Sin apoyo al trabajador, imposible el confinamiento por covid-19 en México: OIT
Al cuestionarlo sobre el temor de miles de personas en el país que han perdido sus empleos, en el sentido de que si no mueren por el covid-19, podrían morir de hambre, ya que necesitan el sustento de cada día para sobrevivir, Ryder fue categórico al señalar que tiene que apoyarse el empleo.
Si se pide a las personas que lleven a cabo medidas de encierro parcial o de confinamiento, se tiene que apoyar ese llamado con medidas efectivas y apoyo directo a trabajadores, porque “de otra manera es imposible”, remarcó.
“Las disciplinas no pueden respetarse si la gente se confronta con este dilema (entre contagiarse o sobrevivir)”, abundó.
“En los países con alto nivel de informalidad se necesitan medidas específicas, entre otras cosas: transferencias en efectivo que ayuden a los más afectados por el confinamiento y por la reconversión de la producción, y que proporcionen empleo alternativo (por ejemplo, en la fabricación de equipos de protección personal)’’, recomienda en su informe el organismo laboral de la ONU.
Ello debe complementarse con iniciativas que garanticen el suministro suficiente de alimentos y demás productos de primera necesidad, sostiene.
Añade: “Sin medidas apropiadas a nivel político, los trabajadores corren un alto riesgo de caer en la pobreza y de tener mayores dificultades para recuperar sus medios de vida durante el periodo de recuperación’’.
Casi 2 mil 700 millones de trabajadores afectados
Las medidas de paralización total o parcial ya afectan a casi 2 mil 700 millones de trabajadores, es decir, alrededor del 81% de la fuerza de trabajo mundial.En la situación actual, remarca la OIT, las empresas de diversos sectores económicos, en especial las empresas más pequeñas, se enfrentan a pérdidas catastróficas que amenazan su funcionamiento y solvencia, y millones de trabajadores están expuestos a la pérdida de ingresos y al despido.
Además, las consecuencias para las actividades generadoras de ingresos son especialmente graves para aquellos trabajadores de la economía informal que carecen de protección.
Y precisa que, para obtener un panorama más preciso de la grave realidad de la situación actual del mercado laboral, a falta de otros datos se utiliza la variación de las horas de trabajo, que refleja tanto los despidos como otras reducciones temporales del tiempo de trabajo.
Aplicando este método a partir del 1 de abril de 2020, las nuevas estimaciones mundiales de la OIT apuntan a que en el segundo trimestre de 2020 habrá una reducción del empleo de alrededor de 6.7%, equivalente a 195 millones de trabajadores a tiempo completo.
El recuento final de las pérdidas anuales de puestos de trabajo en 2020 dependerá fundamentalmente de la evolución de la pandemia y de las medidas que se adopten para mitigar sus repercusiones.
Por ello, la OIT seguirá vigilando la situación y actualizará sistemáticamente la estimación de las horas que se han perdido y la pérdida de empleo equivalente, apunta en su informe.
De igual manera, estima que mil 250 millones de trabajadores –es decir, 38% de la población activa mundial– están empleados en sectores que hoy afrontan una grave caída de la producción y un alto riesgo de desplazamiento de la fuerza de trabajo. Entre los sectores clave figuran el comercio al por menor, los servicios de alojamiento y de servicio de comidas, y las industrias manufactureras.
La peor crisis mundial desde la Segunda Guerra
Ryder destacó que a fin de evitar resultados catastróficos para los sistemas nacionales de salud y reducir al mínimo la pérdida de vidas, muchos países han comenzado a aplicar medidas de distanciamiento físico para así frenar la propagación del virus.
Pero no se trata de una encrucijada en la que se deba elegir entre salvar vidas y salvar la economía, “ese es un falso dilema”, argumentó.
Respecto a los trabajadores del transporte, la agricultura y los servicios públicos esenciales, y en especial los trabajadores de la salud, que están en primera línea luchando contra el virus y asegurándose de que las necesidades básicas de la población estén atendidas, se calcula que unas 136 millones personas siguen trabajando a favor de la sociedad en su conjunto.
Especialmente los trabajadores en actividades de atención de la salud humana y de asistencia social, entre otros: el personal de enfermería; los médicos y demás trabajadores de salud; los trabajadores de centros de atención en residencias y los trabajadores sociales, así como los de apoyo, como personal de lavandería y limpieza, que corren un grave riesgo de contraer la infección por el covid-19 en el lugar de trabajo.
Aproximadamente 70% de los puestos de trabajo del sector están ocupados por mujeres, y son ellas las que necesitarán más incentivos, más protección, más apoyo y reconocimiento, concluyó Ryder.
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