“Caída del sistema” en el IFE genera suspicacia entre la oposición
Los
consejeros electorales Francisco Guerrero, Alfredo Figueroa y Pablo
Gómez durante la sesión ordinaria del Instituto Federal Electoral.
Foto: Eduardo Miranda
Foto: Eduardo Miranda
Y no sólo porque, desde muy temprano, el vehículo en el que viajaba el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita, fue detenido por los manifestantes que están apostados desde hace días frente a la entrada principal del instituto.
También, porque la presentación de los avances del cómputo de las casillas no es suficientemente clara y lleva a errores de interpretación y, peor, a sospechas de manipulación.
Esto último irritó a los representantes de los partidos de izquierda que impulsaron a Andrés Manuel López Obrador, quienes propiciaron una agria discusión en la sesión vespertina del Consejo General del IFE.
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Cerca de las seis y media de la mañana, a unos metros del acceso principal a las instalaciones del IFE, un numeroso grupo de jóvenes –muchos no tanto– se apostó frente al vehículo en que normalmente viaja Valdés Zurita para impedirle el paso.
Lo habían hecho ya con varios vehículos que circulaban por esa vialidad, presuntamente en busca de material electoral, principalmente boletas que –según ellos— pudieran haberse sustraído de las casillas e intercambiadas por otras, en beneficio del candidato priísta Enrique Peña Nieto. A los conductores los obligaban a abrir las cajuelas de sus autos.
Los manifestantes reconocieron al pasajero objeto de sus odios recientes. Entonces patearon, manotearon, escupieron el automóvil, y le surtieron una retahíla de insultos, en los que el recordatorio materno fue el menor.
Fiel a su costumbre y a su estilo de “no hacer olas” o de “no pasa nada”, Valdés Zurita platicó así el incidente:
–Bueno, lamentablemente sí, esta mañana me reconocieron, hubo algunos gritos, algunos golpes al vehículo en el que me transportaba, pero nada trascendente.
“La verdad es que yo espero que los ánimos se calmen, que las personas entiendan que en una democracia hay diversidad de opiniones, que en una democracia todos tenemos que ser tolerantes a esa diversidad de opiniones, que el Instituto Federal Electoral es respetuoso de los derechos que tienen todos los ciudadanos, pero también tiene que llevar a cabo sus actividades en términos de lo planeado para que este proceso electoral siga fluyendo”.
–¿Usted permaneció dentro de su vehículo todo el tiempo?
–Sí, yo permanecí en mi vehículo todo el tiempo. Lamento la escena, fue una escena incómoda en el sentido de que hubo expresiones altisonantes y algunos golpes al vehículo, pero afortunadamente no pasó a mayores.
–¿Tomará alguna providencia para poder accesar de manera más relajada?
–Hemos solicitado se refuerce el apoyo del gobierno de la Ciudad de México, a efecto de que los cuerpos policiacos que tienen responsabilidad sobre la seguridad de las instalaciones y del personal del instituto hagan su trabajo. Confiamos en que así será.
Bueno, el caso es que el presidente del IFE se llevó un buen susto. Que se disipó cuando los adormilados policías que resguardan el inmueble se percataron y contuvieron a los manifestantes.
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Fue, quizá, el incidente menor del día. Más problemático para la autoridad electoral fue explicar una errata en el sistema de cómputo, que confundía y llevó a los representantes de los partidos de izquierda a interpretar como un intento del IFE de manipular los resultados de la elección presidencial.
Resulta que una de las columnas de la presentación de resultados –que podía verse en la página web del IFE– denominada “Casillas Computadas”, no distinguía cuáles casillas ya habían pasado por un proceso de recuento “voto por voto” y cuáles, por no tener ningún problema, habían pasado en automático, sin necesidad de abrir el paquete electoral.
Eso llevó a interpretaciones –“temerarias”, “interesadas”, “esquizofrénicas”, se dijo en la sesión del Consejo General– que apuntaban, según los representantes ante el IFE del PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC), a una “caída del sistema” para favorecer al priísta Peña Nieto.
Total, que en la sesión se acordó resolver el problema de la columna problemática, “Casillas Computadas”, con otra columna con título más específico: “Casillas computadas y clasificadas para recuento”.
El problema es que se sembró la duda.
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