Entre jaloneos y manotazos, Rosario Piedra Ibarra protesta como titular de la CNDH

El zafarrancho en la Mesa Directiva del Senado durante la toma de protesta de Rosario Piedra Ibarra como titular de la CNDH. Foto: Twitter @jonhycalderon El zafarrancho en la Mesa Directiva del Senado durante la toma de protesta de Rosario Piedra Ibarra como titular de la CNDH. Foto: Twitter @jonhycalderon
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Rosario Piedra Ibarra ingresó al salón de plenos del Senado de la República y comenzó el zafarrancho.
El panista Gustavo Madero subió a la Mesa Directiva para impedir la toma de protesta de la activista como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), luego de un cuestionado proceso de elección, pero fue bloqueado por el morenista Salomón Jara.

Madero y Jara empezaron a jalonearse. A los manotazos y empujones se fueron sumando otros senadores y senadoras.
“Por favor, por favor, pido orden”, gritaba Mónica Fernández, presidenta de la Mesa Directiva.
Mientras tanto, los morenistas aplaudían y los panistas gritaban “es fraude”, y levantaban carteles con la leyenda: “No al fraude en la CNDH”.
Madero logró llegar hasta Fernández y la jaló, pero fue derribado por la espalda por las morenistas Citlalli Hernández y Martha Guerrero, y el panista terminó en el piso. Más tarde, Guerrero salió del salón de plenos en silla de ruedas.
En medio de la trifulca, Fernández pronunció: “En la sesión del pasado 7 de noviembre, el Senado de la República la eligió como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2024. En consecuencia, le pregunto: ¿protesta guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y desempeñar leal y patrióticamente el cargo que se la ha conferido?”
“Sí, protesto”, respondió Rosario, hija de la fundadora del Comité ¡Eureka!, doña Rosario Ibarra de Piedra, y levantó la mano derecha. De su cuello colgaba la foto en blanco y negro de su hermano Jesús, víctima de desaparición forzada en 1975.
Ricardo Monreal, Cristóbal Arias y Germán Martínez miraban el espectáculo mientras reían y aplaudían.
Desde las gradas de prensa, activistas y familiares de víctimas de desaparición gritaron: “Vivos los llevaron, vivos los queremos”, una consigna que claman los familiares de desaparecidos desde la Guerra Sucia, en los años 70.
Los morenistas hicieron fila para abrazar y felicitar a Rosario.
Los panistas salieron con caras largas del salón de sesiones.

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