las condiciones recesivas de la economía, que desde hace un lustro fueron establecidas por un gobierno conservador, derrotado en enero pasado por la Coalición de Izquierda Radical, Syriza por su acrónimo en griego.
Tsipras, quien hizo campaña por el rechazo al acuerdo con los acreedores, dijo que el resultado de la consulta popular no es una ruptura con Europa, sino un mandato para fortalecer nuestra posición de negociación para buscar una solución viable, con una restructuración de la deuda y reformas creíbles y socialmente justas.
Los griegos, agregó el jefe de gobierno, quien ha estado al frente de las conversaciones con los acreedores desde los primeros días de febrero, optaron por una Europa de solidaridad y democracia, en aparente respuesta a gobernantes y políticos de Alemania y Francia que han propuesto la salida de Grecia de la zona de circulación del euro, compuesta por 19 países (lo que no incluye a todos los 28 miembros de la UE).
El primer ministro griego convocó el 27 de junio a un referendo de urgencia, después de concluir una ronda de negociaciones en las que los acreedores insistieron en que Grecia conservara un programa de gobierno austero con más cargas tributarias, lo que Tsipras calificó de humillación y ultimátum a este país balcánico. La democracia no será chantajeada, aseveró.
A su vez, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, quien ha estado también en la mesa de conversaciones en Bruselas, afirmó que “a partir de este lunes, con este valiente no que el pueblo griego nos ha dado, extenderemos una mano cooperativa a nuestros acreedores”.
La votación superó por mucho las encuestas de opinión que pronosticaron un virtual empate entre el y el no a una sola pregunta escrita en la papeleta, que decía: “¿Debe aceptarse el plan de acuerdo enviado el 25 de junio de 2015 por la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE), el BCE y el FMI al Eurogrupo, que contiene dos partes que abarcan su propuesta conjunta? El primer documento se titula Reformas para la terminación del programa actual y más allá, y el segundo, Análisis preliminar de sostenibilidad de deuda’’.
Además de celebrar en la plaza Syntagma, escenario este año de numerosas manifestaciones contra los acreedores, un sector de izquierda radical agrupada en la organización Antarsya festejó frente a la Universidad de Grecia, y otro grupo reivindicó la victoria del no como una continuación de las votaciones que en 1940 acabaron con la dictadura y en 1974 abolieron la monarquía.
En la plaza Syntagma, donde se concentraron los militantes y simpatizantes de Syriza, la gente llegó coreando Oxi, que significa no en griego.
Esto es una victoria del pueblo griego y una oportunidad para que Europa, España y Portugal sigan el mismo camino, dijo un joven de 25 años llamado Yorgos. Estamos por una Europa de los pueblos y no del capital. Una Europa para la gente sencilla, agregó.
Habíamos perdido la esperanza de tener una familia y un trabajo. Esto es el comienzo de la esperanza, dijo a su vez María, de unos 40 años, envuelta en una bandera griega.
Entre la muchedumbre apareció el ministro del Interior, Nicos Voutsis, quien sostuvo que nos habían dicho que se había acabado el juego, pero en realidad ahora es cuando empieza en toda Europa.
En la sede del partido Nueva Democracia, que negoció en 2010 el anterior acuerdo crediticio con los acreedores por 240 mil millones de euros, el ex primer ministro Antonis Samaras anunció su renuncia a la dirección de la organización, que hizo campaña por el .
Para el gobierno griego, la prioridad es ahora reabrir los bancos y reanudar las actividades en la bolsa de valores, paralizadas el lunes pasado, tres días después de que Tsipras convocó al referendo.
Además de cerrar sucursales, los bancos impusieron un límite de extracción de 60 euros en los cajeros automáticos, lo que provocó largas filas de usuarios la semana pasada.
La situación se tensó aún más después de que el lunes pasado Grecia anunció la moratoria de pagos porque no contaba para liquidar mil 550 millones de euros que debía abonar el 30 de junio, de acuerdo con un cronograma de pagos.
En medio de esta crisis de media década, el producto interno bruto de Grecia cayó 25 por ciento y el desempleo ha registrado un récord histórico. Según un reciente informe del FMI, el pasí requiere de 50 mil millones de dólares para estabilizar sus finanzas en los próximos tres años.

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