La República del fraude Vs la República reconstruida
REVISTA EMET
Con
la firma del famoso "Pacto de Civilidad" por parte de los candidatos,
tanto el IFE como la oligarquía a la que obedece, no sólo quieren
amarrar el triunfo del candidato que les garantizará la vida de
privilegios que disfrutan
"Las elecciones este año están blindadas contra el fraude" anunció con toda pompa y circunstancia el IFE...
La regeneración de la república es el eje, por excelencia, que mueve a millones de gente que impulsa el cambio de raíz en la res pública...
No hay exageración alguna cuando se afirma que el IFE no inspira confianza. Alrededor de un 45% de los ciudadanos entrevistados en una muestra representativa de casi todos los sectores sociales, opinaron que no confían en la actuación del árbitro electoral cuya génesis tuvo lugar en agosto de 1991 bajo la presidencia de su progenitor: Carlos Salinas de Gortari, conocido también como la Mano que Peina el Copete. Esta desconfianza ha sido refrendada de manera pública e inequívoca por manifestaciones recientes del Movimiento YoSoy132.
Pero ¿en qué se fundamenta tal desconfianza en una institucion que, por cierto, ha sido vendida fraudulentamente como "eminentemente ciudadana" por la mediocracia reinante en México? Enumerar el cúmulo de delitos electorales que al amparo del IFE han sido perpetrados por la dupla conocida como PRIAN y sus satélites, y que se traducen en un fraude ininterrumpido tanto a miles y miles de militantes y seguidores como al resto de la población, al mentir, malversar y comprar voluntades para garantizarse el permanente e inmoral usufructo de los dineros que vía el fisco, pagan millones de ciudadanos empobrecidos.
Por más de 7 décadas, la monarquía disfrazada de "democracia representativa" ha administrado la pobreza en grados insultantes, mediante la cosificación de seres humanos transformados en fuentes de votos comprados impúdicamente con dineros extraídos de los presupuestos federal y estatales, a costa de la desmantelación de los sistemas de educación pública, seguridad social, empleo y vivienda junto con la virtual destrucción de la industria nacional...en suma, la cancelación del presente y el futuro de más de la mitad de la población mexicana.
Mercachifles de la mediocracia "informativa", en connivencia con la alta burocracia, repiten una y otra vez que este proceso electoral será limpio y transparente, descartando toda posibilidad de fraude e intentando borrar de un plumazo el sinnúmero de actos delincuenciales traducidos en fraude ininterrumpido que durante décadas ha venido alimentando la crisis económica y de valores que amenaza con destruir, de manera irreversible, a la nación entera.
Cuando los mercachifles de la "comunicación" afirman que el IFE es ciudadano les preguntamos: ¿acaso somos nosotros, los ciudadanos, los que elegimos a los consejeros electorales? ¿somos nosotros, los ciudadanos, los que hemos determinado los salarios estratosféricos de los miembros del Consejo ifeano, que oscilan entre los 250,000 y 300,000 pesos mensuales, sin contar otras prestaciones y prebendas? ¿somos nosotros, los ciudadanos, los que determinamos las abusivas sumas de millones de pesos entregadas a las cùpulas de los partidos políticos mientras un cuarto de la población carece de lo necesario para vivir? Claro que no y con esta respuesta demostramos el fraude implícito en la campaña pro-ifeana.
Con arrogancia y cinismo inauditos afirman en nuestro nombre, que "todos los mexicanos esperan el respeto por el resultado del proceso electoral"; hablan y pontifican contra la violencia y la corrupción como si ambas fuesen el producto de la generación espontánea y ellos fuesen ajenos a su existencia y perpetuación.
Con la firma del famoso "Pacto de Civilidad" por parte de los candidatos, tanto el IFE como la oligarquía a la que obedece, no sólo quieren amarrar el triunfo del candidato que les garantizará la vida de privilegios que disfrutan, sino conjurar cualquier protesta que pudiera generarse como resultado de esta estela pestilente de fraude consuetudinario. Cuando condenan con dedo flamígero y rasgado de vestiduras a Lòpez Obrador por "alentar la división y la violencia, están evidentemente colocando una mordaza en todos nosotros, desautorizándonos y dibujándonos como borregada que obedece fanáticamente a su líder. Completamente alejados y ajenos a nuestra mentalidad, valores y aspiraciones, son incapaces de entender y/o aceptar que las marchas, plantones, manifestaciones y protestas registradas en todos estos años han resultado de nuestra decisión de oponernos a la inmoralidad e impudicia de un cartel politiquero que ha resultado más peligroso que aquellos que dicen combatir.
Politólogos y comentaristas de conciencia alquilada al mejor postor, afirman campechanamente que "a diferencia de candidatos priístas del pasado que eran designados por el dedo presidencial, Peña Nieto ha trabajado duro por ganarse el voto". Qué manera de navegar con bandera, ya que cualquiera con un mínimo de capacidad analítica advertiría de inmediato que Peña Nieto no es producto del dedo presidencial priísta, sino del dedo de Televisa y la Mano que Peina el Copete, entre otros poderes fácticos.
No sobra repetir que un importante sector de ciudadanos desconfiamos del IFE, del TRIFE y de la FEPADE (esta ùltima traducida en un inútil y oneroso elefante blanco) y los multimillonarios intereses que defienden. No sobra reiterar que si la voluntad ciudadana se cumple NO será gracias a estas instituciones, sino a pesar de ellas y como consecuencia de nuestra determinación y dignidad. Si MORENA, las OPT y el Movimiento YoSoy132, y los medios alternativos entre otros actores sociales, logramos iniciar el camino de la reconstrucción nacional, no será gracias a la mediocracia encabezada por Televisa, sino a pesar de ella.
