Convenio 189, el gran pendiente de los derechos de las trabajadoras del hogar
El Economista
El convenio de la OIT protege los derechos de las empleadas del hogar. Aunque en México ya se aprobaron mejoras a sus condiciones, éstas aún no están a la par de otros trabajadores.
El Senado aprobó el exhorto número 26 al Ejecutivo federal para que ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Se trata de un documento en el que México estuvo de acuerdo crear para establecer condiciones laborales dignas para las empleadas del hogar, pero que no ha integrado a cabalidad en su legislación.
Como todos los convenios internacionales, éste tiene que ser ratificado por el Senado para que pueda implementarse. Para ello tiene que ser enviado por el Ejecutivo, lo cual no lo ha hecho desde que en 2010 aceptó adoptarlo. En la Cámara alta ya se acumularon 28 peticiones, las últimas tres, de los congresos de Nuevo León y Quintana Roo y de la senadora Nestora Salgado.
El pleno del Senado aprobó el punto de acuerdo propuesto por el senador Miguel Ángel Mancera, del Partido Movimiento Ciudadano (MC). La petición del exjefe de Gobierno de la Ciudad de México llama al Ejecutivo federal a remitir “a la brevedad” el convenio. Lo propuso desde el 14 de febrero de este 2019.
Mancera recuerda que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay más de 2.3 millones de personas dedicadas al trabajo doméstico remunerado. De ellas, 2.1 millones son mujeres. Que más del 90% no cuenta con un contrato y casi 77% gana dos salarios mínimos o menos.
A pesar del avance que se ha tenido en reconocerles derechos laborales, la discriminación y los abusos continúan. Muchas trabajadoras provienen del campo, otras son menores de edad o migrantes. La dignificación y del trabajo doméstico y mejora de sus condiciones “no puede presentar pausa alguna, ni presente, ni futura”, apunta.
Si bien está en marcha un programa piloto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para afiliarlas, eso no contempla la posibilidad de que coticen para un crédito a la vivienda.
Al ratificarse el convenio, México estaría obligado a establecer en las leyes lo que mandata el documento. Por ejemplo, el artículo 14 establece que las trabajadoras domésticas deben tener las mismas condiciones aplicables a otros empleados “con respecto a la protección de la seguridad social, inclusive en lo relativo a la maternidad”.
El artículo 17 ordena que los países adherentes deben poner en práctica medidas para realizar inspección del trabajo. Este tema fue uno de los que estaban en un principio en la discusión del dictamen, pero que los legisladores decidieron dejar fuera.
Deben protegerlas “contra las prácticas abusivas” de las agencias de empleo privadas. El Convenio 198 habla acerca de las trabajadoras migrantes, quienes deben tener todas las garantías de un empleo digno, para ello deben considerar “acuerdos bilaterales, regionales o multilaterales” con otros países.
De acuerdo con información del Senado, el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Napoleón Gómez Urrutia, refirió que de acuerdo con la OIT, existen 53 millones de personas trabajadoras del hogar en el mundo, de las cuales el 83 por ciento son mujeres y no cuentan con condiciones contractuales claras, ni descansos oficiales.
Resaltó la importancia de la ratificación de los Convenios, toda vez que las personas trabajadoras del hogar pertenecen a uno de los grupos más vulnerables. Es necesario, dijo, que se reconozca los derechos de los trabajadores como una contribución en el desarrollo de las personas y núcleos familiares.
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El convenio de la OIT protege los derechos de las empleadas del hogar. Aunque en México ya se aprobaron mejoras a sus condiciones, éstas aún no están a la par de otros trabajadores.
Escrito por:
Blanca Juárez
El Senado aprobó el exhorto número 26 al Ejecutivo federal para que ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Se trata de un documento en el que México estuvo de acuerdo crear para establecer condiciones laborales dignas para las empleadas del hogar, pero que no ha integrado a cabalidad en su legislación.
Como todos los convenios internacionales, éste tiene que ser ratificado por el Senado para que pueda implementarse. Para ello tiene que ser enviado por el Ejecutivo, lo cual no lo ha hecho desde que en 2010 aceptó adoptarlo. En la Cámara alta ya se acumularon 28 peticiones, las últimas tres, de los congresos de Nuevo León y Quintana Roo y de la senadora Nestora Salgado.
El pleno del Senado aprobó el punto de acuerdo propuesto por el senador Miguel Ángel Mancera, del Partido Movimiento Ciudadano (MC). La petición del exjefe de Gobierno de la Ciudad de México llama al Ejecutivo federal a remitir “a la brevedad” el convenio. Lo propuso desde el 14 de febrero de este 2019.
Mancera recuerda que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay más de 2.3 millones de personas dedicadas al trabajo doméstico remunerado. De ellas, 2.1 millones son mujeres. Que más del 90% no cuenta con un contrato y casi 77% gana dos salarios mínimos o menos.
A pesar del avance que se ha tenido en reconocerles derechos laborales, la discriminación y los abusos continúan. Muchas trabajadoras provienen del campo, otras son menores de edad o migrantes. La dignificación y del trabajo doméstico y mejora de sus condiciones “no puede presentar pausa alguna, ni presente, ni futura”, apunta.
Los puntos que faltan
El senador Miguel Ángel Mancera presentó este punto de acuerdo antes de que el Congreso aprobara reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para reconocer derechos de este sector del empleo en julio pasado. Sin embargo, aún hay puntos del convenio que no se incluyeron en las modificaciones de abril pasado.Si bien está en marcha un programa piloto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para afiliarlas, eso no contempla la posibilidad de que coticen para un crédito a la vivienda.
Al ratificarse el convenio, México estaría obligado a establecer en las leyes lo que mandata el documento. Por ejemplo, el artículo 14 establece que las trabajadoras domésticas deben tener las mismas condiciones aplicables a otros empleados “con respecto a la protección de la seguridad social, inclusive en lo relativo a la maternidad”.
El artículo 17 ordena que los países adherentes deben poner en práctica medidas para realizar inspección del trabajo. Este tema fue uno de los que estaban en un principio en la discusión del dictamen, pero que los legisladores decidieron dejar fuera.
Deben protegerlas “contra las prácticas abusivas” de las agencias de empleo privadas. El Convenio 198 habla acerca de las trabajadoras migrantes, quienes deben tener todas las garantías de un empleo digno, para ello deben considerar “acuerdos bilaterales, regionales o multilaterales” con otros países.
De acuerdo con información del Senado, el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Napoleón Gómez Urrutia, refirió que de acuerdo con la OIT, existen 53 millones de personas trabajadoras del hogar en el mundo, de las cuales el 83 por ciento son mujeres y no cuentan con condiciones contractuales claras, ni descansos oficiales.
Resaltó la importancia de la ratificación de los Convenios, toda vez que las personas trabajadoras del hogar pertenecen a uno de los grupos más vulnerables. Es necesario, dijo, que se reconozca los derechos de los trabajadores como una contribución en el desarrollo de las personas y núcleos familiares.
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