“Desacertada” expresión de Vargas Llosa sobre México
Del Correo Ilustrado de la Jornada
9-12-2010
Leí con atención en La Jornada el discurso del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa (8 diciembre). Lastimosa y distante de la realidad su alusión a México, al señalar que “respeta la legalidad”. Frase absurda, fría y profundamente irrespetuosa para la gran mayoría de mexicanos, mexicanas, indígenas, obreros, campesinos, estudiantes, las y los millones de jóvenes (8, según últimos reportes de la Universidad Nacional Autónoma de México) que ni estudian ni encuentran trabajo, los millones de desempleados y desempleadas. Y, sobre todo, los cientos de civiles muertos con motivo de la cruenta guerra contra la delincuencia organizada, en la cual, las autoridades policiacas federales y locales, y el Ejército, han mostrado notoria incapacidad para proteger a la población.
Seguramente la enorme capacidad literaria de Vargas Llosa le permitirá asomarse al campo mexicano, a los tribunales, a las cárceles, a la corrupción policíaca, para constatar la profunda miserable realidad del país, cuyas autoridades menosprecian la cultura, la educación y se mofan de la carencia de seguridad social de millones de mexicanos.
La sensibilidad literaria del Nobel seguramente le permitirá expresar una disculpa pública al pueblo de México por tan desacertada expresión.
José Lavanderos
Fuente
9-12-2010
Leí con atención en La Jornada el discurso del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa (8 diciembre). Lastimosa y distante de la realidad su alusión a México, al señalar que “respeta la legalidad”. Frase absurda, fría y profundamente irrespetuosa para la gran mayoría de mexicanos, mexicanas, indígenas, obreros, campesinos, estudiantes, las y los millones de jóvenes (8, según últimos reportes de la Universidad Nacional Autónoma de México) que ni estudian ni encuentran trabajo, los millones de desempleados y desempleadas. Y, sobre todo, los cientos de civiles muertos con motivo de la cruenta guerra contra la delincuencia organizada, en la cual, las autoridades policiacas federales y locales, y el Ejército, han mostrado notoria incapacidad para proteger a la población.
Seguramente la enorme capacidad literaria de Vargas Llosa le permitirá asomarse al campo mexicano, a los tribunales, a las cárceles, a la corrupción policíaca, para constatar la profunda miserable realidad del país, cuyas autoridades menosprecian la cultura, la educación y se mofan de la carencia de seguridad social de millones de mexicanos.
La sensibilidad literaria del Nobel seguramente le permitirá expresar una disculpa pública al pueblo de México por tan desacertada expresión.
José Lavanderos
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