Añoranzas. Traspiés o definición, da Pena.

Añoranzas.
Traspiés o definición, da Pena.
Víctor Sánchez.

En cualquier sociedad o, mejor dicho, en cualquier grupo humano su avance, su desarrollo como expresión humana se alcanza, se impulsa a partir de sus procesos democráticos. De la presencia de oposiciones y contradicciones. Así como la esencia de los hombres es su ser social, ser gregario, ser parte de la sociedad pues sin ella no podría existir –todas sus formas se resuelven en esas relaciones-; asimismo, las contradicciones o sus oposiciones le permiten apuntalar, consolidar, fortalecer su desarrollo, su trayectoria histórica. La democracia es ante todo crítica. Presencia de oposiciones. De ello se deriva la cohesión.

Por ello, los acontecimientos presentes en estos tiempos más lo que se conmemora este dos de octubre muestran esas formas o, en su caso, las definiciones de la sociedad donde vivimos. Para todos resulta, supongo, que nuestra sociedad tiene forma capitalista en su expresión neoliberal. Destruye al Estado de Bienestar creado el siglo pasado pues permitía una acumulación capitalista con beneficios sociales a la mayoría de la fuerza de trabajo. La actual etapa define como su esencia con la entrega de las instituciones sociales al mercado de la oferta y la demanda, en el cual la competencia entre capitalista disputará su forma de ofrecer al consumo –como venta-, lo antes otorgado como costo de la sociedad: la educación, la jubilación, la permanencia vitalicia en la labor, la seguridad social y de la salud. Todo lo social volcado al mercado como mercancía. 

Todos los resquicios de política pública o de institución social y empresa estatal trastocadas, conversas mercancías. Cada uno de los individuos tendrá que comprar lo antes considerado función del Estado, función social. Quien no tenga dinero –el dios pleno del mercado capitalista-, no podrá comprar jubilación vitalicia, hospitalización o escolaridad. Ya ni que decir de su comida, su vestido o su techo para vivir en forma digna. Los derechos sociales, los derechos universales de los hombres han sido quebrados, quebrantados por esta forma de acumulación mundial neoliberal. 

La etapa neoliberal como acumulación de capital, somete al trabajo a la extrema explotación, sobre explota como nunca antes; a todos los trabajos en todas las áreas, del campo, de servicios, de las industrias, de cultura contra el pueblo en general, pues son los trabajadores del país. La burguesía unida como clase ha logrado un ataque hegemónico imponiendo o permeando la división de su contraparte, para aislarle. Cuando técnicamente los seres humanos, los pueblos trabajadores, podrían comer y vivir dignamente hasta su muerte natural –vivir su vida digna-, los neoliberales han generado la mayor pobreza mundial, extrema pobreza le llaman. Cuando se tiene la mayor probabilidad de vida, pudiendo vivirla solaz y tranquilidad, a los viejitos se les obliga a continuar trabajando, con el único fin de explotar al máximo su fuerza o, en su caso, evitar pagarles sus fondos de retiro o jubilación: morirán quizá con gozar sólo 5 años lo que antes era un derecho de vida digna. Serán sobre explotados toda la vida. Les exprimen hasta el último suspiro de vida.

Nuestro gobierno actual, neoliberal da Pena. Tres asuntos recientes lo muestran en su proceder político. Lo niegan, pues es también su esencia, doble discurso. El primero de ellos, acabar la corrupción. Promueven el ataque a la corrupción, desde 1984 como renovación moral dijo De la Madrid, pero ella subsiste como parte –insisto- substancial a su política; gobiernos y corrupción son una y la misma cosaHace unos días, hicieron una reunión en fabuloso “set” televisivo con las cámaras dispuestas a tono y con las presencias necesarias, los gabinetes todos para su beneplácito, regocijo y reproducción: en cada nivel, con sus propias formas discursivas. Siguiendo ejemplo del director por excelenciaCon esa escenografía propicia y los guiones apropiados, apareció el granito en el arroz, al que se procuró minimizar pues los logros serán tan fabulosos como el “set”, el escenario.

