Estalla huelga en la Universidad de Sonora; Secretaría del Trabajo la declara “inexistente”
La decisión de estallar la huelga fue tomada esta mañana por los integrantes de la asamblea general, en donde 827 sindicalizados estuvieron a favor y 594 en contra.
La asamblea general exige un aumento de 7% directo al salario; una despensa homologada a la que reciben los empleados de confianza; un incremento de 3% directo a cada uno de los niveles tabulares, y la modificación de 71 cláusulas contractuales.
Ismael Arredondo, secretario general del STEUS, lamentó que los diputados sonorenses no atendieron su petición de incrementar los recursos a la universidad.
Y añadió: “Hay un reparto inequitativo de la nómina, por eso le solicitamos al Congreso local los recursos suficientes; les pedimos que ya no sólo se dediquen a pedir para sus dietas, reelecciones o partidos políticos, porque nosotros somos los que sufrimos las crisis”.
Paralelamente, mientras se colocaban candados y banderas frente a la entrada principal, en la sala de conferencias de un hotel, el rector Enrique Fernando Velázquez Contreras y sus asesores legales explicaron que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) sonorense archivó el expediente y sobreseyó el emplazamiento a huelga.
Según las autoridades universitarias, la huelga iniciada la tarde de este lunes es “inexistente”, y en ese sentido van continuar con las labores habituales.
“La universidad ofreció su máximo esfuerzo en términos económicos, e incluso más allá, porque el gobierno del estado, en un afán de que llegáramos a un acuerdo, aporta más recursos para la homologación de la despensa, lo que representa unos tres millones de pesos, pero ello resultó insuficiente”, puntualizó el rector Velázquez.
Los argumentos universitarios se escudan en que la cláusula 124 del Contrato Colectivo de Trabajo 2016-2018 señala como fecha de vigencia hasta el 19 de marzo de cada año, y el STEUS emplazó a huelga el viernes 16, tres días antes.
Y con ello supuestamente se violentó el artículo 450 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), debido a que “la huelga debe tener por objeto el exigir la revisión del contrato colectivo al terminar su periodo de vigencia”.
Unos treinta minutos después, el secretario del Trabajo estatal, Horacio Valenzuela, señaló que, al revisarse la demanda y su fecha de presentación, el movimiento fue declarado extemporáneo.
“El gobierno del estado está archivando esta demanda del sindicato y el cierre de la universidad está al margen de la ley”, sentenció.
Los antecedentes
En 2014, el STEUS mantuvo una huelga de 68 días, el paro de labores más largo en la historia universitaria.
El laudo, emitido en el sexenio del exgobernador Guillermo Padrés, privilegió el derecho a la educación de los estudiantes y ofreció un término de 24 horas para que los empleados universitarios regresaran a sus labores.
El STEUS inició la huelga el 28 de febrero por violaciones al CCT y concluyó el 7 de mayo de ese año.
En aquella ocasión, la autoridad laboral resolvió que la universidad pagara sólo 50% de los salarios caídos, así como otorgar un aumento de 3.4% directo al salario y de 2.4% en prestaciones, debido a que, por la huelga, venció el plazo para la revisión salarial y contractual.
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