A dos años de la extinción
NOTICIASNET.MX
Enviado por iflores el 25 Oct 2011 - 23:14.
* Ricardo Monreal Ávila
* Oaxaca
A dos años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), contrariamente a lo que ofreció el gobierno federal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha mejorado el servicio y ha encarecido las tarifas a tal grado que la empresa enfrenta miles de demandas y descontento social por los cobros excesivos. La paraestatal ha debido pagar a cientos de contratistas casi 3 mil millones de pesos por servicios y otros 2 mil millones por obras que antes hacían los trabajadores.
En los 24 meses que han transcurrido desde la desaparición de LFC, mismos que se cumplieron el pasado 11 de octubre, el gobierno federal no logró apagar la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ni tampoco ha podido cerrar los expedientes laboral ni legal con esa organización, que representa a los 16 mil 599 trabajadores que no se liquidaron.
Copias de documentos del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), proporcionadas por jubilados del gremio al diario La Jornada (10 de octubre 2011), revelan que desde octubre de 2009 el gobierno federal pagó más a contratistas, empresas privadas, viáticos y salarios de trabajadores traídos de otros estados que el costo laboral de la plantilla que tenía LFC. Sólo de viáticos se erogaron más de mil 900 millones de pesos, y otros 2 mil 300 por pago de servicios personales a trabajadores de la CFE que han laborado para la zona centro del país.
En total, el proceso de extinción de LFC ha costado al país cerca de 10 mil millones de pesos, más 12 mil de liquidaciones, con lo cual se hubieran podido pagar los sueldos de todos los trabajadores de la paraestatal durante cinco años, según revela la información oficial.
Adicionalmente, la CFE está solicitando a la Cámara de Diputados una partida presupuestal de 67 mil millones de pesos para pagar los contratos de generación de electricidad a empresas trasnacionales en 2012. Dichas transferencias "son un verdadero atraco a la nación, porque el país cuenta con un margen de reserva de energía de 47 por ciento de su capacidad instalada que podría utilizarse para ahorrar este cobro e incluso bajar las tarifas", según han señalado diversos técnicos y especialistas de la propia CFE.
De acuerdo a datos de la propia CFE, de 1997 a 2009, las tarifas eléctricas de la paraestatal a la mediana y gran industria, aumentaron en más de 3 veces su valor nominal, seguidas de las domesticas que lo hicieron en 2.8 veces. Otras fuentes han dicho que el quebranto al erario público por actos de corrupción en CFE asciende anualmente a 2 mil millones de dólares (Reporte Indigo).
El esquema de triangulación que usa es muy sencillo: le permite percibir comisiones o asesorías simuladas para poder sustraer las cuantiosas prebendas a través de prestanombres, empresas filiales o firmas creadas con un fin: Lavar actividades ilícitas simulando actividades empresariales.
Este modus operandi provoca que el servicio eléctrico y otros energéticos, como el gas, se incrementen en forma exorbitante, ello impacta directamente al consumo domestico de las familias, sobre todo de las más pobres, ya que se eleva el valor de la cadena productiva industrial, lo que da como resultado un precio más elevado de todos los productos que se generan.
Por ejemplo, en el contrato por 15 años que tiene que cubrir la firma española Repsol con la CFE para el suministro de gas por 500 millones de pies cúbicos diarios, representa un costo real de 6 mil 26 millones de dólares, ya que el costo máximo del energético que Repsol suministra en Manzanillo es de 2.45 dólares por millón de Unidades Térmicas Británicas (BTU, por sus siglas en ingles). Ello de conformidad con lo siguiente:
A) Producción: 60 centavos de dólar (M por BTU).
B) Transporte por gasoducto a la planta de licuefacción: 40 centavos de dólar (M por BTU).
C) Licuefacción: 1.00 dólar (M por BTU).
D) Transporte por barco de Perú a Manzanillo: 45 centavos de dólar (M por BTU).
