Senadores frenan reforma de subcontratación, convocan a Parlamento Abierto
La reforma de outsourcing sobrevivió en
Comisiones del Senado. Sin embargo, fue frenada por la Junta de
Coordinación Política para convocar a un Parlamente Abierto sobre el
tema.
El dictamen de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) promovida por el senador Napoleón Gómez Urrutia fue aprobado en reunión extraordinaria de las Comisiones Unidas únicamente por los legisladores de Morena, Partido del Trabajo (PT), Encuentro Social (PES) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
En conferencia de prensa, Gómez Urrutia explicó que se acordó, por unanimidad, presentar ante el Pleno las reformas que darán garantía a los derechos de los trabajadores subcontratados, como el pago de seguridad social, pensión e Infonavit.
Pero momentos después, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, solicitó a la Mesa Directiva posponer el análisis y la discusión de la iniciativa para que ésta sea analizada en Parlamento Abierto.
En su petición, Monreal Ávila explicó que la iniciativa requiere de mayor reflexión, discusión y participación de todos los sectores involucrados antes de ser tratada por la Cámara Alta.
La iniciativa de Napoleón Gómez Urrutia tenía como ejes principales equiparar la simulación de subcontratación con delincuencia organizada, detallar los casos en los que se considera outsourcing simulado, garantizar el reparto de utilidades de los trabajadores subcontratados, limitar la tercerización sólo a actividades especializadas y no esenciales para las empresas y; dotar de todas las prestaciones de Ley y derechos a las personas empleadas bajo este esquema.
Además, propone una Norma Oficial Mexicana para certificar a las empresas de outsourcing que cumplen con las reglas y faculta a la STPS y al IMSS en inspecciones extraordinarias para verificar que se respeten las condiciones
En ese sentido, Tallentia Mx advirtió que las actividades ilegales como la evasión fiscal y el subregistro de trabajadores se presentan con mayor frecuencia en esquemas regulares de contratación. Por otra parte, precisó que los límites de la subcontratación ya están previstos en la LFT.
“Es altamente imprudente e irresponsable intentar discutir en el Pleno del Senado con tampoco tiempo una propuesta que modificaría la estructura laboral y las vidas de millones de trabajadores”, expresó Elias Micha, presidente de Tallentia MX.
De acuerdo con la organización, la subcontratación emplea a 8 millones de trabajadores en México, de los cuales más de un millón son madres solteras. El outsourcing es un esquema al que recurre el 30% de las Pymes. Por ello, Elias Micha advirtió que la restricción de la tercerización no sólo generará más desempleo, también incrementará la informalidad y precariedad laboral.
“Hay que buscar el mejor modo de asimilar las diferencias entre las posturas y cuál es la mejor manera de evitar que esta figura lleve a la precarización del empleo, a que haya desigualdad de condiciones de trabajo entre personas que realizan la misma actividad por razón de estar subcontratado o no”, comentó la profesora investigadora de Flacso México al respecto del “freno” de la discusión en el Senado.
La especialista consideró que la discusión sobre la subcontratación debe girar en torno a dos ejes, cuáles son los puntos necesarios para garantizar una buena tercerización que no afecte a los trabajadores y, por otra parte, en qué casos se debe permitir o no el outsourcing.
Desde la perspectiva de la profesora investigadora de Flacso México, la subcontratación mal hecha ha abonado en la precariedad laboral, por lo cual su regulación es necesaria. Sin embargo, antes de reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT), nuestro país debe aplicar el marco regulatorio con el que ya cuenta, pues se ha extendido la práctica ilegal de subcontratar a todo el personal de un centro de trabajo.
“Hay muchas cosas sin duda por hacer, como en materia de fiscalización y, de hecho, ya lo está haciendo la Secretaría del Trabajo”, puntualizó la especialista en conversación con El Economista.
Si bien la regulación de la subcontratación de puede enriquecer en la LFT, el primer paso es aplicar lo que se tiene para analizar los vacíos que se pueden cubrir; por ejemplo, mecanismos para evitar que el outsourcing genere una reducción en los costos laborales.
La subcontratación debe ser la excepción y no la regla de las relaciones laborales, sentenció. “Debe ser una excepción vinculada a especialización. Entonces, en ese sentido es como yo creo que hay que trabajar, en las dos líneas: en qué podemos hacer ya con la Ley que tenemos, que creo que es lo que está haciendo ya la Secretaría del Trabajo y qué más se podría hacer, como es la Norma Oficial Mexicana o la creación de un registro”, recomendó la académica.
