Testimonios del Libro "Diez Años de Frecuencia Laboral" HISTORIAS DE PODER Y CORRUPCIÓN
Uno de los instrumentos de control social más
eficiente de los gobiernos es el control sistemático de los medios
masivos de difusión. México, no es la excepción, está sometido por un
duopolio, Televisa y TV Azteca, que controla al 92% de canales de
televisión y estaciones de radio, además de medios escritos, que imponen
imponer un cerco informativo a todos los movimientos sociales y
sindicales que protestan contra sus políticas de despojo, advirtio
Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de
Electricistas al inaugurar la presentación del libro "Diez Años de
Frecuencia Laboral: El Espacio donde los Trabajadores son la Noticia".
Por eso resulta de vital importancia crear medios alternativos de comunicación como Frecuencia Laboral y su portal www.frecuencialaboral.com a
partir del 12 de octubre de 2005, que en el marco de su décimo
aniversario editó un libro con las historias de poder y corrupción que
ha reportado en sus emisiones semana tras semana, sobre el contexto real
en que se han suscitado los despojos de bienes nacionales,
ejidales,comunales, riquezas naturales y recursos energéticos, así como
se han aniquilidado los derechos humanos de los trabajadores y de la
sociedad en su conjunto.
En el libro "Diez Años de Frecuencia Laboral:
El Espacio donde los Trabajadores son la Noticia", se expone cómo
casualmente son parte del consejo de administración del duopolio
Televisa-TV Azteca los altos funcionarios públicos y magnates (excepto
Carlos Slim, que también se ha enriquecido con esa política, pero
mantiene su propio emporio, aunque pronto pasará a ser de la misma
familia) que han estado involucrados en casos de violencia laboral,
despidos masivos, uso y abuso de los recursos públicos para crear sus
propias empresas, mediante privatizaciones o concesiones ilegales, de
fast-track o haciendo reformas con las que han legalizado lo ilegal.
La que redacta esta información, María de
Lourdes Martínez González precisó que altos funcionarios púúblicos se
han enriquecido y se han convertido en empresarios y banqueros
despojando a la nación. Como los ex secretarios de Hacienda de gobiernos
priístas como Pedro Aspe, que mediante su empresa Protego, renegoció la
deuda de los estados y lejos de reducirla la disparó, quien creo
empresas fantasma en Petróleos Mexicanos como PMI, que operaba en el
extranjero con personal y recursos de PEMEX y no le reportaba cuentas ni
ganancias. Guillermo Ortíz Martínez ex presidente del consejo de
Banorte, así como Jorge y Carlos Hank -hijo y nieto del ex político y
líder del grupo político Atlacomulco, el más importante de México-
actuales directivos y presdientes del consejo de Banorte, que hoy por
hoy maneja el mayor número de cuentas en Afores, en donde los
trabajadores pierden y los únicos que ganan son los banqueros.
Otros altos funcionarios de gobierno panista
como Francisco Gil Díaz, ex secretario de Hacienda quien ahora es
presidente de una filial de MoviStar en México y se quedó con la fibra
óptica que se instaló en el país. Al igual que los panistas Ernesto
Martens y Fernando Canales Clarión, entre muchos otros. Así como todos
los directores y ex directores de Petróleos Mexicanos, como señaló el
presidentes del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE), Jose
Mario Galicia Yépez.
Entre los empresarios más beneficiados de
esta política del despojo impuesta por los gobiernos panistas y priista
del nuevo milenio destacan Carlos Slim, Germán Larrea y Alberto
Bailleres, magnates mineros y banqueros quienes se encuentran entre los
hombres más ricos del país, han visto aumentar su riqueza con la
asignación de nuevas concesiones de empresas o recursos públicos y hasta
de los dineros que ahorran los trabajadores para su retiro, Afores.
Han impuesto las denominadas "reformas
estructurales" para legalizar esa política de desmantelamiento los
bienes de la nación y de los bienes ejidales y comunales, para
entregarla a los grandes emporios nacionales y extranjeros. Pero cuando
no pueden por la buena lo hacen desplegando al ejército, a policías
federales y hasta a paramilitares, para eliminar todo vestigio de
rechazo a sus políticas y a sus deseos de acumulación desmedidos,
advirtió la doctora Josefina Morales.