Sin embargo, la CFE contrató a Repsol para pagarle 21 mil millones de dólares, o sea, hay un costo inflado de 15 mil millones de dólares que nadie sabe a dónde van a parar.
En conclusión, la extinción salió más cara que el mantenimiento de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. El gobierno de Felipe Calderón no ha tenido ningún ahorro; ha erogado más para dar un servicio peor; desapareció por la vía de los hechos el subsidio a los usuarios; no ha recuperado las cuentas por cobrar que dejó LFC, y no mantuvo un control de los inventarios que dejó esta empresa.
Asimismo, "seguirá pagando el costo político de sacrificar a 44 mil trabajadores que siguen en el desempleo", señaló el abogado del sindicato, Manuel Fuentes, quien planteó que continúan vigentes los litigios laborales por reinstalación de los 16 mil 599 trabajadores que no se liquidaron. "Otros despachos llevan miles de juicios de trabajadores que se liquidaron y que están demandando diferencias en su pago y también reinstalaciones. Los pleitos no han cesado" (La Jornada, 10 de octubre 2011).
Lejos de todos los pronósticos y tras dos años de movilización, marchas, mítines, huelgas de hambre, plantones, alianzas y otras acciones, los trabajadores que siguen en la lucha no se han cansado. Para que levantaran el plantón que mantuvieron en el Zócalo durante medio año, el gobierno federal volvió a sentarse a negociar con el SME y se comprometió a que antes del 30 de noviembre del presente año los miles que continúan en resistencia serían reinsertados laboralmente. La Secretaría del Trabajo entregó la toma de nota al comité ejecutivo encabezado por Martín Esparza, y la Procuraduría General de la República le regresó las cuotas sindicales.
La causa de utilidad pública que argumentó el gobierno federal para la extinción de la CLFC se convirtió en una causa de utilidad privada y en un nuevo boquete fiscal, más grande que aquel que se pretendió tapar hace ya dos años.
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx
Twitter: @monreala
Fuente
Enviado por iflores el 25 Oct 2011 - 23:14.
* Ricardo Monreal Ávila
* Oaxaca
A dos años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), contrariamente a lo que ofreció el gobierno federal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha mejorado el servicio y ha encarecido las tarifas a tal grado que la empresa enfrenta miles de demandas y descontento social por los cobros excesivos. La paraestatal ha debido pagar a cientos de contratistas casi 3 mil millones de pesos por servicios y otros 2 mil millones por obras que antes hacían los trabajadores.
En los 24 meses que han transcurrido desde la desaparición de LFC, mismos que se cumplieron el pasado 11 de octubre, el gobierno federal no logró apagar la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ni tampoco ha podido cerrar los expedientes laboral ni legal con esa organización, que representa a los 16 mil 599 trabajadores que no se liquidaron.
Copias de documentos del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), proporcionadas por jubilados del gremio al diario La Jornada (10 de octubre 2011), revelan que desde octubre de 2009 el gobierno federal pagó más a contratistas, empresas privadas, viáticos y salarios de trabajadores traídos de otros estados que el costo laboral de la plantilla que tenía LFC. Sólo de viáticos se erogaron más de mil 900 millones de pesos, y otros 2 mil 300 por pago de servicios personales a trabajadores de la CFE que han laborado para la zona centro del país.
En total, el proceso de extinción de LFC ha costado al país cerca de 10 mil millones de pesos, más 12 mil de liquidaciones, con lo cual se hubieran podido pagar los sueldos de todos los trabajadores de la paraestatal durante cinco años, según revela la información oficial.
Adicionalmente, la CFE está solicitando a la Cámara de Diputados una partida presupuestal de 67 mil millones de pesos para pagar los contratos de generación de electricidad a empresas trasnacionales en 2012. Dichas transferencias "son un verdadero atraco a la nación, porque el país cuenta con un margen de reserva de energía de 47 por ciento de su capacidad instalada que podría utilizarse para ahorrar este cobro e incluso bajar las tarifas", según han señalado diversos técnicos y especialistas de la propia CFE.
