ALCANCES Y RETOS DE LOS TRABAJADORES POR UNA SEGURIDAD SOCIAL INTEGRAL


Abogado especializado en materia laboral,
 
En su Informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado; Informe Mundial sobre la Protección Social 2017-2019, nos presenta un panorama que demuestra que el mundo de los trabajadores está aún lejano de que se cumpla los objetivos que han sido en más una ocasión suscritos y comprometidos por la mayoría de los gobiernos del mundo para cubrir integralmente y satisfactoriamente La protección social universal para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La OIT se plantea y hace un exhorto a que los gobiernos se cumplan los objetivos de la seguridad social a la cual la concibe como: Un derecho humano definido como un conjunto de políticas y programas diseñados para reducir y prevenir la pobreza y la vulnerabilidad en todo el ciclo de vida. Abarca los beneficios familiares y por niño, las prestaciones de maternidad, desempleo, accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, así como las pensiones de vejez, invalidez y sobrevivientes, y la protección de la salud. Los sistemas de protección social abordan todas estas ramas mediante una combinación de regímenes contributivos (seguro social) y de prestaciones no contributivas financiadas con impuestos, en particular la asistencia social
El informe contiene información actualizada, incluye una amplia gama de datos mundiales, regionales y nacionales sobre cobertura, prestaciones y el gasto público en protección social. Asimismo, se presentan nuevas estimaciones sobre la cobertura efectiva de la protección social, a efectos del seguimiento y monitoreo del progreso de los sistemas de protección social, incluidos los pisos de protección social, proporcionando así la base de referencia de 2015 para el indicador Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 
La OIT reconoce avances en beneficios cada vez más amplios de la protección social en muchos países del mundo, sin embargo considera que el derecho humano a la seguridad social sigue sin realizarse para la mayoría de la población mundial. Ya que tan solo el 45 por ciento tiene cobertura efectiva por al menos un beneficio de protección social, mientras que el 55 por ciento restante –unos 4000 millones de personas– no tienen protección alguna
La OIT también menciona en su informe que solo el 29 por ciento de la población mundial está protegida por un sistema de seguridad social integral que abarca todos los beneficios desde la atención a la familia familiares, hasta pensiones de vejez, y que la amplia mayoría de la población mundial –el 71 por ciento, o 5200 millones de personas– tiene solo una cobertura parcial o limitada además que:
• Los déficits de cobertura guardan relación con una remarcable falta de inversión en protección social, en particular en África, Asia y los Estados Árabes.
• La falta de protección social deja a las personas expuestas a la pobreza, las desigualdades y la exclusión social en todo el ciclo de vida, y en consecuencia representa un obstáculo importante para el desarrollo económico y social.
Los ODS pretenden se cúbralos pisos totales o integrales de la protección social universal. Y son los gobiernos responsables de garantizar, como parte de sus sistemas de protección social, al menos un nivel mínimo de seguridad social–un piso de protección social– a todas las personas.
La protección social es fundamental para garantizar la seguridad de los ingresos de las mujeres y de los hombres en edad de trabajar. Garantizar las prestaciones como son:
•  Asistencia de maternidad o desempleo,
•  protección en caso de enfermedad profesional o accidente laboral y
•  pensiones de discapacidad.
El contar con estas aplicaciones en la protección social, propicia la estabilidad de los ingresos en los hogares, fortalece el capital humano y promueve el trabajo decente y productivo. Además, la protección social facilita la transformación estructural de las economías y los mercados de trabajo, y favorece el crecimiento económico inclusivo y sostenible.
¿Cuál es la situación actual?
• La cobertura de la protección social de las personas en edad de trabajar sigue siendo limitada. Tales el caso de las mujeres embarazadas, solo el 41,1 por ciento de las madres de recién nacidos reciben una prestación de maternidad, mientras que 83 millones quedan sin cobertura.
