Empresarios mexicanos quieren innovar, pero sin invertir en talento

En México, 8 de cada 10 CEO's apostarán por más riesgos para innovar, sólo 4% de ellos lo hará invirtiendo en capacitación de sus colaboradores.

Escrito por: Gerardo Hernández
Empresarios mexicanos quieren innovar, pero sin invertir en talento Los negocios están en un constante cambio por diversos factores, como la tecnología o la cultura de las nuevas generaciones, este panorama lleva a los directores generales (CEO’s) de las empresas a navegar en aguas inexplorables.
Este contexto plantea un dilema: cambiar los modelos de negocios o capacitar al capital humano de las organizaciones. Si se tomaran 50 directores de empresas en México, 42 de ellos quieren asumir mas riesgos para innovar, pero sólo 2 piensa en invertir en desarrollar las habilidades de su plantilla laboral en conjunto, revela el 2019 Global CEO Outlook de KPMG.
“Estamos entrando en un ciclo de declive para las organizaciones. Tenemos que estar conscientes que los modelos de negocio que habían sido exitosos por muchos años ahora son finitos; tenemos que tener la capacidad de reinventar ese modelo de negocio. Hay que buscar una conexión entre el mundo corporativo y la innovación”, expuso Víctor Esquivel, socio director general de KPMG en México y Centroamérica.
Para afrontar estos retos, los CEO’s tienen que reforzar la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse a situaciones imprevistas y la innovación es un camino para llegar a ella. Lo sabe la mayoría de los líderes y, en México, el 84% de los directores desea implementar una cultura de mayor prueba-error en la búsqueda de la innovación.
“Es una cultura que es muy fácil decirlo, pero difícil llevarlo a la práctica. Como organizaciones, desde la escuela de administración y negocios nos dicen: enfócate en entregar resultados (…) tenemos una inercia tradicional de medir los negocios a la antigüita y el mundo de la innovación habla de otros temas”, puntualizó Esquivel durante la presentación del estudio.
Por otra parte, sólo el 66% indica que tienen en su ADN una cultura de “fracaso rápido”, en donde se aprende de los errores y se continua al siguiente proyecto.
“En innovación llega el momento en el que tienes que hacer un alto y reconocer que has fallado, ver qué elementos fallaron y poder aprender y capitalizar estas enseñanzas lo más rápido posible, sin que esto tenga consecuencias necesariamente negativas dentro de la organización”, dijo el director general de KPMG en México y Centroamérica.

Agilidad, la clave

Para ser resiliente, la agilidad de la organización es necesaria, eso opina el 52% de los directores generales. Al mismo tiempo, la mitad de los consultados considera que ser demasiado lentos en la innovación puede llevar a la empresa a no sobrevivir, esta perspectiva ha cambiado drásticamente puesto que el año pasado sólo 4% de los ejecutivos se inclinaba por esta idea. Además, el 76% considera que su directiva debe ser reinventada para fortalecer la innovación.
En ese sentido, para llegar a la innovación el cambio de pensamiento comienza desde el CEO y permea en los otros puestos. Los directores tienen que reinventar a la organización desde una perspectiva digital con un relanzamiento integral de habilidades y tecnologías. Por tanto, el desarrollo de nuevas competencias en el talento es la clave para tener una empresa resiliente.

Preparación para lo inexistente

Víctor Esquivel aseguró que diversos especialistas coinciden en que los jóvenes deben prepararse para trabajos que aún no existen. Es por eso que deben desarrollar un cúmulo de habilidades y la capacidad de ser abiertos al cambio y ágiles en respuestas, porque eso es lo que formará el talento 4.0.
Sin embargo, México tiene un número bajo en esa apuesta, pues sólo el 4% de los CEO’s planea mejorar las habilidades de más de la mitad de su talento. En tanto,únicamente el 36% prioriza la inversión en talento sobre las inversiones en tecnología. Esto debe incrementar más, porque la tecnología es cada vez más abierta y lo que la potencializa es el talento, comentó Esquivel.
“Creo que estamos perdiéndonos en el debate de cuánta gente se va automatizar en sus procesos (de trabajo). Más bien, deberíamos enfocarnos en un debate de una revolución de habilidades, en cómo tomamos el talento y lo renfocamos a través de una revolución de habilidades”.

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