Se atrinchera Sección 22 tras supresión del IEEPO
21 de julio de 2015
Destacado
Policías vigilan el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca. Foto: Jesús Cruz |
MÉXICO, D.F. (apro).- Luego del anuncio de la desaparición
del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), el centro
de la capital oaxaqueña se convirtió en un virtual “búnker” apuntalado
por barricadas construidas por integrantes de la Sección 22 de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Después de la conferencia del gobernador Gabino Cué junto con representantes del gobierno federal, los docentes tomaron autobuses de transporte y turísticos para bloquear calles como Hidalgo, Fiallo y Armenta y López, Guerrero y Colón, que dan acceso al Centro Histórico de la ciudad.
Más tarde, el líder magisterial Rubén Núñez Ginés encabezó un mitin en el que instruyó a sus agremiados a resguardar sitios estratégicos que mantienen bajo control, como el zócalo y el edificio sindical.
Además, entre los maestros disidentes corrió una circular en la que el mismo Núñez Ginés convoca a las bases a realizar mítines y concentraciones masivas y permanentes en las ocho regiones del estado en repudio del anuncio del IEEPO.
En el documento, el representante de la Sección 22 de la CNTE exhortó a las bases a exigir al gobierno estatal y federal la respuesta a su pliego de demandas y fijar un posicionamiento político contra la intención del gobierno para desarticular su movimiento.
Los profesores amenazaron a los representantes de los medios de comunicación que se acercaron a la zona para realizar su trabajo. Les advirtieron que si tomaban fotos o videos, les quitarían su equipo; además, los acusaron de ser “cómplices del Estado”.
Desde antes del anuncio de la desaparición del IEEPO, unos tres mil 500 elementos de la Policía Federal y la Gendarmería desplegaron un operativo para resguardar las instalaciones del instituto. La policía estatal tomó las instalaciones de las fiscalías Especial para Asuntos Magisteriales (FEPAM) y la Investigaciones para Delitos de Trascendencia Social (FIDTS), que ocupa el mismo edificio.
Más tarde, las secciones de la CNTE del Distrito Federal, Estado de México y Michoacán dieron el espaldarazo a la 22. Incluso, sus dirigentes recibido llamadas de apoyo de los secretarios seccionales de Morelos, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Baja California, Sonora, Sinaloa, Tabasco, Campeche y Yucatán.
Nuevo instituto, mismo director
Luego del anuncio de la desaparición del IEEPO y la creación del nuevo Instituto de Educación, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, anunció que Moisés Robles repetiría como director del nuevo Instituto de Educación estatal.
El mandatario oaxaqueño argumentó que dejar a Robles en el mismo puesto responde a su experiencia en el ramo: “Es una gente que yo nombré, es una gente que tiene ya la experiencia en esta materia y conoce a las maestras y maestros de Oaxaca y a su dirigencia. Y lo que vamos a hacer en las próximas horas es nombrar a la nueva mesa directiva correspondiente al nuevo órgano, a los nuevos funcionarios que estarán al frente de esta dependencia”, dijo en entrevista con Radio Fórmula.
Cué Monteagudo agregó que la mesa directiva nombrará a unas 300 personas para ocupar los cargos directivos del nuevo instituto.
Por su parte, Gabriel Hernández García, dirigente estatal del Movimiento Antorcha Campesina, consideró que la decisión del gobierno estatal para reestructurar el IEEPO “ya se veía venir”.
Añadió que “muchos de los objetivos de la 22 se desvirtuaron”, además de que hubo “muchas situaciones de abuso de autoridad”, dijo en entrevista, luego de un acto cultural en la capital oaxaqueña.
Alertan posible represión
En el contexto del anuncio de esta mañana, alrededor de 15 organizaciones civiles de Oaxaca alertaron que desde las esferas gubernamentales se fragua la represión generalizada de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) con la militarización del estado, la desaparición del IEEPO y la criminalización de la protesta social.
Sus representantes demandaron la salida inmediata de la Policía Federal y la Gendarmería del estado y responsabilizaron a los gobiernos federal y estatal de lo que pueda ocurrir a raíz del proceso de militarización que vive Oaxaca.
Consideraron que las declaraciones del gobernador Gabino Cué, quien dijo que “para aplicar la ley hay que tener un estado de fuerza y Oaxaca no lo tiene”, fueron un mensaje claro para la Sección 22.
Peor aún, alertaron, el anuncio de la desaparición del IEEPO anticipa “una nueva ola de represión y criminalización” en el estado y contra el magisterio.
Las agrupaciones argumentaron que el golpe se preparó desde inicios de junio, cuando se desplegó un fuerte dispositivo del Ejército, la Policía Federal y Estatal y la Gendarmería para “resguardar las elecciones” intermedias.
Organizaciones como el Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Servicios para una Educación Alternativa e Iniciativa Ciudadana Oaxaca manifestaron su preocupación por “la utilización de la Policía Federal y las fuerzas armadas contra el magisterio oaxaqueño y la ciudadanía en general”.
