¿Texcoco o Santa Lucía?

¿Texcoco o Santa Lucía?

Articulistas| Views: 338
No sorprende que la construcción del nuevo aeropuerto y la decisión de Andrés Manuel López Obrador de someter la decisión a una consulta popular haya ocasionado una airada polémica, puesto que se trata, sin duda, del mayor negocio que se haya proyectado y, en consecuencia, hay muchos intereses en juego. Las organizaciones empresariales han insistido en que los criterios que deben regir la decisión son únicamente el técnico y el financiero, mientras que las organizaciones populares han sostenido que también hay que atender la afectación a los pobladores de la zona de Texcoco, así como las consecuencias que provocaría desde el punto de vista ecológico.
En lo que atañe a los criterios técnicos, hay que señalar que si bien tanto la construcción en Texcoco, como en Santa Lucía, son posibles, también hay que advertir que la zona de Texcoco es de carácter lacustre y los geólogos de muy alto nivel académico, como María Fernanda Campa, han destacado que, independientemente de las obras que se realicen en la superficie, existe lo que podríamos llamar la vocación geográfica de cada terreno, de modo que de manera natural la zona tiende a reproducir su vocación lacustre, o dicho de otra manera, es de temerse que más temprano que tarde, las pistas construidas ahí tenderían a inundarse o, lo que es igualmente peligroso, a sufrir hundimientos desiguales, por la humedad subterránea. Esos peligros no existen en Santa Lucía, puesto que no tiene la misma vocación lacustre.
Por otra parte, es evidente que rellenar el terreno para hacer posible la construcción de pistas de aterrizaje ha determinado, en primer lugar, el aumento desmedido de los montos de financiamiento, y esto ya atañe al aspecto financiero, pues mientras se había presupuestado un costo total de 160 mil millones, ahora, unos meses después del inicio de la obra, ya se calcula un ascenso a 250 mil millones y se están demandando 80 mil millones más. No se ha mencionado que puesto que el aeropuerto en Texcoco se planea como sustituto del actual tendría que invertirse en remodelar el gigantesco terreno del aeropuerto actual para dedicarlo a otros fines, ni tampoco que hace alrededor de 10 años, en el sexenio de Calderón, se hicieron inversiones millonarias para remodelarlo y que esos costos serían semejantes a las pérdidas, esas sí muy mencionadas, que se ocasionarían si se desecha el proyecto de Texcoco.
Otro aspecto que atañe tanto al criterio técnico, como al ecológico, es que si se atiende al microclima de Texcoco, resulta que en esa zona llueve durante un 60 por ciento del año, y lo más frecuente es un cielo nublado y en muchas ocasiones se llega a una niebla cerrada. Sorprende que esta característica no se haya tomado en cuenta al proyectar construir ahí un aeropuerto, pues todo el mundo sabe que la lluvia y la niebla constituyen un peligro real para las aeronaves y sus pasajeros.
En el terreno ecológico, también hay que destacar que hasta el momento, por la necesidad de desecar el lago Nabor Carrillo, se han destruido más de cien cerros, hecho que no solo pone en peligro de derrumbes a los habitantes de la zona, sino también aumenta la posibilidad de inundaciones en un amplio perímetro que llega incluso a la zona conurbada de la Ciudad de México.
Estos son algunos de los datos que habría que tomar en cuenta en la consulta popular.

Comentarios