Anuncian "indignados" de España dos actos de repudio al neoliberalismo
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 6 de junio de 2011, p. 28
Madrid, 5 de junio. El movimiento de los "indignados", que surgió tras las manifestaciones del pasado 15 de mayo (15-M) contra el modelo económico y político neoliberal, anunció dos grandes actos de repudio a la forma de ejercer el poder de la actual clase política y empresarial. Uno será el 11 de junio –día de la toma de posesión de los alcaldes elegidos en los recientes comicios municipales– y el otro el 19, en el que tiene prevista una gran movilización ciudadana que partirá de todas las plazas tomadas en el país para concentrarse en Madrid.
La revolución de los indignados reunió por primera vez en la madrileña Puerta del Sol a representantes de las 56 organizaciones diseminadas en todo el país cuyo punto en común es el surgimiento en torno a las convocatorias de Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro. Los representantes de todas las delegaciones del Estado español debatieron y decidieron en tres días la estrategia y el contenido a futuro del movimiento, que en menos de un mes ha crecido tanto al interior como al exterior del país.
Bajo el convencimiento de que "nuestra lucha continúa", los ciudadanos españoles explicaron que su movilización será permanente, pues "no queremos seguir impasibles ante todos los ataques y recortes que seguirán aplicándose, esta vez desde Europa".
El movimiento del 15-M eligió las dos fechas por su alta carga simbólica: el 11 de junio porque es la toma de posesión de los nuevos alcaldes, de los cuales hay al menos 115 imputados por delitos de corrupción y donde a juicio del movimiento se hace realidad tanto el bipartidismo como la falta de transparencia y participación del modelo democrático actual.
El 19 de junio coincidirá con la firma de un nuevo pacto para mantener a flote el euro, lo que supondrá una nueva rebaja del estado de bienestar, con el aumento general de la edad de jubilación, la privatización del sector público y recortes a los derechos de los trabajadores. "El hartazgo de la población es más que evidente. Sabemos que nos tomará muchísimo esfuerzo esta lucha: no podremos arreglar en un año lo que se ha gestado en tantos, pero no desistiremos", explicaron.
Fuente
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Lunes 6 de junio de 2011, p. 28
Madrid, 5 de junio. El movimiento de los "indignados", que surgió tras las manifestaciones del pasado 15 de mayo (15-M) contra el modelo económico y político neoliberal, anunció dos grandes actos de repudio a la forma de ejercer el poder de la actual clase política y empresarial. Uno será el 11 de junio –día de la toma de posesión de los alcaldes elegidos en los recientes comicios municipales– y el otro el 19, en el que tiene prevista una gran movilización ciudadana que partirá de todas las plazas tomadas en el país para concentrarse en Madrid.
La revolución de los indignados reunió por primera vez en la madrileña Puerta del Sol a representantes de las 56 organizaciones diseminadas en todo el país cuyo punto en común es el surgimiento en torno a las convocatorias de Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro. Los representantes de todas las delegaciones del Estado español debatieron y decidieron en tres días la estrategia y el contenido a futuro del movimiento, que en menos de un mes ha crecido tanto al interior como al exterior del país.
Bajo el convencimiento de que "nuestra lucha continúa", los ciudadanos españoles explicaron que su movilización será permanente, pues "no queremos seguir impasibles ante todos los ataques y recortes que seguirán aplicándose, esta vez desde Europa".
El movimiento del 15-M eligió las dos fechas por su alta carga simbólica: el 11 de junio porque es la toma de posesión de los nuevos alcaldes, de los cuales hay al menos 115 imputados por delitos de corrupción y donde a juicio del movimiento se hace realidad tanto el bipartidismo como la falta de transparencia y participación del modelo democrático actual.
El 19 de junio coincidirá con la firma de un nuevo pacto para mantener a flote el euro, lo que supondrá una nueva rebaja del estado de bienestar, con el aumento general de la edad de jubilación, la privatización del sector público y recortes a los derechos de los trabajadores. "El hartazgo de la población es más que evidente. Sabemos que nos tomará muchísimo esfuerzo esta lucha: no podremos arreglar en un año lo que se ha gestado en tantos, pero no desistiremos", explicaron.
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