El SME tiene 106 años de experiencia para contribuir a fortalecerla LA REFORMA ELÉCTRICA DE AMLO ES BUENA PERO ESTÁ TRUNCA

 

*Falta la inscripción del derecho humano a la electricidad.
*F incluir tarifas sociales y justas.
* Falta la restitución de Luz y Fuerza del Centro.
* Falta la reinserción laboral de electricistas del SME.
*Falta la revision de contratos leoninos y la parálisis artificial de CFE y PEMEX.
*Falta la revisión de endeudamiento que le cargaron al pueblo y benefició a privados.

*Transnacionales se adueñaron del 50% de la industria eléctrica, con gobiernos del PRI-PAN.

 

Participación de Martín Esparza Flores,

Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas,

del sábado 06 febrero de 2021,

Transcripción de Antonio Peregrino Rojo, en colaboración voluntaria,

publicacion original de www.frecuencialaboral.com



Esta iniciativa de reforma a la Ley del Servicio Eléctrico, que mandó él presidente Andrés Manuel López Obrador, con carácter preferente, representa una oportunidad histórica para devolverle al pueblo de México su soberanía energética, derecho que establecieron los presidentes Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos en el pasado siglo.
Los legisladores federales del Congreso de la Unión, tienen la responsabilidad de enriquecer esta propuesta para no dejar a medias la reparación de los destrozos ocasionados por los pasados gobiernos, con la reforma energética del ex presidente Enrique Peña Nieto y otras modificaciones que hicieron los demás gobiernos neoliberales, empezando por Carlos Salinas de Gortari, sin exceptuar a Ernesto Zedillo y a los panistas Vicente Fox Y Felipe Calderón.
Con antelación al golpe perpetrado contra el  Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), por el gobierno de Felipe Calderón, en octubre de  2009 , habíamos denunciando la paulatina entrega a las empresas transnacionales, tanto del sector eléctrico cómo del petrolero del país.
El decreto que estableció de un plumazo la ilegal extinción de la empresa pública Luz y Fuerza, que prestaba el servicio de energía eléctrica para más de 6 millones de usuarios en el centro del país, aceleró el desmantelamiento de la industria eléctrica nacional.
Esto se reflejó en el crecimiento de los productores independientes de energía y los permisos otorgados a favor de ellos, desde el gobierno de Vicente Fox.
La propia Comisión Federal de Electricidad comenzó a disminuir  su capacidad de generación a través del otorgamiento de contratos que la obligaban a comprar energía a los productores privados, llegándose al absurdo de inutilizar sus propias plantas de generación para incumplir con sus compromisos.
Ahora que hay interés de hacer una regeneración del tejido histórico, deben analizarse los orígenes de la apertura total del sector energético al capital privado, desde principios del siglo XX, mediante concesiones.
Debe recordarse que en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se promovieron reformas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica que permitieron la generación de luz a particulares, mediante la figura de productores pendiente, violando en aquel entonces (1994) , el artículo 27 constitucional.
Lo mismo ocurrió con Petróleos Mexicanos que fue fraccionado en cuatro subsidiarias, entregando el negocio de la petroquímica a la iniciativa privada, cuando en todo el mundo se sabe que este sector es el que genera mayores dividendos por el aprovechamiento de los hidrocarburos y relegaron la importancia de la refinación y el abasto de gasolina.
Desde entonces los tecnócratas neoliberales hicieron a un lado los principios plasmados por los regímenes de Lázaro Cárdenas y de Adolfo López Mateos, para que el petróleo y la electricidad contribuyeran al fortalecimiento de la economía nacional y beneficiaran el desarrollo del país y al pueblo de México, con tarifas y precios justos en la electricidad gas y gasolina.
Obedeciendo los dictámenes impuestos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional los gobiernos panistas prosiguieron la ruta de desmantelamiento del sector energético nacional, a tal grado que al finalizar el gobierno del panista Felipe Calderón se habían otorgado  620  permisos de generación a firmas extranjeras entre ellas Iberdrola, Unión Fenosa que le pagarían ese favor dándole trabajo al ahora expresidente y a su secretaría de Energía, Georgina Kessel.
Es importante resaltar en ese sentido el anuncio hecho por el presidente de la República actual, Andrés Manuel López Obrador, en cuanto la revisión de estos permisos y contratos que podrían revocarse en caso de haberse obtenido por  medios fraudulentos.
El Sindicato Mexicano de Electricistas, denunció desde hace más de una década los contratos leoninos firmados entre la Comisión Federal de Electricidad y  las transnacionales, que de no ser auditados y revisados a conciencia estarían costándole al país  1.3  billones de pesos, pues los panistas y priista y el gobierno de Enrique Peña Nieto, permitieron que los particulares se adueñaran del 50% de la generación eléctrica del país.
Hay otra caja negra que debe auscultarse a fondo y es la deuda contraída por Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos mediante los llamados Pidiregas (Proyectos de Inversión Diferidos en el Gasto Público) y que no fueron más que una forma de encubrir el financiamiento de particulares a cargo de las finanzas públicas.
La Comisión Federal de Electricidad registró deudas por este concepto a más de  700 mil millones de pesos y Petróleos Mexicanos acumula una deuda de  1.2  billones de pesos.
Durante la aprobación de la reforma energética, le cargaron toda esa deuda al pueblo de México, en forma de deuda pública, lo mismo qué las estratosféricas jubilaciones de altos funcionarios.
Por eso es importante que los legisladores cumplan con su obligación a fondo de analizar cómo se desmanteló al sector energético en nuestro país y restituyan al pueblo de México su soberanía.
Esa restitución también debe incluir a Luz y Fuerza del Centro tal y como dijo que lo haría el compromiso el ahora presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, cuando en el 2010 hizo ese compromiso.

En una carta de solidaridad que nos envió se comprometió a que cuando fuera presidente de la República iba a restituir a Luz y Fuerza del Centro y a todos los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas con su contrato colectivo de trabajo.
Es importante señalar que esta iniciativa quedaría trunca si no incluye la iniciativa de Ley de Energía Eléctrica,que presentaron miles de usuarios de la Asamblea Nacional de Usuarios, de la Energía Eléctrica (ANUEE) hace 2 años, que se le entregó a Mario Delgado entonces coordinador de los diputados del partido Morena, para adicionar en el artículo cuarto el derecho humano a la electricidad y el derecho a una tarifa justa y social.
Si estos elementos no se incluyen en la reforma a la Ley de Energía Eléctrica quedará trunca, y solamente servirá para fortalecer el suministro de energía a la Comisión Federal de Electricidad sin observar el tema del costo de las tarifas eléctricas.
Cabe señalar que hay un desmantelamiento de las plantas de generación hidroeléctricas y termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad, que están consumiendo combustoleo, lo cual es un problema porque es obligación del estado mexicano disminuir las emisiones dióxido de carbono a la atmósfera.
El Sindicato Mexicano de Electricistas tiene más de  106  años de participar en la generación y distribución de energía eléctrica en el país y puede contribuir a fortalecer y mejorar la reforma a la Ley del Servicio Eléctrico, para restituir la soberanía nacional y para que contribuya al desarrollo del país.

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