Los hablantes después de él, lo citaron alegando que no tendría razón siendo sinrazón sus dichos. Se evita la corrupción mostrando, como diría Felipe El Pequeño, las manos limpias; en todos los órdenes y niveles, el gobierno debe ser transparente en sus actividades en sus acciones. La revolución moral en el gobierno, permite la transparencia necesaria para que sus gobernados estén tranquilos pues sus impuestos están a la vista. De estas cuestiones trató la reunión en presidencia. El Ejecutivo sin Pena, lo expresó con claridad:

La “…representación de la sociedad civil, en la voz de Mauricio Merino, que ha expuesto aquí con toda claridad el interés, empeño y deseo porque, realmente, lo que aún falta por lograr en la creación de nuevos ordenamientos jurídicos nos permita, realmente, consolidar nuestro sistema de transparencia en nuestro país…” [Página de la Presidencia, prensa, discursos, 2015-10-05].

Volvía a incluir la cita, la referencia al susodicho granito en el arroz:

“…Y es cierto que dentro de ellos se recoge la preocupación de una sociedad, como lo expresaba hace un momento Mauricio Merino, que espera que estos ordenamientos converjan en este mismo propósito, de lograr que los gobiernos de todos los órdenes sean más abiertos; que los recursos públicos, a donde se destinen, sea a organismos gubernamentales, sean sindicatos, que reciban recursos públicos, todos estén obligados a una mayor transparencia, a una apertura total….”
“…Al final de cuentas, y aquí me gustaría decirlo, transparencia y democracia van de la mano. Forman un binomio indisoluble; se complementan y fortalecen entre sí…. La transparencia permite que las sociedades estén más informadas y tengan mejores elementos para decidir en democracia…. Lo que debemos evitar es caer en la tentación de suponer que el ser transparentes va en oposición a la democracia…” [Ídem.]

Órales con esta precisión. La transparencia es democracia o democracia es transparencia. Se decía antes las cuentas claras y el chocolate espeso. Pero por lo visto desde hace 31 años las cosas no avanzan, pues se han realizado varios intentos sin alcanzar esos objetivos; los documentos como las cuentas en los distintos niveles de gobierno –municipal, estatal o federal- son inconsistentes cuando no plenamente cerrados u oscuros. Incluso cuando los documentos, por ejemplo, han llegado al Archivo General de la Nación se impide su consulta. El más reciente caso, la extinción de Luz y Fuerza del Centro se argumenta secrecía por seguridad nacional; ningún documento de la misma podría ser consultado, aun cuando su finalidad hubiere sido de aspecto histórico, pues la empresa iniciada a principios del siglo XX –porfirismo puro-, lo permitiría. Por supuesto dados los acontecimientos, los documentos relativos a la extinción por cuestiones de temporalidad están en poder de las secretarías que la han tratado, pero tampoco en ellas se pueden consultar los mismos. Están conculcados.

Se han creado mecanismos para mostrar con claridad algunas cuestiones y se fomentan los observadores ciudadanos, como en las diversas licitaciones de gobierno, ejemplo, en Pemex los observadores vigilan mejor dicho, sólo observan que las reglas aparezcan y se cumplan para que un vendedor venda y un comprador compre: eso es lo que observan, nomás. Por supuesto observan, pero sin capacidad de intervención ni de investigación mucho menos de castigo si fuese necesario.