Por último, insistieron en que “la ola de represión contra los movimientos sociales y de organización ciudadana no pueden continuar ante las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que significan y cuyas consecuencias claramente se pueden mirar en hechos como los ocurridos en Ostula, Iguala y otros puntos del país”. (Con información de Pedro Matías)
Fuente
Después de la conferencia del gobernador Gabino Cué junto con representantes del gobierno federal, los docentes tomaron autobuses de transporte y turísticos para bloquear calles como Hidalgo, Fiallo y Armenta y López, Guerrero y Colón, que dan acceso al Centro Histórico de la ciudad.
Más tarde, el líder magisterial Rubén Núñez Ginés encabezó un mitin en el que instruyó a sus agremiados a resguardar sitios estratégicos que mantienen bajo control, como el zócalo y el edificio sindical.
Además, entre los maestros disidentes corrió una circular en la que el mismo Núñez Ginés convoca a las bases a realizar mítines y concentraciones masivas y permanentes en las ocho regiones del estado en repudio del anuncio del IEEPO.
En el documento, el representante de la Sección 22 de la CNTE exhortó a las bases a exigir al gobierno estatal y federal la respuesta a su pliego de demandas y fijar un posicionamiento político contra la intención del gobierno para desarticular su movimiento.
Los profesores amenazaron a los representantes de los medios de comunicación que se acercaron a la zona para realizar su trabajo. Les advirtieron que si tomaban fotos o videos, les quitarían su equipo; además, los acusaron de ser “cómplices del Estado”.
Desde antes del anuncio de la desaparición del IEEPO, unos tres mil 500 elementos de la Policía Federal y la Gendarmería desplegaron un operativo para resguardar las instalaciones del instituto. La policía estatal tomó las instalaciones de las fiscalías Especial para Asuntos Magisteriales (FEPAM) y la Investigaciones para Delitos de Trascendencia Social (FIDTS), que ocupa el mismo edificio.
Más tarde, las secciones de la CNTE del Distrito Federal, Estado de México y Michoacán dieron el espaldarazo a la 22. Incluso, sus dirigentes recibido llamadas de apoyo de los secretarios seccionales de Morelos, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Baja California, Sonora, Sinaloa, Tabasco, Campeche y Yucatán.
Nuevo instituto, mismo director
Luego del anuncio de la desaparición del IEEPO y la creación del nuevo Instituto de Educación, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, anunció que Moisés Robles repetiría como director del nuevo Instituto de Educación estatal.
El mandatario oaxaqueño argumentó que dejar a Robles en el mismo puesto responde a su experiencia en el ramo: “Es una gente que yo nombré, es una gente que tiene ya la experiencia en esta materia y conoce a las maestras y maestros de Oaxaca y a su dirigencia. Y lo que vamos a hacer en las próximas horas es nombrar a la nueva mesa directiva correspondiente al nuevo órgano, a los nuevos funcionarios que estarán al frente de esta dependencia”, dijo en entrevista con Radio Fórmula.
Cué Monteagudo agregó que la mesa directiva nombrará a unas 300 personas para ocupar los cargos directivos del nuevo instituto.
Por su parte, Gabriel Hernández García, dirigente estatal del Movimiento Antorcha Campesina, consideró que la decisión del gobierno estatal para reestructurar el IEEPO “ya se veía venir”.
Añadió que “muchos de los objetivos de la 22 se desvirtuaron”, además de que hubo “muchas situaciones de abuso de autoridad”, dijo en entrevista, luego de un acto cultural en la capital oaxaqueña.
Alertan posible represión
En el contexto del anuncio de esta mañana, alrededor de 15 organizaciones civiles de Oaxaca alertaron que desde las esferas gubernamentales se fragua la represión generalizada de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) con la militarización del estado, la desaparición del IEEPO y la criminalización de la protesta social.
Sus representantes demandaron la salida inmediata de la Policía Federal y la Gendarmería del estado y responsabilizaron a los gobiernos federal y estatal de lo que pueda ocurrir a raíz del proceso de militarización que vive Oaxaca.
Consideraron que las declaraciones del gobernador Gabino Cué, quien dijo que “para aplicar la ley hay que tener un estado de fuerza y Oaxaca no lo tiene”, fueron un mensaje claro para la Sección 22.
Peor aún, alertaron, el anuncio de la desaparición del IEEPO anticipa “una nueva ola de represión y criminalización” en el estado y contra el magisterio.
Las agrupaciones argumentaron que el golpe se preparó desde inicios de junio, cuando se desplegó un fuerte dispositivo del Ejército, la Policía Federal y Estatal y la Gendarmería para “resguardar las elecciones” intermedias.
Organizaciones como el Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Servicios para una Educación Alternativa e Iniciativa Ciudadana Oaxaca manifestaron su preocupación por “la utilización de la Policía Federal y las fuerzas armadas contra el magisterio oaxaqueño y la ciudadanía en general”.
Por último, insistieron en que “la ola de represión contra los movimientos sociales y de organización ciudadana no pueden continuar ante las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que significan y cuyas consecuencias claramente se pueden mirar en hechos como los ocurridos en Ostula, Iguala y otros puntos del país”. (Con información de Pedro Matías)
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