Graciela Bensusán consideró que la propuesta del senador Napoleón Gómez Urrutia tiene un extremo como equiparar la subcontratación ilegal a crimen organizado y las restricciones en la subcontratación de personal. Pero reconoció que hay puntos rescatables, como la creación de una Norma Oficial Mexicana para garantizar una buena subcontratación o garantizar el reparto de utilidades.
El coordinador del Observatorio Ciudadano para la Reforma Laboral consideró que el outsourcing es una modalidad que forma parte del futuro del trabajo y, por tanto, no puede eliminarse. En ese sentido, Bouzas afirmó que la legislación de 2012 en materia de subcontratación fue un acierto, el problema fue que nunca se aplicó.
“Primero hay que entrarle a la instrumentación, la puesta en realidad de la reforma y a partir de eso, entonces sí ya hay un terreno para hablar de la subcontratación. Yo creo que la subcontratación puede ser generosa, positiva, entre otras cosas, si se practica negociada, bilateralmente”, opinó Alfonso Bouzas.
En ese punto coincide Nelson Flores. Para el profesor investigador de Flacso México, nuestro país tiene suficientes herramientas en la Ley Federal del Trabajo para regular el outsourcing, antes de plantear cambios en el marco regulatorio, se tendría que aplicar lo que ya existe.
“Basándonos en lo que tenemos, hay una buena legislación que restringe esta subcontratación que se pudiera salir así por ‘entre los hilos’. Es muy específica que debe ir especializada, yo diría ‘hacer cumplir lo que hay’ y más bien fijar qué es lo que no queda claro y qué hay que especificar puntualmente qué es lo que no debería subcontratarse”, enfatizó Nelson Flores.
Fuente
Escrito por:
Marisol Velázquez y Gerardo Hernández
Las Comisiones Unidas de Trabajo y
Previsión Social y de Estudios Legislativos Segunda del Senado de la
República aprobaron la reforma que sanciona la subcontratación simulada u
outsourcing. Sin embargo, la Junta de Coordinación Política decidió posponer su análisis y discusión ante el Pleno.El dictamen de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) promovida por el senador Napoleón Gómez Urrutia fue aprobado en reunión extraordinaria de las Comisiones Unidas únicamente por los legisladores de Morena, Partido del Trabajo (PT), Encuentro Social (PES) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
En conferencia de prensa, Gómez Urrutia explicó que se acordó, por unanimidad, presentar ante el Pleno las reformas que darán garantía a los derechos de los trabajadores subcontratados, como el pago de seguridad social, pensión e Infonavit.
Pero momentos después, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, solicitó a la Mesa Directiva posponer el análisis y la discusión de la iniciativa para que ésta sea analizada en Parlamento Abierto.
En su petición, Monreal Ávila explicó que la iniciativa requiere de mayor reflexión, discusión y participación de todos los sectores involucrados antes de ser tratada por la Cámara Alta.
La iniciativa de Napoleón Gómez Urrutia tenía como ejes principales equiparar la simulación de subcontratación con delincuencia organizada, detallar los casos en los que se considera outsourcing simulado, garantizar el reparto de utilidades de los trabajadores subcontratados, limitar la tercerización sólo a actividades especializadas y no esenciales para las empresas y; dotar de todas las prestaciones de Ley y derechos a las personas empleadas bajo este esquema.
Además, propone una Norma Oficial Mexicana para certificar a las empresas de outsourcing que cumplen con las reglas y faculta a la STPS y al IMSS en inspecciones extraordinarias para verificar que se respeten las condiciones
En ese sentido, Tallentia Mx advirtió que las actividades ilegales como la evasión fiscal y el subregistro de trabajadores se presentan con mayor frecuencia en esquemas regulares de contratación. Por otra parte, precisó que los límites de la subcontratación ya están previstos en la LFT.
“Es altamente imprudente e irresponsable intentar discutir en el Pleno del Senado con tampoco tiempo una propuesta que modificaría la estructura laboral y las vidas de millones de trabajadores”, expresó Elias Micha, presidente de Tallentia MX.
De acuerdo con la organización, la subcontratación emplea a 8 millones de trabajadores en México, de los cuales más de un millón son madres solteras. El outsourcing es un esquema al que recurre el 30% de las Pymes. Por ello, Elias Micha advirtió que la restricción de la tercerización no sólo generará más desempleo, también incrementará la informalidad y precariedad laboral.
