Autoridades del trabajo sólo piden a líderes una carta compromiso, SIMULAN QUE SE ESTÁ IMPULSANDO LA DEMOCRACIA SINDICAL
*Comenzaron a enterrar lo que establece la reforma laboral para la democracia sindical.
*Surgen dudas de que el 80% ya haya hecho el procedimiento
*Surgen dudas de que el 80% ya haya hecho el procedimiento
Las propias autoridades del Trabajo están
enterrando la obligatoriedad de los sindicatos de democratizarse, de
garantizar la equidad de género y de transparentar sus finanzas, lo cual
se impuso desde mayo de 2019 con la entrada en vigor de reforma laboral
que impulsó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues
implementaron una simulación que consiste en que en lugar de constatar
que se haga el procedimiento que establece la ley para esos efectos,
basta con que los líderes firmen una carta compromiso para hacerlo, pero
sin establecer una fecha límite.
Incluso a sindicatos que ya están cumpliendo
con la reforma laboral y que acuden a registrar sus cambios estatutarios
para garantizar la democracia sindical, equidad de género y
transparencia en sus finanzas, sin siquiera leer los documentos que se
están presentando de que se cumplió con el procedimiento, les piden la
firma de la carta compromiso.
Surge la duda de si el anuncio que hicieron las
autoridades del Trabajo, en semanas pasadas, de que el 80 por ciento de
los sindicatos ya cumplieron con este procedimiento, ya hicieronlos
cambios o solo firmaron la carta compromiso.
La democracia en los sindicatos no depende de
anuncios oficiales, ni sólo de lo que digan las leyes. Para que haya
democracia sindical debe haber conciencia y organización entre los
trabajadores. No hay otro camino. Qué bueno que la Ley Federal del
Trabajo enuncie las condiciones para la libre participación de los
trabajadores en la vida cotidiana y el destino de sus organizaciones.
Pero no es suficiente.
En sus artículos transitorios se establecieron
plazos para cumplir algunos de sus objetivos, entre los que destacan lo
que llaman los ejes del nuevo modelo laboral: Justicia expedita e
imparcial, democracia sindical y la creación del centro federal de
conciliación y registro laboral.
En el caso de la democracia sindical, se
estableció un plazo de 240 días para que los sindicatos modificaran sus
estatutos a fin de que incluyeran el voto personal libre directo y
secreto para elegir dirigentes sindicales, tanto en el apartado A y B,
la representación proporcional por razón de género y la transparencia y
rendición de cuentas del uso de las cuotas sindicales. Desde la
publicación de la reforma y hasta diciembre, cuando terminaría el plazo,
no se mencionaron fechas, sólo el plazo de 240 días, sin aclarar si
debían ser naturales o hábiles.
Más adelante, con un plazo de cuatro años, se
deberá realizar la legítimación de los contratos colectivos existentes y
para la aprobación de los contratos colectivos iniciales y sus
revisiones por los trabajadores involucrados en los mismos, se dio un
año para que se adecuaran las formas de decision, aunque se abrió desde
el último trimestre de 2019, un portal para que los sindicatos que asi
lo decidieran, pudieran realizar el proceso, bajo los lineamientos de la
Secretraía de Trabajo y Previsión Social.
Iniciando este año, se ha anunciado
profusamente que se acabó la antidemocracia en los sindicatos y la
titular del Trabajo anunció entre los avances de la reforma, que los
sindicatos tenían hasta el 9 de abril para hacer las adecuaciones
estatutarias y que se tenía ya un avance de 1600 estatutos de sindicatos
federales, de más de 2000 sindicatos activos o sea 80%.
Llama la atención que antes de este anuncio no
se mencionara la fecha de abril. Parecería que se estaba esperando ver
la evolución de los hechos para tomar los 240 días como naturales o
hábiles. En cualquier caso, 80% de estatutos adecuados muestra un
importante avance.
Llaman la atención sin embargo, algunos hechos relacionados con la elección de representantes sindicales.
En la misma conferencia de prensa en la que se
anunciaron los avances de la reforma, se mencionó el caso del sindicato
petrolero, del que se dijo que se tomó nota de la renuncia del
secretario general en diciembre de 2019 y se negó el registro a tres
solicitantes de registro que, se dijo en la conferencia, incumplieron
con lo establecido en los estatutos. Se añadió que el próximo secretario
general del sindicato petrolero, debe ser electo conforme lo establece
la reforma y los estatutos.
Más allá de lo anunciado y de lo que establece
la ley, el caso del sindicato petrolero muestra que sin la participación
consciente y organizada de los trabajadores, la democracia sindical
puede quedarse en el papel.
Otro caso en el que está en duda la democracia
en la organización de los trabajadores es el del Sindicato Único de
Trabajadores Electicistas de la República Mexicana. Este sindicato
realizó su XIX Congreso Nacional Extraordinario en noviembre del año
pasado. En este congreso se harían las modificaciones que establece la
Reforma Laboral del 1° de Mayo de 2019, entre otros puntos. La
Coordinación Nacional de Electricistas del SUTERM denunció que tal
congreso se realizó en condiciones de antidemocracia e incluso se
reprimió la posibilidad de que trabajadores opositores pudieran
acercarse al evento.
A la fecha la dirección del sindicato no ha
informado sobre los acuerdos tomados y existe la posibilidad de que se
hayan modificado estatutos y se consideren entre el 80% que ya ha
cumplido el requisito de la reforma. De democracia sindical no hay mucho
que decir en este caso.
Tenemos por otro lado, el caso del sindicato de
trabajadores del gobierno de la Ciudad de México, que en los primeros
días de este enero de 2020 realizaría elecciones para renovar su
dirigencia. En este caso, horas antes de los comicios se dio a conocer
la anulación de la convocatoria por irregularidades en la misma, segun
se dijo. De los contendientes, uno acató la anulación y otro llevó
adelante el proceso y se declaró ganador. La participación de afiliados
en este proceso, rondó por la trecer parte del total y al momento es
incierto el futuro de este, que es el mayor sindicato de burocrátas de
la capital. A esto habría que agregar acusaciones de intervención de
funcionarios gubernamentales en la vida de esta organización.
guillen.s.carlos@gmail.com
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