Pero no conformes con quedarse con la riqueza
nacional, cada día endeudan al país con casi dos mil millones de
dólares, que no utilizan para el desarrollo nacional sino que se quedan
en el camino, dejando a la sociedad más endeudada que nunca, sin
generación de fuentes de empleo ni mejora salarial. En los últimos 40
años la canasta básica se ha disparado en 5000% mientras que los
salarios sólo han crecido 1000%, hizo notar el maestro en economía y
director del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad
Nacional Autónoma de México (CAM-UNAM).
Por eso el maestro en ciencias, Socrates
Silverio Galicia Fuentes, secretario del exterior del sindicato de
Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma Chapingo, planteó que
los trabajadores deben organizarse bajo criterios de solidaridad, bajo
criterios más políticos que económicos. Para que diseñen nuevas
estrategias en la defensa de sus derechos civiles, políticos, sociales,
económicos y culturales, frente al embate de esta secta neoliberar que
pretende la acumulación de capital mediante el despojo de todo y de
todos.
La abogada especializada en seguridad social
hizo un llamado a defender al Instituto Mexicano del Seguro Social, al
Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado
y a reclamar la derogacion de la reforma laboral, porque con la nueva
Ley Federal del Trabajo que cumplirá 3 años se impuso el neo esclavismo a
los trabajadores.
Por su parte el doctor
Luis Manuel Pérez H. Pantoja,
Profesor- Investigador de la Maestría en Ciencias en Salud de los
Trabajadores, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, opinó que
estamos mucho peor que hace cuatro o cinco décadas. "El retroceso ha
sido enorme y los supuestos avances de estas políticas ya no los creen
ni los orquestadores del neoliberalismo... Reconstruir el país bajo
estas condiciones de corrupción, injusticia, violencia y barbarie es un
reto de dimensiones titánicas. No sólo plantea cambios estructurales
económicos y políticos, sino la reconquista de la dignidad para las y
los trabajadores en sus más elementales derechos: un trabajo digno,
condiciones eficientes de defensa colectiva, condiciones de seguridad y
sanidad adecuadas y respeto a sus justos derechos humanos".
Carlos Guillén Soriano, quien apoyo
voluntariamente con muchas horas de actividad para la edición del libro
"Diez Años de Frecuencia Laboral: El Espacio donde los Trabajadores son
la Noticia", dijo que la educación, la ciencia y la cultura son algunos
de los sectores afectados por las políticas públicas y la avalancha de
reformas que han impulsado los gobiernos recientes, dañando tanto a las
instituciones como a los trabajadores mexicanos y al pueblo en general.
"Los bajos presupuestos a las instituciones
públicas correspondientes, la desviación de recursos federales hacia
empresas privadas, las políticas que privilegian las opciones personales
antes que las colectivas y los estímulos económicos que sustituyen al
salario y generan competencia entre los trabajadores -sin que ello
implique favorecer la calidad del trabajo-, han traído como consecuencia
graves problemas en estos sectores".
En tanto que Eduardo Díaz Reguera y Dennys
Carmen Moreno, dieron pormenores de la "piedras" y maniobras legales que
imponen empresarios y autoridades federales y locales, para impedir que
los trabajadores ejerzan sus derechos, principalmente controlan y
nulifican el derecho a la organización sindical y aplican como primer
acto de represión el despido individual o colectivo, ante cualquier
posibilidad de que los trabajadores se organicen y reclamen sus
derechos.
"El amigo bombero Peregrino", Antonio
Peregrino Rojo, hizo notar que los incendios en México ocurren
principalmente por negligencia y corrupción de las autoridades y de los
empresarios, pero también por apatía y desorganización de los
trabajadores y trabajadores que no se interesan en conocer los riesgos
que hay en su zona de trabajo ni las medidas para prevenirlos. Las
consecuencias son graves: se pierden vidas, se pierden recursos
económicos y se pierde el empleo por esas razones.
"Es muy difícil que después de que se quema
una empresa se recupere económicamente y siga trabajando. El 90%
desaparece junto con sus fuentes de empleo. Sólo el 10% lo logra, pero
le lleva más de un año volver a restablecerse con la consecuencia de
perder algunos clientes y trabajadores y con deudas por los créditos
solicitados para reactivar su negocio".
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