• Solo el 21,8 por ciento de los trabajadores desempleados tienen derecho a prestaciones de desempleo; 152 millones no tienen cobertura.
• La proporción de la fuerza de trabajo que tiene acceso efectivo a protección en caso de accidentes laborales y enfermedades profesionales es minoritaria.
• Los nuevos datos de la OIT también indican que, a nivel mundial, solo el 27,8 por ciento de las personas con discapacidad severa perciben una prestación de invalidez.
• Las estimaciones sobre el gasto público indican que, a nivel mundial, solo el 3,2 por ciento del PIB se gasta en protección social para las personas en edad de trabajar, pese a que este grupo representa una gran proporción de la población mundial.
En muy pocos países se ha logrado parcialmente coberturas más amplias como lo es el caso de la maternidad, en países como, Ucrania y Uruguay; Argentina, Colombia, Mongolia y Sudáfrica, han logrado un avance apreciable. También Brasil, Chile y Mongolia cuentan con prestaciones de discapacidad universales. Sin embargo, en muchos otros países sigue habiendo déficits de cobertura significativos y las prestaciones son insuficientes.
También se está dando los casos en algunos países que están modificando sus sistemas de seguridad social, ya sea por lo que llaman, consolidación fiscal o de políticas de austeridad, y como consecuencia se están reduciendo la protección de las mujeres y de los hombres en edad de trabajar, focalizando las prestaciones exclusivamente en los más pobres y privando de protección social a muchas personas cuando más la necesitan.
Aunado al hecho que los cambios en el mercado laboral, en que se está generando el empleo informal, y sigue creciendo el desempleo y subempleo, así como el aumento del número de trabajadores pobres. De ahí que la aplicación de los sistemas de protección social, incluidos los pisos de protección social, constituyen políticas esenciales para garantizar la seguridad de los ingresos y el trabajo decente, así lo considera la OIT.
La protección social de las mujeres y de los hombres mayores
Las pensiones de los adultos mayores son la forma de protección social más extendida en el mundo, y el elemento fundamental de la meta de los ODS.
A nivel mundial, el 68 por ciento de las personas que superan la edad de jubilación perciben una pensión de vejez; este porcentaje se debe a la importante extensión de las pensiones c ontributivas y no contributivas en muchos países de ingresos bajos y de ingresos medios.
Varios países han conseguido la cobertura universal de las pensiones, entre ellos, Argentina, Bolivia, Botswana, Cabo Verde, China, Georgia, Kirguistán, Lesotho, Maldivas, Mauricio, Mongolia, Namibia, Seychelles, Sudáfrica, Swazilandia, Timor-Leste, Trinidad y Tabago, Ucrania, Uzbekistán y Zanzíbar (República Unida de Tanzanía).
Otros países en desarrollo, como Armenia, Azerbaiyán, Brasil, Chile, Kazajstán, Tailandia y Uruguay, están próximos a conseguirla.
Sin embargo es necesario destacar que el nivel de las prestaciones suele ser bajo y no alcanza para que los adultos mayores salgan de la pobreza. La suficiencia de las pensiones sigue siendo un problema en muchos países
• El gasto en pensiones y demás prestaciones para los adultos mayores representa el 6,9 por ciento del PIB en promedio y existen grandes diferencias entre regiones.
• En muchos países, la consolidación fiscal y la presión a favor de la austeridad siguen poniendo en peligro la suficiencia de las pensiones a largo plazo; teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, es preciso mantener un adecuado equilibrio entre sostenibilidad y equidad.
Producto de la cada vez más violencia social y criminal algunos estados han estado revirtiendo el sistema privatizado de las pensiones: las políticas de privatización en décadas anteriores no arrojaron los resultados previstos, y países como Argentina, Bolivia lo están implementando
También la OIT destaca que una tendencia muy marcada en los países en desarrollo es la proliferación de pensiones no contributivas, como las pensiones sociales universales.
Fuente: Basado en Alianza Mundial en favor de la Protección Social Universal, 2016f, 2016h, 2016i, 2016j, 2016k y 2016I.

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