Moody’s degrada a los tres bancos más grandes que operan en México


Roberto González y Juan Antonio Zúñiga

Periódico La Jornada
Viernes 29 de junio de 2012, p. 22
La calificación sobre la solvencia de los tres principales bancos que operan en México, todos filiales de firmas extranjeras, fue degradada este jueves por Moody’s Investors Service a consecuencia de su alta exposición a la deuda emitida por el gobierno mexicano y en atención al entorno macroeconómico y financiero.

La revisión, que afecta a BBVA Bancomer, Banamex Citi y Santander, es parte de una evaluación general para que las calificaciones de las subsidiarias bancarias estén en concordancia con las de su casa matriz en su país de origen. La calificadora dijo que la decisión proviene también de la relación entre la deuda soberana y las instituciones bancarias, y abarcó a subsidiarias en Brasil, Colombia y Paraguay.

Además de Bancomer, Banamex y Santander, la revisión de Moody’s involucró a otras siete filiales de bancos extranjeros, entre los que figuran Bank of America (Bofa), Merrill Lynch México, ING Bank, Deutsche Bank, Credit Suisse, Barclays Bank y Citi México Investments.

“La reducción de las calificaciones independientes de estos bancos y la evaluación de su crédito refleja la opinión de Moody’s de que su solvencia está altamente correlacionada con la fortaleza crediticia”, dijo la agencia calificadora.

Los factores determinantes para revisar la calificación de este grupo de bancos, explicó, fueron: el alto nivel de exposición de sus balances a la deuda emitida en pesos en el mercado local, en comparación con el capital básico de esos mismos bancos, y el hecho de que su principal negocio –que es la captación y el crédito en el mercado interno– depende de la situación macroeconómica local y del entorno financiero. Estos dos elementos, apuntó, se ven equilibrados por la resistencia de las franquicias bancarias y su fortaleza financiera.

La revisión de Moody’s, según la propia agencia, encontró que hay, si acaso, una pequeña razón para creer que estos bancos pueden estar aislados de una crisis de deuda del gobierno, lo que refleja el vínculo entre el perfil de créditos de la deuda pública y de las propias instituciones.

Hay una estrecha relación entre la calificación del crédito del gobierno y la de los bancos, en particular porque las instituciones financieras tienen como parte de sus activos bonos de la deuda gubernamental por un monto que en promedio equivale a tres veces su capital básico (identificado como capital Tier 1, medida de solvencia empleada por autoridades reguladoras que mide el capital básico de un banco respecto de los activos en riesgo).

Adicionalmente, los bancos mexicanos son instituciones básicamente dedicadas al mercado doméstico, que se ven afectadas por el entorno macroeconómico de manera similar a las emisiones de bonos que efectúa el gobierno; por lo tanto, sus calificaciones fueron ahora colocadas en el mismo nivel que tienen los bonos emitidos por el gobierno en el mercado local.

En un comunicado de 18 páginas, Moody’s sintetizó que la calificación de papeles emitidos en moneda local de siete bancos fueron degradados entre uno y tres niveles, y las evaluaciones de la escala nacional fueron disminuidas de uno a cuatro niveles en el caso de seis bancos.

En el caso de Bancomer, el principal banco de los que operan en el país, Moody’s redujo la calificación en un nivel, como reflejo tanto de la situación de esa filial en el mercado interno, como de una revisión a la baja en las notas de su matriz, en España.

Respecto de la decisión de Moody’s, fuentes de Bancomer expresaron que la baja de calificación se explica por cambios metodológicos que la agencia ha decidido para más de 100 bancos a escala global. Actualmente, dijeron, Bancomer se encuentra calificado por encima de su casa matriz, por lo que los cambios no derivan de un deterioro en los indicadores fundamentales ni del desempeño de la filial.

En cuanto a Banamex, la agencia redujo la calificación por una revisión previa que había hecho de la nota de Citi, su matriz en Estados Unidos, y de la solvencia del crédito de la filial mexicana.

Por el lado de Santander, Moody’s degradó los depósitos de largo plazo y la deuda en un escalón, aunque los colocó con perspectiva estable. En este caso, también fue un factor determinante la baja en la calificación de la matriz española de Banco Santander.

Este diario solicitó la opinión de Banamex y Santander respecto a la baja de calificación de la agencia estadunidense, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.

Partes relevantes del reporte de Moody’s

La reducción de las calificaciones independientes de estos bancos y las evaluaciones de crédito refleja la opinión de Moody’s de que su solvencia está altamente correlacionada con la fortaleza crediticia del gobierno mexicano. Los factores claves para las acciones de calificación fueron: (1) el alto nivel de exposición del balance de la deuda soberana nacional en comparación con bases de capital de los bancos, y (2) su negocio de carácter nacional, que depende de la macroeconomía interna y el entorno financiero.

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