Que los políticos no decidan sobre el petróleo
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de enero de 2013, p. 32
Miércoles 2 de enero de 2013, p. 32
La experiencia en México aconseja que no hay que dejar a los políticos decidir sobre el petróleo.
Con experiencia como investigador y profesor en el Instituto
Politécnico Nacional (IPN) y el Instituto Mexicano del Petróleo; doctor
por la Universidad de La Sorbona, y reconocido por la Sociedad Geológica
de Francia, el especialista apunta: Hay intereses de diferente tipo. Y no deben confundirse los intereses del país con los de las compañías petrolerasque desean participar en esa industria. Lo expone Abelardo Cantú Chapa, quien por más de cuatro décadas ha investigado, desde la geología, al sector petrolero mexicano.
En los años recientes ha habido una clara voluntad de las autoridades superiores del país, de las responsables de la educación, por impedir la formación de especialistas en las diversas áreas relacionadas con la exploración del petróleo.
La búsqueda de formar especialistas mexicanos lo llevó a proponer la creación de un centro nacional de geociencias y administración de energéticos. La iniciativa encontró eco en la Cámara de Diputados, órgano que en 2003 emitió un punto de acuerdo para crear una institución de ese tipo. La propuesta, afirma Cantú Chapa en entrevista con La Jornada, fue sistemáticamente bloqueada por las autoridades del Politécnico, incluida la actual directora, Yoloxóchitl Bustamante. Muestra los oficios en que las autoridades politécnicas responden negativamente a la iniciativa propuesta por especialistas y avalada por el Congreso. Es un camino que lo ha llevado, incluso, al conflicto laboral con la institución, en la que todavía se encuentra.
Uno de los argumentos que sustentan el planteamiento de que Petróleos Mexicanos (Pemex) debe abrirse al capital privado es, precisamente, la falta de expertos y tecnología nacionales para ir hacia los campos más complejos de explotación de crudo, como las llamadas
aguas profundasdel Golfo de México.
La falta de compromiso de las autoridades educativas con la formación de profesionales en las diversas ramas de la geología orientadas a la exploración petrolera es una de las razones que explica la falta de especialistas y, de paso, abre la puerta a los argumentos que proponen recurrir al extranjero en búsqueda de esos conocimientos, plantea.
Es de sorprender la voluntad de las autoridades superiores en educación por impedir la formación de especialistas en las diversas áreas de la exploración petrolera, no obstante los convenios que existen con el Politécnico, sostiene.
¿Dónde se generó el petróleo? No nos interesa. Es en lo que pierden el tiempo en el Instituto Mexicano del Petróleo. No me interesa dónde se formó, sino dónde está y cómo llegamos allí. En el Golfo de México, por mencionar, los estadunidenses han ido explorando progresivamente la parte que a ellos les corresponde y ya llegaron al límite con México. Son las mismas capas que del lado mexicano. Entonces, ahí viene el problema del interés económico, no de México, sino de las compañías petroleras. Hay que tener claro que son dos tipos de interés, considera.
Su larga trayectoria de profesor aflora en el transcurso de la plática. Recurre a ejemplos, los muestra con dobleces de la servilleta que está sobre la mesa, con la cucharilla de remover el café.
No importa que sepamos mucho, hay que saber explicarlo, apunta.
El experto muestra publicaciones en que ha abordado el tema
del petróleo desde la geología. Una, de la sociedad geológica inglesa;
la otra, de la francesa, fundada por Napoleón, que son las dos más
antiguas del mundo.
El tema de la formación de especialistas está entre sus temas de ocupación. No sólo, dice, por tratarse de la profesión que eligió, sino porque la falta de expertos abre la puerta a mitos y a la adquisición de tecnología costosa y abundante que será a la postre aplicada a pozos de baja productividad.
–Uno de los argumentos de los promotores de la participación del capital privado en Pemex es que la empresa no cuenta con capacidad tecnológica para las exploraciones más complejas –se plantea al doctor Cantú.
–Tienen razón parcialmente. Ni usted ni yo podemos construir un edificio aunque tengamos el dinero. Tenemos que recurrir a constructores, a tipos que traen grúas, cemento, varillas y les pagamos. Tú me haces este edificio y te pago; que no se vaya a caer, que tenga requisitos de seguridad y demás.
Considera que hay falta de interés por estudiar los temas relacionados con la exploración del petróleo y ello
El argumento de que en México no se puede formar a los profesionales para realizar las exploraciones complejas
En el debate sobre la industria petrolera en México, apunta, es necesario tener presente el tema de la capacidad tecnológica y científica para abordar y dar soluciones justas a la exploración petrolera. Pero también, abunda, “es indispensable plantear el tema de la formación académica.
El tema de la formación de especialistas está entre sus temas de ocupación. No sólo, dice, por tratarse de la profesión que eligió, sino porque la falta de expertos abre la puerta a mitos y a la adquisición de tecnología costosa y abundante que será a la postre aplicada a pozos de baja productividad.
–Uno de los argumentos de los promotores de la participación del capital privado en Pemex es que la empresa no cuenta con capacidad tecnológica para las exploraciones más complejas –se plantea al doctor Cantú.
–Tienen razón parcialmente. Ni usted ni yo podemos construir un edificio aunque tengamos el dinero. Tenemos que recurrir a constructores, a tipos que traen grúas, cemento, varillas y les pagamos. Tú me haces este edificio y te pago; que no se vaya a caer, que tenga requisitos de seguridad y demás.
Hubo un tiempo en que Pemex tenía perforadoras. Ya no. Esa es una tecnología que debemos alquilar, y aquí se ponen condiciones de un lado y de otro. Generalmente, cuando son en el Golfo de México, se hacen presupuestos y se incluyen los daños que pueden causar los huracanes. Entonces, que se haga, pero como queremos nosotros, en función del interés nuestro.
Considera que hay falta de interés por estudiar los temas relacionados con la exploración del petróleo y ello
abre la puerta a la pretensión de traer empresas extranjeras. La negativa a esas compañías no es porque hagan esto o aquello. Si nos dicen que los profesionales mexicanos no podemos, entonces que nos especifiquen académicamente, científicamente, por qué no somos capaces. Pero para hacerlo primero tendrían que tener conocimiento, y no lo tienen.
El argumento de que en México no se puede formar a los profesionales para realizar las exploraciones complejas
es una cobertura para quienes van a decidir si se abre la puerta a los extranjeros, asegura.
Abrir la puerta a éstos para que traigan su tecnología está bien. Pero lo que están planteando es darles parte de la renta petrolera y de lo que se obtenga (de petróleo), y eso no está permitido por la Constitución. Si la quieren modificar, eso ya no es tarea de los geólogos. Pero la parte científica, la tecnología, la podemos hacer nosotros, con nuestros especialistas.
En el debate sobre la industria petrolera en México, apunta, es necesario tener presente el tema de la capacidad tecnológica y científica para abordar y dar soluciones justas a la exploración petrolera. Pero también, abunda, “es indispensable plantear el tema de la formación académica.
Ha habido una negativa a formar esos profesionales. ¿Lo sabe el doctor (José) Narro (rector de la Universidad Nacional Autónoma de México)? En Pemex hay técnicos que no recibieron capacitación o la obtuvieron mal de los estadunidenses. Hay que darles esa capacitación.
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