De todo ello, hay avances en la forma, en los formatos, en la superficie. Y ante el primer llamado para concretar, se espantan. Se escandalizan. Si tanto se ha logrado en lo general o en los formatos porque se atreve a cuestionar esos logros. Pero el Ejecutivo, se arriesga al definir, al precisar sobre estas cuestiones. Da Pena:

“…Y aquí también se dijo, a veces y experiencias globales así lo ilustran, sociedades o gobiernos, más bien gobiernos más autoritarios, gobiernos cerrados, suelen ser menos transparentes. Hay ausencia de transparencia y de apertura, y de clara rendición de cuentas. Y eso es lo que no podemos permitirnos como sociedad.--- Ésta es una sociedad, la nuestra, la mexicana, resuelta a seguir abonando y construyendo mayor democracia, y que eso nos permita también, en consecuencia, ser una sociedad más transparente y más abierta” [Ídem.]

Los gobiernos cerrados, los autoritarios, no permiten la transparencia. Se arriesga pues bien sabe, que vivimos que tenemos un gobierno cerrado. Poco se avanza en eso. Tan sólo hace poco se cuestionó –de preguntar, de saber si fuese o no-, pero antes que responder se oculta para terminar vendiéndola. Mientras una nube o un muro de cerrazones se escucharon; ni qué decir de la otra casita. Apenas la semana pasada el jefe de los militares, se la secretaría de la defensa nacional, determinó que el organismo de la ONU sobre derechos humanos nada podría exigirle a él y sus muchachos. La injerencia es imposible. La cerrazón después de un año, sobre los acontecimientos de Ayotzinapa es clara. Pero se expuso el ejecutivo, da Pena.

Los líderes de la oposición, de la clara oposición PRD y PAN con derroche azucarado exigieron abatir la corrupción y profundizar la transparencia. Los presidentes de las Cámaras –uno en el senado y otro con diputados- dieron, como podemos imaginar, sendos discursos políticos a la que nos acostumbran los políticos, con harta política; donde los objetivos, alcances y compromisos le llevaran a desenmascarar al enemigo, mostrar sus triquiñuelas y derrotarlos como se merecenEn efecto, así de preclaros e incisivos fueron. Con esa oposición no necesitamos más política que la suya.

De la misma forma que se jefe, la comisionada presidenta del instituto nacional de acceso a la información y protección de datos Ximena Puente, confirmaba los avances postulados por aquél. Una apertura increíble, sin igual: 

“…resulta de vital importancia una efectiva rendición de cuentas en tres vertientes: vertical, en cuanto a la relación representantes-electorado; horizontal, en torno a un esquema de pesos y contrapesos; y social, dentro de un escenario de transparencia.--- Dos grandes pasos hemos dado en esta ruta: la Reforma Constitucional y la Ley General en la materia, pero aún falta camino por recorrer….” [Ídem.]

En efecto. Desde los tiempos del moralino De la Madrid muchos tacos de lengua han sido degustados por los gobiernos, por los ejecutivos, por los parlamentos de cada época. Sólo hubo una buena intención malograda cuando se solicitaba suficiente información para acusar de genocida a Luís Echeverría Álvarez pues como secretario de gobernación varios del gobierno de entonces, incluyendo al entonces secretario de defensa fueron increpados y señalados como culpables, sin embargo la cerrazón de entonces como la del pasado gobierno, impidieron avanzar al menos con la información pertinente. De la masacre en octubre de 1968 no hubo archivo o dato alguno para indicar uno o dos culpables. La cerrazón y el autoritarismo se impusieron para evitar localizar a los culpables, por más que las órdenes sólo salieron de las oficinas o de los cargos de aquéllos.

Pero los pasos se han dado. Se ha dicho, más en estos tiempos señala sin Pena el ejecutivo. Cosa que reconoce Merino, pero aclaró en la suntuosa reunión sobre transparencia, indicando dos puntos:

1. Tengo para mí que el mayor interés de los asistentes a estas conversaciones estará en la legislación aún pendiente en materia de transparencia y combate a la corrupción. Esas dos grandes reformas que son, en realidad, una y la misma cosa.--- A muchos nos preocupa que alguien pretenda entenderlas por separado y, más todavía, nos preocupa que la legislación secundaria se haga de modo fragmentario; se haga sin una política pública, articulada y coherente, que cada quien corra con su ley hasta el extremo de que este propósito nacional se pierda en el camino.
2. Por supuesto que durante la hechura de estas leyes, todavía puede haber regresiones, todavía hay un amplio riesgo de marcha atrás. Existe el riesgo de que la letra chiquita de la legislación secundaria anule la letra grande de la Constitución.

