Berlusconi escapa por escasos tres votos a la moción de censura

Reuters, Afp y Dpa

Periódico La Jornada
Miércoles 15 de diciembre de 2010, p. 29
Roma, 14 de diciembre. Con un margen de tan sólo tres votos, el jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, sobrevivió hoy a un voto de censura en la Cámara de Diputados, a pesar del dominio de la oposición de izquierda y antiguos aliados de extrema derecha que buscaban acabar con su tercer mandato en las dos últimas décadas, iniciado en abril de 2008.

La victoria de Berlusconi en la Cámara baja no fue bien recibida en las calles de Roma y otras ciudades de Italia, donde decenas de miles de estudiantes protestaron contra su gobierno y los planes para reformar la administración de las universidades públicas.

Unos 40 jóvenes resultaron heridos en Roma durante enfrentamientos con la policía. Varios contingentes policiales cercaron las zonas donde se encuentran la Cámara baja y el Senado, en que paralelamente a la decisión de los diputados se llevó a cabo un voto de confianza que ratificó a Berlusconi como presidente del Consejo de Ministros de Italia.

Los organizadores de la protesta en Roma dijeron que unas 100 mil personas coparon las calles del centro de la capital; la mayoría eran estudiantes que tuvieron el respaldo de desempleados y damnificados del sismo de abril de 2009 que destruyó la localidad de L’Aquila, en el sur del país.

La reforma universitaria prevé la fusión de entidades pequeñas, el acceso a los consejos de administración a especialistas externos al sector académico y la reducción de los mandatos de los rectores. Los opositores afirman que las medidas que pretende introducir el gobierno conservador intentan sobre todo reducir gastos.

La iniciativa de someter al gobierno al voto de censura surgió esta vez de la crisis de gabinete desatada por un conflicto entre Berlusconi y el político neofascista Gianfranco Fini, quien fue hasta abril pasado aliado clave en la coalición gobernante de partidos.

En un sistema parlamentario como el de Italia los partidos forman coaliciones para ser llamados a formar gobiernos, cuando una sola organización carece de la mayoría absoluta en las cámaras.

Berlusconi, quien se encumbró desde la década de 1990 con su partido Forza Italia, sumó a Alianza Nacional, uno de los pequeños partidos regionales de derecha, como parte del grupo gobernante Pueblo de la Libertad.

El magnate de los medios de comunicación de Italia, que antes de iniciar su actividad empresarial y luego la carrera política fue animador de centros nocturnos en el balneario de Rimini, encabezó varias administraciones italianas entre 1994 y 1995 y de 2001 a 2006.
Durante el proceso de formación de este tercer gobierno de Berlusconi –tras la caída de un líder de centroizquierda–, el dueño del consorcio Mediaset discutió en público con Fini, quien en medio del alegato le dijo: “Y si te critico qué haces, ¿me corres?”

Cuatro meses después de ese choque, Fini fue expulsado de Pueblo de la Libertad, no obstante que durante mucho tiempo se pensó que el ahora presidente de la Cámara de Diputados era el favorito de Berlusconi para la sucesión en el liderazgo de las fuerzas de derecha de Italia.

El 15 de noviembre, cuatro ministros aliados de Fini presentaron su renuncia “irrevocable” al gabinete de Berlusconi. Como secuela de la crisis, casi un centenar de diputados pidieron el 2 de diciembre la dimisión del jefe de gobierno, y se fijó el 14 de diciembre como la fecha del voto de censura en la Cámara baja y del voto de confianza en el Senado.

Un total de 314 diputados apoyaron la administración del magnate con 311 que le negaron ese respaldo. Previamente los legisladores se enfrascaron en un debate que durante unos minutos fue interrumpido por un riña entre políticos de fracciones rivales.

En la Cámara alta, 162 adhirieron al gobierno, 132 votaron en su contra y 11 estuvieron ausentes.

Aunque la votación de los diputados no acabó con el gobierno, analistas políticos italianos consideraron hoy que el futuro del gobierno italiano será “inestable”, puesto que el primer ministro parece haber perdido la fuerza que alcanzó en los comicios de 2008.

Con mayoría de 100 diputados, Berlusconi contó durante dos años con un poder pocas veces visto en la Italia de posguerra, gobernada bajo los términos de una Constitución vigente desde 1949.

“Aunque ganó la votación, él está considerablemente debilitado. Es una crisis en desarrollo que no ayuda a Italia en un momento difícil para la política mundial”, dijo el profesor de historia contemporánea Paul Ginsborg, de la Universidad de Florencia.

“Potencialmente significa parálisis”, agregó. “Con una mayoría de tres, que podría reducirse con el tiempo, es extremadamente difícil gobernar”, afirmó.

Analistas consideran que con tan escasa mayoría su gobierno no tiene posibilidad de subsistir, y que una nueva crisis acabará con su administración derechista.

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