Discusión requiere reflexión profunda
La regulación del outsourcing tiene dos líneas de reflexión: qué se puede hacer con la Ley actual y vacíos en la legislación que pueden detallarse. Esas dos preguntas son las que se deberían responder antes de plantear una reforma en materia de subcontratación, opinó Graciela Bensusán.“Hay que buscar el mejor modo de asimilar las diferencias entre las posturas y cuál es la mejor manera de evitar que esta figura lleve a la precarización del empleo, a que haya desigualdad de condiciones de trabajo entre personas que realizan la misma actividad por razón de estar subcontratado o no”, comentó la profesora investigadora de Flacso México al respecto del “freno” de la discusión en el Senado.
La especialista consideró que la discusión sobre la subcontratación debe girar en torno a dos ejes, cuáles son los puntos necesarios para garantizar una buena tercerización que no afecte a los trabajadores y, por otra parte, en qué casos se debe permitir o no el outsourcing.
Desde la perspectiva de la profesora investigadora de Flacso México, la subcontratación mal hecha ha abonado en la precariedad laboral, por lo cual su regulación es necesaria. Sin embargo, antes de reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT), nuestro país debe aplicar el marco regulatorio con el que ya cuenta, pues se ha extendido la práctica ilegal de subcontratar a todo el personal de un centro de trabajo.
“Hay muchas cosas sin duda por hacer, como en materia de fiscalización y, de hecho, ya lo está haciendo la Secretaría del Trabajo”, puntualizó la especialista en conversación con El Economista.
Si bien la regulación de la subcontratación de puede enriquecer en la LFT, el primer paso es aplicar lo que se tiene para analizar los vacíos que se pueden cubrir; por ejemplo, mecanismos para evitar que el outsourcing genere una reducción en los costos laborales.
La subcontratación debe ser la excepción y no la regla de las relaciones laborales, sentenció. “Debe ser una excepción vinculada a especialización. Entonces, en ese sentido es como yo creo que hay que trabajar, en las dos líneas: en qué podemos hacer ya con la Ley que tenemos, que creo que es lo que está haciendo ya la Secretaría del Trabajo y qué más se podría hacer, como es la Norma Oficial Mexicana o la creación de un registro”, recomendó la académica.
Graciela Bensusán consideró que la propuesta del senador Napoleón Gómez Urrutia tiene un extremo como equiparar la subcontratación ilegal a crimen organizado y las restricciones en la subcontratación de personal. Pero reconoció que hay puntos rescatables, como la creación de una Norma Oficial Mexicana para garantizar una buena subcontratación o garantizar el reparto de utilidades.
Expertos coinciden en pasos a seguir
“Estamos enfrentando un verdadero reto porque la subcontratación se convierte en el mal que llegó para quedarse, tenemos que redefinir conceptos básicos como salario, jornada, estabilidad en el empleo como consecuencia del fenómeno de la subcontratación”, dijo Alfonso Bouzas.El coordinador del Observatorio Ciudadano para la Reforma Laboral consideró que el outsourcing es una modalidad que forma parte del futuro del trabajo y, por tanto, no puede eliminarse. En ese sentido, Bouzas afirmó que la legislación de 2012 en materia de subcontratación fue un acierto, el problema fue que nunca se aplicó.
“Primero hay que entrarle a la instrumentación, la puesta en realidad de la reforma y a partir de eso, entonces sí ya hay un terreno para hablar de la subcontratación. Yo creo que la subcontratación puede ser generosa, positiva, entre otras cosas, si se practica negociada, bilateralmente”, opinó Alfonso Bouzas.
En ese punto coincide Nelson Flores. Para el profesor investigador de Flacso México, nuestro país tiene suficientes herramientas en la Ley Federal del Trabajo para regular el outsourcing, antes de plantear cambios en el marco regulatorio, se tendría que aplicar lo que ya existe.
“Basándonos en lo que tenemos, hay una buena legislación que restringe esta subcontratación que se pudiera salir así por ‘entre los hilos’. Es muy específica que debe ir especializada, yo diría ‘hacer cumplir lo que hay’ y más bien fijar qué es lo que no queda claro y qué hay que especificar puntualmente qué es lo que no debería subcontratarse”, enfatizó Nelson Flores.
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