Costosas pruebas de la SEP no mejoran la enseñanza: expertos

Karina Avilés

Periódico La Jornada
Lunes 31 de octubre de 2011, p. 13

Con derroche de recursos públicos que en 2012 será de unos 900 millones de pesos para costear las dos pruebas en el sector educativo más publicitadas por el gobierno federal, la evaluación ha servido, en términos comerciales, para generar millonarias ganancias a editoriales privadas; en el ámbito político, para que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el sindicato magisterial "se laven la cara" y, en el académico, de "poco o nada" ha mejorado la enseñanza, opinaron expertos.

Sin embargo, para los funcionarios de la SEP, el sistema evaluatorio "vale la pena", pese a los altos costos. El subsecretario de Educación Básica y yerno de la maestra Elba Esther Gordillo, Fernando González Sánchez, aseguró que es necesario crear instituciones de evaluación en cada entidad de la República.

Los especialistas lamentaron la forma en que el gobierno asume la tendencia internacional de evaluación educativa. En el país, los resultados de estos diagnósticos no se traducen en prácticas que modifiquen el grave déficit en enseñanza, observaron.

Parece que existe un intento estatal de darle "al traste a la educación pública" porque la meta del Estado es "entrenar a los niños para resolver pruebas" y no educarlos para pensar, advierte el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ángel Díaz Barriga. "El que debería estar reprobado es el Estado, no el maestro o los alumnos", sostiene.

El próximo año estudiantes de escuelas públicas y privadas de 15 años presentarán el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). De igual forma, más de 15 millones de alumnos de educación básica y media superior deberán resolver la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace), en tanto que miles de maestros se presentarán al concurso nacional para la asignación de plazas y unos 600 mil docentes de primaria harán por primera vez la llamada evaluación universal.

González Sánchez puntualizó que Pisa tendrá un costo de 500 millones de pesos, en tanto que Enlace, en educación básica y bachillerato implicará un gasto de 390 millones de pesos.

Catalina Inclán, integrante del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la máxima casa de estudios, consideró que al final de estos ejercicios “mucho queda desperdiciado, poco se aprovecha, casi no impacta en la práctica cotidiana de los maestros y difícilmente podemos valorar qué sucede con el aprendizaje de alumnos…

"No sólo se desperdicia papel, energía, sino recursos públicos y queda la sensación de que el siguiente sexenio implementará otros programas. Pero mientras los planes no puedan trascender más de seis años no se tendrán elementos suficientes para decir lo que pasa."

La directora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Yoloxóchitl Bustamante, consideró que el dinero que se invierte en la evaluación es necesario porque "sí se sacan conclusiones, pero los cambios no se pueden dar de un día para otro".

Ángel Díaz Barriga advirtió que la evaluación en el sistema educativo mexicano ha servido para que editoriales privadas, elaboren sus libros para "entrenar" a escolares en estas pruebas.

Por ejemplo, editorial Santillana, parte del influyente grupo de comunicación español Prisa, tiene todo un catálogo en la materia. En una de sus series, la que lleva por título Aprobado, cuenta con guías de estudio de primaria, así como de secundaria, preparatoria y también ofrece "ediciones anotadas para el profesor".

Los primeros ejercicios de Aprobado consisten en invitar a los alumnos a rellenar los pequeños círculos de opción múltiple”.

Por ello, afirmó Díaz Barriga, esto empobrece la formación del estudiante bajo la fórmula: "No te educo para que pienses sino para que llenes una bolita". En esa perspectiva, los maestros dedican parte importante del horario, entre enero y marzo –en una escuela que de por sí es de medio tiempo– para que los alumnos completen los cuadernillos de Enlace.

Esto un "cambio regresivo" porque el tiempo se debería dedicar a impulsar procesos de aprendizaje más auténticos, enfatizó. Paralelamente, a los maestros se les ha puesto en entredicho porque los resultados de Enlace se han utilizado para "juzgar su labor". Y al descalificar al docente se ha desalentado la educación normal, cuando lo que se requiere es una verdadera reforma, pero es la única transformación que no hace el Estado.

Inclán calificó de "paradoja" el que evaluaciones como Pisa hayan servido para establecer metas del gobierno en el programa sectorial y, por otro lado, sus resultados no se tomen en cuenta para dar curso a "nuevas prácticas" en el proceso educativo.

El tema se enfoca hacia la parte publicitaria y política, pero no a acciones concretas, sostuvo.

González Sánchez dio la razón a quienes consideran que las evaluaciones implican una fuerte erogación y no sirven de mucho, en el "corto plazo". Dijo, sin embargo, que la estrategia ha permitido crear el programa de Mejora de Logro Escolar, así como "regionalizar las debilidades del sistema y focalizar temáticamente las debilidades de docentes. Esto genera una estrategia de formación para los maestros mucho mejor estructurada que la que teníamos cuando entramos".

Sin embargo, el funcionario indicó que es necesario transitar de la evaluación diagnóstica a la formativa "para luego encontrar otras formas de avance de los estudiantes".

El gobierno federal, finalizó Díaz Barriga, ha utilizado el asunto para "colgarse la medallita de que ha querido mejorar la calidad y no tiene miedo a las evaluación aunque sea irracional".

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