De acuerdo a datos de la propia CFE, de 1997 a 2009, las tarifas eléctricas de la paraestatal a la mediana y gran industria, aumentaron en más de 3 veces su valor nominal, seguidas de las domesticas que lo hicieron en 2.8 veces. Otras fuentes han dicho que el quebranto al erario público por actos de corrupción en CFE asciende anualmente a 2 mil millones de dólares (Reporte Indigo).
El esquema de triangulación que usa es muy sencillo: le permite percibir comisiones o asesorías simuladas para poder sustraer las cuantiosas prebendas a través de prestanombres, empresas filiales o firmas creadas con un fin: Lavar actividades ilícitas simulando actividades empresariales.
Este modus operandi provoca que el servicio eléctrico y otros energéticos, como el gas, se incrementen en forma exorbitante, ello impacta directamente al consumo domestico de las familias, sobre todo de las más pobres, ya que se eleva el valor de la cadena productiva industrial, lo que da como resultado un precio más elevado de todos los productos que se generan.
Por ejemplo, en el contrato por 15 años que tiene que cubrir la firma española Repsol con la CFE para el suministro de gas por 500 millones de pies cúbicos diarios, representa un costo real de 6 mil 26 millones de dólares, ya que el costo máximo del energético que Repsol suministra en Manzanillo es de 2.45 dólares por millón de Unidades Térmicas Británicas (BTU, por sus siglas en ingles). Ello de conformidad con lo siguiente:
A) Producción: 60 centavos de dólar (M por BTU).
B) Transporte por gasoducto a la planta de licuefacción: 40 centavos de dólar (M por BTU).
C) Licuefacción: 1.00 dólar (M por BTU).
D) Transporte por barco de Perú a Manzanillo: 45 centavos de dólar (M por BTU).
Sin embargo, la CFE contrató a Repsol para pagarle 21 mil millones de dólares, o sea, hay un costo inflado de 15 mil millones de dólares que nadie sabe a dónde van a parar.
En conclusión, la extinción salió más cara que el mantenimiento de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. El gobierno de Felipe Calderón no ha tenido ningún ahorro; ha erogado más para dar un servicio peor; desapareció por la vía de los hechos el subsidio a los usuarios; no ha recuperado las cuentas por cobrar que dejó LFC, y no mantuvo un control de los inventarios que dejó esta empresa.
Asimismo, "seguirá pagando el costo político de sacrificar a 44 mil trabajadores que siguen en el desempleo", señaló el abogado del sindicato, Manuel Fuentes, quien planteó que continúan vigentes los litigios laborales por reinstalación de los 16 mil 599 trabajadores que no se liquidaron. "Otros despachos llevan miles de juicios de trabajadores que se liquidaron y que están demandando diferencias en su pago y también reinstalaciones. Los pleitos no han cesado" (La Jornada, 10 de octubre 2011).
Lejos de todos los pronósticos y tras dos años de movilización, marchas, mítines, huelgas de hambre, plantones, alianzas y otras acciones, los trabajadores que siguen en la lucha no se han cansado. Para que levantaran el plantón que mantuvieron en el Zócalo durante medio año, el gobierno federal volvió a sentarse a negociar con el SME y se comprometió a que antes del 30 de noviembre del presente año los miles que continúan en resistencia serían reinsertados laboralmente. La Secretaría del Trabajo entregó la toma de nota al comité ejecutivo encabezado por Martín Esparza, y la Procuraduría General de la República le regresó las cuotas sindicales.
La causa de utilidad pública que argumentó el gobierno federal para la extinción de la CLFC se convirtió en una causa de utilidad privada y en un nuevo boquete fiscal, más grande que aquel que se pretendió tapar hace ya dos años.
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx
Twitter: @monreala
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