“Magnífica” reforma energética enriquece sólo a pocos y crea nuevos pobres: Arquidiócesis


Perredistas protestan contra la aprobación de la reforma energética en San Lázaro. Foto: Miguel Dimayuga
Perredistas protestan contra la aprobación de la reforma energética en San Lázaro. Foto: Miguel Dimayuga


PROCESO 

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Para la Arquidiócesis de México, la “magnífica” reforma energética ha ido desinflándose, pues sus beneficios enriquecen a pocos y, lamentablemente, comienzan a crear nuevas generaciones de pobres
En su editorial titulado “Tratamiento de electroshock”, la Arquidiócesis critica que en dicha reforma no hubo sensibilidad social y sí mucha voracidad excusada en demagogia, con advertencias como: “de no haberse liberado el precio de los energéticos, se hubieran recortado programas sociales”.
Y agrega: “Lo que menos ha interesado es que esa riqueza llegue a los que menos tienen”.
Producto de la reforma, la Arquidiócesis cuestionó el aumento de los energéticos a inicios de este año, así como la inflación de más del 4% en el primer trimestre del año y el alza desmedida en luz y gas para la industria y los hogares mexicanos.
El texto expone que, en un principio, la reforma se anunció como esperanzadora y con vocación social, que insistía en la propiedad del Estado sobre los hidrocarburos y reafirmaba su rectoría en áreas estratégicas para asegurar que la riqueza energética se tradujera en bienestar para todos.
Una de las promesas, dicta el documento, parece dar resultados. La Comisión Federal de Electricidad (CFE), por ejemplo, tuvo utilidades netas de 85 mil 517 millones de pesos en 2016. Lo anterior podría aplaudirse, pero queda lejos de la insistente “vocación social” que se pretendía.
“Y es que la población carga con el fardo más desigual de esta grandísima fuente de riqueza de algunas empresas, sean de participación estatal o privadas, engrosando los bolsillos de pocos”, acusa.
La Arquidiócesis recordó las palabras del Papa Francisco, durante su visita a México: “Cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos, en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”

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