Dos advertencias pero les molestaron lo suficiente, para estar en las notas, para el discurso del ejecutivo. Evitar la separación en las leyes siendo congruencia su base, alertó, para el funcionamiento del objetivo deseado y como en otros casos, reconocer que los reglamentos suelen desviarlo. Las letras chiquitas son fatales en muchos casos, hechas con ese propósito; para evitar sus propósitos, su cumplimiento. La tardanza en su concreción es ya una de las desviaciones.

Lo dijo como definición o tuvo un traspié. Pues de la transparencia paso a definir el momento del país como democracia, hecha y derecha, acabando la corrupción. De no lograrse aquélla se estaría en un sistema cerrado, un gobierno autoritario. Por supuesto, México ha logrado las leyes sobre esas cuestiones lo demuestran.

Órale. Da Pena su definición como su traspié.

En la ONU cerró su visión. Los peligros contemporáneos vienen del populismo. El día 28 de septiembre, también postuló definiciones en ese mismo sentido, como para un buen final. Después de un resumen contradictorio de la presencia mexicana en la política internacional [como la proscripción de las armas nucleares –olvidando al prócer de Atlacomulco Isidro Fabela, al que traiciona- o según la tradición diplomática –olvidando el momento foxiano del comes y te vas- ahora se da el posible fin del bloqueo a Cuba], definió con suma precisión, al México sin Pena: “…México es una Nación plenamente comprometida con la ley, los derechos humanos y la paz.--- Hemos asumido plenamente la elevada responsabilidad de ser parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el trienio 2014-2016.--- Hoy, mi país tiene una de las legislaciones más avanzadas en favor de los derechos humanos y trabajamos para asegurar su vigencia en toda la geografía nacional…” A tal grado que, en la crisis de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos forzadamente, se invitó al Alto Comisionado pues de otra forma sería calificado México como terrorista al lado del de Venezuela, cortándonos los lazos comerciales tan benéficos para nuestro proyecto neoliberal: el que nos lleva de volada al primer mundo. Para no quedar en ese lado, ataca ¡duro! 

Para no estar en la lista negra del imperio yanqui la sumisión se precisa dijo el preciso. Por lo mismo, la definición que nos alertó, pues no es un traspié

“…Señor Presidente:
Con las crecientes desigualdades, con una crisis económica mundial que no cede y con una frustración social que esto provoca, el mundo de hoy está expuesto a la amenaza de los nuevos populismos. Nuevos populismos de izquierda y de derecha, pero todos riesgosos por igual.
El Siglo XX ya vivió y padeció las consecuencias de individuos que, carentes de entendimiento, responsabilidad y sentido ético, optaron por dividir a sus poblaciones.
Las sociedades deben estar alertas frente a quienes se aprovechan de sus miedos y preocupaciones, ante los que siembran odio y rencor, con el único fin de cumplir agendas políticas y satisfacer ambiciones personales.
En esta segunda década del Siglo XXI, no debemos repetir los errores que tanto dolor causaron al mundo en el pasado…”

Es decir, nos define su perspectiva política: Los países sin transparencia son autoritarios pero en México existe ya la mejor ley al respecto. Los países democráticos como México, deben estar alerta pues existen las condiciones para que personajes malévolos, como ellos solos, los trastoquen con una política populista.

Cuidado con esos personajes carentes de entendimiento, llenos de odio y rencor, porque traen agendas políticas personales. Atlacomulco dixit.

Órales con su preocupación. Nos la firma y nos la cumple. Da Pena, eso que ni qué.

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