CFE ha registrado apagones en la mitad de las entidades del país en 2021

 

La tormenta que se vivió en Sonora este fin de semana dejó sin servicio eléctrico a 3.5% de los clientes de la CFE, que por fenómenos naturales ha trabajado a marchas forzadas desde diciembre del año pasado.

Foto EE: Eric Lugo

La tormenta que se vivió en Sonora este fin de semana dejó sin servicio eléctrico a 3.5% de los clientes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que por fenómenos naturales ha trabajado a marchas forzadas desde diciembre del año pasado y no a partir de la temporada de huracanes como ocurría en años anteriores durante décadas, reportando incidentes en por lo menos la mitad de los estados del país en lo que va del año.

En esta ocasión un total de 40,590 usuarios resultaron afectados. Para la atención de esta emergencia la CFE dispuso de un equipo conformado por 59 trabajadores electricistas, 10 grúas y 20 vehículos, hasta que el servicio volvió a la normalidad. 

Las interrupciones al suministro se registraron desde las 00:54 horas (hora del centro) del 11 de julio. Los trabajos de rehabilitación de la infraestructura concluyeron la noche del domingo, menos de 24 horas después.  

"La CFE reafirma su compromiso con la sociedad de restablecer el suministro eléctrico en el menor tiempo posible ante afectaciones por fenómenos meteorológicos, y de garantizar la seguridad de sus trabajadores y la ciudadanía", planteó de nueva cuenta la empresa del Estado.

La empresa, hoy en día es el único suministrador básico y además tiene la obligación legal de ser el suministrador de último recurso si falla el servicio en algún punto de la generación, transmisión o distribución. 

Cabe recordar que el 28 de diciembre el Centro Nacional de Control de Energía (Censce) informó la afectación de 8,696 megawatts de carga en el Sistema Interconectado Nacional, representando el 26% de la demanda a ese momento.

Al momento del evento se tenía una demanda de 31,789 megas. En esa ocasión salió de servicio una Línea de Transmisión de 400 kilovoltiod entre la Subestación Lajas y la Subestación Güémez ubicada entre los estados de Nuevo León y Tamaulipas. 

Minutos después, salió de servicio la segunda Línea de Transmisión de 400 kilovoltios entre esas mismas subestaciones.  

De manera simultánea a la salida de las Líneas de Transmisión antes mencionadas, se presentó una oscilación de potencia, que ocasionó que la frecuencia del Sistema Interconectado Nacional se incrementará a 61.82 Hz, lo que provocó la operación de las protecciones de alta frecuencia, por lo que las Centrales Eléctricas Convencionales (es decir, Térmicas y Ciclos Combinados) y también las Centrales Eléctricas Renovables salieron de operación aproximadamente 9,262 megawatts de generación.

La causa de estás interrupciones fue un incendio en pastizales que sobrecalentó un interruptor y apagó siete líneas de transmisión que estaban saturadas por el despacho de renovables, según la CFE.

Pero luego, el 15 de febrero del 2021, entre 6:19 a 6:32 horas operó el Disparo Automático de Carga (interrupción del suministro), por déficit de generación en el norte y noreste del país, quedando sin suministro 4.8 millones de usuarios, en los estados de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, Zacatecas y Durango.

La compra de gas que aumentó de 5 a 200 dólares por millar de BTU en horas y la llegada de barcos de gas natural licuado, todo producto de las bajas temperaturas que en plantas y ductos exportadores de Texas obligaron a cerrar operaciones,  provocaron una pérdida neta de 35,606 millones de pesos en el primer trimestre del año para la CFE, luego de un efecto de 68,333 millones de pesos en los gastos operativos adicionales por los altos costos del gas.  

Además, por impagos a cargas ya contratadas, obtenidas parcialmente y no pagadas, las traders y comercializadoras Goldman Sachs y Whitewater Midstream ya demandaron para arbitraje internacional a la CFE, exigiendo compensaciones de por lo menos 400 millones de dólares. 

Otros incidentes que se han presentado incluyen a las dos península, Yucatán y Baja California, a la Ciudad de México y el Estado de México y a Monterrey y su zona conurbada. 

Expertos insisten en que cada vez se vuelve más urgente reforzar la infraestructura de transmisión de la empresa, ya que apenas inician las temporadas de lluvias intensas. 

karol.garcia@eleconomista.mx

 

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