@setimorena
La regeneración de la república es el eje, por excelencia, que mueve a millones de gente que impulsa el cambio de raíz en la res pública...
No hay exageración alguna cuando se afirma que el IFE no inspira confianza. Alrededor de un 45% de los ciudadanos entrevistados en una muestra representativa de casi todos los sectores sociales, opinaron que no confían en la actuación del árbitro electoral cuya génesis tuvo lugar en agosto de 1991 bajo la presidencia de su progenitor: Carlos Salinas de Gortari, conocido también como la Mano que Peina el Copete. Esta desconfianza ha sido refrendada de manera pública e inequívoca por manifestaciones recientes del Movimiento YoSoy132.
Pero ¿en qué se fundamenta tal desconfianza en una institucion que, por cierto, ha sido vendida fraudulentamente como "eminentemente ciudadana" por la mediocracia reinante en México? Enumerar el cúmulo de delitos electorales que al amparo del IFE han sido perpetrados por la dupla conocida como PRIAN y sus satélites, y que se traducen en un fraude ininterrumpido tanto a miles y miles de militantes y seguidores como al resto de la población, al mentir, malversar y comprar voluntades para garantizarse el permanente e inmoral usufructo de los dineros que vía el fisco, pagan millones de ciudadanos empobrecidos.
Por más de 7 décadas, la monarquía disfrazada de "democracia representativa" ha administrado la pobreza en grados insultantes, mediante la cosificación de seres humanos transformados en fuentes de votos comprados impúdicamente con dineros extraídos de los presupuestos federal y estatales, a costa de la desmantelación de los sistemas de educación pública, seguridad social, empleo y vivienda junto con la virtual destrucción de la industria nacional...en suma, la cancelación del presente y el futuro de más de la mitad de la población mexicana.
Mercachifles de la mediocracia "informativa", en connivencia con la alta burocracia, repiten una y otra vez que este proceso electoral será limpio y transparente, descartando toda posibilidad de fraude e intentando borrar de un plumazo el sinnúmero de actos delincuenciales traducidos en fraude ininterrumpido que durante décadas ha venido alimentando la crisis económica y de valores que amenaza con destruir, de manera irreversible, a la nación entera.
Cuando los mercachifles de la "comunicación" afirman que el IFE es ciudadano les preguntamos: ¿acaso somos nosotros, los ciudadanos, los que elegimos a los consejeros electorales? ¿somos nosotros, los ciudadanos, los que hemos determinado los salarios estratosféricos de los miembros del Consejo ifeano, que oscilan entre los 250,000 y 300,000 pesos mensuales, sin contar otras prestaciones y prebendas? ¿somos nosotros, los ciudadanos, los que determinamos las abusivas sumas de millones de pesos entregadas a las cùpulas de los partidos políticos mientras un cuarto de la población carece de lo necesario para vivir? Claro que no y con esta respuesta demostramos el fraude implícito en la campaña pro-ifeana.
Con arrogancia y cinismo inauditos afirman en nuestro nombre, que "todos los mexicanos esperan el respeto por el resultado del proceso electoral"; hablan y pontifican contra la violencia y la corrupción como si ambas fuesen el producto de la generación espontánea y ellos fuesen ajenos a su existencia y perpetuación.
Con la firma del famoso "Pacto de Civilidad" por parte de los candidatos, tanto el IFE como la oligarquía a la que obedece, no sólo quieren amarrar el triunfo del candidato que les garantizará la vida de privilegios que disfrutan, sino conjurar cualquier protesta que pudiera generarse como resultado de esta estela pestilente de fraude consuetudinario. Cuando condenan con dedo flamígero y rasgado de vestiduras a Lòpez Obrador por "alentar la división y la violencia, están evidentemente colocando una mordaza en todos nosotros, desautorizándonos y dibujándonos como borregada que obedece fanáticamente a su líder. Completamente alejados y ajenos a nuestra mentalidad, valores y aspiraciones, son incapaces de entender y/o aceptar que las marchas, plantones, manifestaciones y protestas registradas en todos estos años han resultado de nuestra decisión de oponernos a la inmoralidad e impudicia de un cartel politiquero que ha resultado más peligroso que aquellos que dicen combatir.
Politólogos y comentaristas de conciencia alquilada al mejor postor, afirman campechanamente que "a diferencia de candidatos priístas del pasado que eran designados por el dedo presidencial, Peña Nieto ha trabajado duro por ganarse el voto". Qué manera de navegar con bandera, ya que cualquiera con un mínimo de capacidad analítica advertiría de inmediato que Peña Nieto no es producto del dedo presidencial priísta, sino del dedo de Televisa y la Mano que Peina el Copete, entre otros poderes fácticos.
No sobra repetir que un importante sector de ciudadanos desconfiamos del IFE, del TRIFE y de la FEPADE (esta ùltima traducida en un inútil y oneroso elefante blanco) y los multimillonarios intereses que defienden. No sobra reiterar que si la voluntad ciudadana se cumple NO será gracias a estas instituciones, sino a pesar de ellas y como consecuencia de nuestra determinación y dignidad. Si MORENA, las OPT y el Movimiento YoSoy132, y los medios alternativos entre otros actores sociales, logramos iniciar el camino de la reconstrucción nacional, no será gracias a la mediocracia encabezada por Televisa, sino a pesar de ella.
@setimorena
Patricia Barba Avila - Opinión EMET
Comentarios