Con Emilio Lozoya se triplicó la alta burocracia en Pemex

Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Martes 8 de marzo de 2016, p. 21
En el trienio en que Emilio Lozoya Austin dirigió Petróleos Mexicanos (Pemex) se triplicó la alta burocracia en la petrolera y engrosó el número de direcciones corporativas, de cuatro que existían desde 1992, a nueve, y se agregaron nuevas subdirecciones, gerencias y subgerencias, lo que aumentó en más de 500 las plazas en el corporativo.
La reorganización corporativa de Pemex, sus empresas productivas, subsidiarias y filiales, aprobada por el consejo de administración, fue clasificada como información reservada para un periodo de cinco años, a partir del 10 de noviembre de 2014, y en su contenido se revela el crecimiento del número de nuevos funcionarios.
El documento, del cual se tiene copia, está firmado por Lozoya Austin. La justificación para aumentar el número de funcionarios administradores de alto nivel es que se buscaba la eficiencia y competitividad, maximizando el valor de los hidrocarburos y la rentabilidad de las actividades de transformación industrial.
Así, la reorganización que implementó Lozoya Austin modificó la estructura de Petróleos Mexicanos, que en 1992 durante el sexenio de Carlos Salinas, se dividió en cuatro organismos subsidiarios y un corporativo, así como 69 empresas filiales que dependían de la entonces paraestatal.
“La estructura propuesta para Pemex –expone el documento– emana de su estrategia integral y aprovecha la oportunidad para alcanzar la optimización integral que requiere al convertirse en un competidor más del mercado. La elaboración de esta propuesta demandó las revisiones exhaustivas de las mejores prácticas empresariales en la industria, el aprovechamiento de su experiencia, la decisión de gestionar a la empresa basándose en procesos y la eliminación de duplicidades administrativas”.
Sin embargo, el proyecto avalado por el consejo de administración incluyó la designación de nuevos directores generales, subdirectores, gerentes y subgerentes.
Así, se aceptó la propuesta de crecimiento administrativo: a la dirección ejecutiva se agregaron cinco direcciones generales, 24 gerencias y 50 subgerencias. En la dirección corporativa de procesos de negocios y tecnología de información se autorizaron una dirección general, cuatro subdirecciones, 19 gerencias, y 40 subgerencias.
En la dirección corporativa de alianzas y nuevos negocios se creó una dirección general, tres subdirecciones, 10 gerencias y 20 subgerencias.
A la dirección corporativa de finanzas se le agregó una dirección general, cinco subdirecciones, 24 gerencias y 50 subgerencias. A la dirección corporativa de recursos humanos, una dirección general, tres subdirecciones, seis gerencias y 12 subgerencias.
A la dirección corporativa de administración y servicios, una dirección, cinco subdirecciones, 29 gerencias y 60 subgerencias. En la dirección corporativa de procura y abastecimiento, además de la dirección general se instalaron cinco subdirecciones, 26 gerencias y 70 subgerencias.
Mientras, en la dirección jurídica opera una dirección general, cuatro subdirecciones, 20 gerencias y 45 subgerencias.
Para la dirección corporativa de investigación y desarrollo tecnológico se aceptó la operación de un director, cuatro subdirecciones, 21 gerencias y 46 subgerencias.
En el Órgano Interno de Control se autorizó el nombramiento de cinco auditores y 14 gerencias.
En Pemex Exploración y Producción se autorizó una dirección general, 13 subdirecciones, 54 gerencias y 100 subgerencias, mientras en la Dirección Corporativa de Transformación Industrial se instaló una dirección general, 15 subdirecciones, 62 gerencias y 150 subgerencias.
Dicho crecimiento en la alta burocracia de Pemex contrasta con el despido, jubilación o retiros anticipados o voluntarios de 14 mil 694 trabajadores que realizó la empresa en 2015, de manera que la plantilla laboral pasó de 153 mil 85 a 139 mil 391 empleados.
En febrero, después de su designación como director, José Antonio González Anaya reconoció que el recorte de 100 mil millones de pesos para Pemex incluye los fondos para el recorte de personal, mientras la Secretaría de Hacienda calculó que serán despedidos unos 10 mil trabajadores de la empresa, de los 15 mil que se prevé recortar en la administración pública.


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