El maestro del futuro no lo sabrá todo, construirá y facilitará el conocimiento
La era de los profesores como poseedores de todo el conocimiento se está terminando en la medida que el mercado demanda nuevas competencias en el talento y el perfil del docente se transforma.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la docencia es una de las profesiones con menos riesgo de automatización. Esto no significa que el perfil del profesor no deba transformarse, por el contrario, el avance acelerado de la tecnología en el mercado demanda un cambio en los modelos de enseñanza, incluyendo a los maestros.
“El dinamismo con el que cambian el mercado y las experiencias en el mundo actual hacen que la forma tradicional de transmitir el conocimiento en el aula no sea suficiente; la educación requiere que los maestros desarrollen múltiples competencias, junto con la capacidad de diseñar experiencias de aprendizaje significativas, en las que los estudiantes estén en el centro del proceso”, señala IBM.
A decir de especialistas en el área educativa, estos cambios en las competencias técnicas y habilidades blandas que demanda el mercado en la fuerza laboral, también requieren que los maestros se conviertan en facilitadores y constructores del conocimiento.
Este 15 de mayo se celebra el Día del Maestro en México, una ocupación que tienen poco más de 2 millones de personas en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta fecha se estableció en 1917 y es para reconocer la labor del magisterio, una profesión que tiene cada vez más desafíos y frente a los cambios en el mercado, una mayor necesidad de reinventarse.
En los últimos 15 años, nuestro país ha emprendido esfuerzos por migrar de un modelo en el que los maestros poseen todo el conocimiento e imparten una cátedra por una hora sin interrupción a un esquema donde el profesor construya el conocimiento con sus estudiantes.
“Hay que transitar a un modelo basado en competencias en lugar de un sistema napoleónico de educación, es decir, donde el profesor lo sabe todo y se sienta frente a sus estudiantes y sólo lo escuchan. Ahora con el internet y los teléfonos inteligentes ya no es necesario tener al profesor enfrente, a veces los chicos tienen mayor información y mayores procesos actualizados que el profesor que está frente a ellos”, explica Carmen González Armenta, directora general de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En ese sentido, la funcionaria apunta que nuestro país necesita una transformación del magisterio en la que el conocimiento se construya dentro del aula. “No necesariamente yo como profesor debo saberlo todo, sino generar las condiciones para que podamos generar un conocimiento y decir: miren, ésta es la nueva máquina en el mundo y funciona con estas características y entonces comenzar con todos a ver cuáles son las leyes de la física que se aplican en esa máquina”.
El Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey plantea que el docente como facilitador del conocimiento tiene las siguientes funciones:
- Organizar el aprendizaje como una construcción de competencias
- Diseñar los temas con base en actividades realizadas por los estudiantes
- Diseñar estrategia para plantear el aprendizaje como una investigación
- Diseñar actividades para la experimentación y el trabajo en distintos escenarios
- Favorecer la interacción entre el aula, la institución y el mundo exterior
- Diseñar e introducir nuevas formas de evaluación
“Hasta hace un tiempo se pensaba que lo más importante era la profesionalización del docente, su enseñanza, lo que ellos decían, hacían y pensaban. Hoy día, el docente debe romper con esa idea, salir de ese error y admitir que lo más importante es el aprender de los alumnos, lo que descubren, lo que hacen, piensan, dicen, proyectan y organizan, con la ayuda, orientación y mediación del docente”, destaca el instituto en su reporte Educación basada en competencias.
Claves del nuevo personal docente
Caroline Mendoza, encargada de Operaciones de Aprendizaje de la plataforma Talisis, está consciente de que los docentes representan un cambio para formar profesionistas resilientes, creativos y que sepan solucionar problemas .
Sin embargo, en la experiencia de la otrora directora de Vinculación Académica de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), para desarrollar en los estudiantes las competencias de alta demanda en el mercado, el docente debe tener estas características:
» 1. Facilitar el aprendizaje
Esto significa, pasar de ser un transmisor de conocimientos a generar la iniciativa y motivación por el conocimiento, independientemente del nivel educativo en el que se imparte la clase.
La parte teórica en muchas ocasiones, dice la especialista, el alumno la consigue a través de internet. El reto es cómo se puede hacer práctica y útil esa información que está a un clic. “El facilitador tiene el compromiso de enseñar al estudiante a hacer uso de esta información de manera significativa”.
» 2. Educar con emociones
El formador tiene que amar la profesión y transmitir esa pasión a los estudiantes para formarlo con amor. Es clave educar con emociones y con el ejemplo, “creemos que la palabra convence, pero el ejemplo arrastra. Aquí el formador se vuelve pieza clave que lo que quiera transmitir es algo que también el vive en primera persona”.
Esto ayuda a que los alumnos apliquen este concepto en su vida laboral.
» 3. Recrear situaciones prácticas
“Necesitamos formadores que tengan sensibilidad de lo que pasa en el mundo real, que tengan experiencia inclusive en el mundo real para que ellos puedan llevar a la práctica muchas situaciones de resolución de problemas que puedan trabajar con nuestros estudiantes”, expone Mendoza.
» 4. Experiencia formativa integral
No sólo hay que formar buenos profesionales, sino buenas personas. Es decir, mejores ciudadanos que se preocupen por su sociedad, que sean socialmente responsables.
“Un modelo educativo tiene que estar inmerso en estos ejes transversales de humanidades para que realmente en esta formación de talento no olvidemos la parte de formación integral”, agrega.
Las especialistas coinciden que el desarrollo de habilidades digitales es uno de los mayores desafíos que enfrentan los docentes en nuestro país, pero reconocen que hay disposición el magisterio para avanzar en esto.
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