Marchan más de 30 mil contra Duarte por deuda con la Universidad Veracruzana
PROCESO
Las exigencias se concentraron en el respeto a la autonomía universitaria reflejado en un 5% anual de la ley de ingresos, el pronto pago de dos mil millones de pesos para infraestructura y programas académicos atorados desde principios del sexenio, así como un alto a la asfixia financiera.
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“¡Duarte ratero, regresa el dinero!”, “¡UV, te quiero, por eso te defiendo!”, “¡Todos somos UV!” y hasta la clásica expresión futbolera de “¡Eeeeh putoooo!”.
En la protesta, cada facultad colocó cordones de seguridad y coordinadores de grupo para evitar infiltraciones de grupos anarquistas o desestabilizadores, presuntamente pagados por el gobierno para romper el carácter pacífico de la concentración.
“Nos tienen que pagar”, dice rectora
Por primera vez en lo que va del movimiento, la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, dejó de enviar desplegados a los medios de comunicación locales y de escribir tuits indirectos con el gobernador Javier Duarte y salió a encabezar la marcha para exigir el reclamo de la autonomía universitaria.
En la Plaza Lerdo –rebautizada como Regina Martínez, el nombre de la corresponsal de Proceso asesinada en 2012– la funcionaria se colocó en dirección a la oficina donde despacha Duarte de Ochoa y dijo:
“Nos deben… y nos tienen que pagar. Reconozco que la autonomía financiera puede ser un camino para no depender del juicio o la discrecionalidad de un funcionario en turno, pero ésta debe responder a nuestra magnitud, sin recargos ni compromisos ajenos”.
Del lado del inmueble gubernamental, las oficinas del palacio de Gobierno permanecieron cerradas. A discreción, unas diez “orejas” o espías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Subsecretaría de Gobierno pasaban vía celular un puntual reporte del avance de la mega concentración.
En cada contingente universitario, los alumnos pusieron el folklor a la marcha. Unos lo hicieron con una piñata de un cerdo rosa “zangoloteado” frente al Palacio de Gobierno. Otros, con cánticos de futbol. El grupo Tlenhuicani –de la UV- llevó jaranas y arpas. Los maestros de Educación Física dirigían las consignas contra el gobierno con silbatos y unos más solo acudieron en señal de solidaridad.
Como un hecho inédito, familias enteras se asomaron a los balcones y terrazas de sus viviendas para mostrar su solidaridad con la comunidad universitaria. Automovilistas y taxistas que en otras ocasiones fustigan el congestionamiento vehicular a causa de las marchas, esta vez hicieron sonar sus claxons en señal de aprobación.
Antes de concluir el evento, la rectora de la Universidad Veracruzana (UV) también lanzó un reproche al gobierno de Duarte y a su aparato de seguridad y procuración de justicia por la ola de inseguridad que vive la entidad y el alto grado de impunidad, afectando el principalmente a jóvenes de territorio jarocho.
“Nos deben una juventud sin miedo, nos deben a los desaparecidos. Nos deben la paz de los violentados y la de sus familias. Nos deben recursos que son sus obligaciones. Nos deben los derechos de nuestros jubilados. Nos deben las libertades y las capacidades críticas generadas por el conocimiento. Nos deben la certeza de nuestros trabajos y los sueños de nuestros jóvenes”.
Una hora antes en el gimnasio universitario “Miguel Ángel Ríos”, la rectora Sara Ladrón aseguró que ya entró en contacto con autoridades federales para hacer patente el reclamo de los recursos que tiene como pasivos severos el gobierno priista.
En la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, la concentración universitaria se hizo en el zócalo porteño a ritmo de salsa, pues la orquesta Moscovita, cuyo origen radica en la Universidad Veracruzana, creó “La UV no se toca” como una especie de himno para reclamar a Duarte de Ochoa los recursos pendientes.
En Coatzacoalcos, Córdoba y demás campus, unos 10 mil estudiantes, maestros y exuniversitarios salieron a las calles a reprochar al gobierno estatal la falta de liquidez financiera que hoy tiene sumida a la educación superior en una severa crisis.
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