Sistema de permisos en energía, no hay desbalance

 ENERGÍA HOY.

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Otorgar permisos es un actividad que debe darse de manera continua, transparente y previsible

Rosanety Barrios
Analista independiente de Energía

A partir de 1992 para el sector eléctrico y 1995 para el gas natural, opera en nuestro país el sistema de permisos para realizar actividades en el sector energético a cargo de privados. La reforma constitucional de 2013, que abrió el sector energético a la competencia, condicionó el derecho de cualquier individuo a realizar las actividades reguladas, es decir, las establecidas en el artículo 48 de la Ley de Hidrocarburos, la generación y comercialización eléctrica, así como el suministro básico, a la obtención de un permiso otorgado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) o la Secretaría de Energía.

¿Fomento a la libre competencia?

La regulación emitida en la materia debe establecer los requisitos para que las actividades se lleven a cabo de manera segura y con el más alto estándar de calidad, pero no inhibir la participación de los interesados. Otra característica fundamental de una actividad sujeta a la libre competencia es que no está determinada por una planeación centralizada.

Tomemos un ejemplo muy simple: el derecho al libre tránsito se materializa de varias formas, una de ellas, al manejar un vehículo. Pero, para conducir hay que cumplir con el Reglamento de Tránsito que establece, entre otras cosas, que se requiere de una licencia. Cuando el individuo acude por su licencia, sabe que la va a obtener sin que nadie le exija ser dueño de un automóvil y sin que tenga que manejar de manera obligatoria. Solicita la licencia para ejercer su derecho al libre tránsito, el cual puede ejercer cuando así lo considere, siempre, en cumplimiento con el reglamento.

El riesgo es para el capital privado

Este caso aplica para las actividades reguladas en materia energética. Todas están sujetas al cumplimiento de requisitos para obtener su permiso, pero el número de permisos no puede, ni debe estar sujeto a ninguna restricción. No existe tal cosa como un desbalance de permisos. Si los individuos obtienen más permisos de los que la demanda nacional requiere, seguramente, sus proyectos encontrarán uno de estos destinos: a) no se van a desarrollar, b) se desarrollarán, pero no tendrán éxito o c) se desarrollarán, pero al existir otros proyectos similares, los precios o tarifas tendrán que ajustarse para poder competir. En los tres escenarios, el riesgo es del capital privado.

Por estas razones otorgar permisos es un actividad que debe darse de manera continua, transparente y previsible. La regulación aplicable a la mejora regulatoria establece condiciones para ello y todas estas reglas existen para que los mexicanos ejerzamos el derecho reconocido por la Constitución: el de escoger libremente a nuestro proveedor de servicios energéticos.

 

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