Carlos Marín… ¿quién es ese Pokemón?


BEAM
@Beam
jue 28 jun 2012
Mientras que la gran mayoría de los usuarios de redes sociales festejan que un grupo de jóvenes haya “puesto en su lugar” al columnista de Milenio, Carlos Marín, en plena vía pública durante la tarde de ayer, tanto el periódico, como la televisora que trabaja, así como algunos personajes ligados a la derecha (y a la izquierda) condenan la supuesta “agresión” recibida por el diminuto periodista el día de ayer.
Viendo una y otra vez los videos que publicamos ayer en SDPNoticias, antes de que estos mismos fueran editados por Milenio Televisión en repetidas ocasiones, no encuentro por ningún lado la supuesta agresión de “empujones y escupitajos” a los que se refieren quienes ponen ya a Marín casi como un mártir del periodismo mundial por el simple hecho de que algunos tipos en la calle le reclamen por ser un parcial y un vendido a Televisa (lo cual es a todas luces cierto, desde el año 2006).
En resumidas cuentas, lo  que se puede concluir tras ver los videos de la supuesta “agresión” al escritor del “Asalto a la Razón” es lo siguiente:
  1. No podemos asegurar que los jóvenes que aparecen en el video cuestionando a Marín sean “Pejistas”.
  2. No podemos descartar, tampoco, que el grupo de jóvenes se trate en realidad de provocadores tratando de desprestigiar a los jóvenes que apoyan a AMLO.
  3. No sabemos qué estaba haciendo Carlos Marín en la zona, si salió con intenciones de provocar o si simplemente caminaba por ahí.
  4. Carlos Marín se ganó a pulso el desprestigio del cual goza en estos momentos. El periodista de Proceso o el bodrio que rescató Federico Arreola del desempleo para llevarlo a Milenio durante los orígenes del diario jamás habría sido criticado de esa manera. Pero el tipo quería ser una estrella de Televisa. Ni modo.
  5. A pesar de los intentos de hacer ver a los supuestos pejistas como “intolerantes”, en este video se puede observar como Marín grita y lanza toda clase de insultos frente a los jóvenes, quienes tranquilamente lo escuchan y lo graban con sus teléfonos celulares sin que el ínfimo personaje reciba ninguna clase de insultos.
  6. ¿Agresiones verbales? Por favor. Gritarle “vendido” y “palero” a Marín no es insulto, sino una certera descripción. Peores cosas les gritan en la calle a las mujeres, a la comunidad gay, a los gordos y a los feos. Y no se hacen los mártires.

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