Dinero - Los ‘‘poderes fácticos’’ y el amparo

Enrique Galván Ochoa
La Jornada 
Opinión 
 
Se libra en estos días una batalla sorda entre los llamados ‘‘poderes fácticos’’, los partidos políticos (divididos), legisladores y funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto. La forma en que se resuelva será definitoria del sexenio. Se trata de las modificaciones a la Ley de Amparo. Para expresarlo sin caer en tecnicismos jurídicos difíciles de entender, las autoridades tratan de eliminar la llamada ‘‘suspensión’’ dentro del juicio de amparo, la cual, una vez otorgada por un juez, deja las cosas como están. Si se trata de una sanción, por ejemplo, a una empresa de televisión o de alimentos, su aplicación queda suspendida hasta el final del juicio y depende de cuál de las partes lo gane. Eso ata de manos actualmente a los funcionarios; muchas veces sólo se anuncia el castigo, pero al final de meses o años no llega a ejecutarse. El Consejo Coordinador Empresarial y la Confederación Patronal de la República Mexicana han saltado en defensa de las empresas, mientras que funcionarios como Mony de Swaan, el presidente de Cofetel, opinan que debe legislarse que se niegue la suspensión de los actos regulatorios, ya que se ha abusado de esta figura atrofiando las facultades de los entes reguladores. Desde el punto de vista de algunos juristas, existe el riesgo de que se violen las garantías constitucionales si desaparece la suspensión. Ahora bien: uno de los postulados del Pacto por México es poner límite a los ‘‘poderes fácticos’’. El asunto se ventila en la Cámara de Diputados. Las modificaciones llegarán al pleno en su momento y será ocasión para observar cómo votaron las formaciones partidistas y qué compromisos tienen y con quién. 

En tiempos de crisis

El amor ha tenido que sobrevivir a las numerosas catástrofes financieras que ha sufrido el país y el saldo negativo se expresa en el creciente número de divorcios. Aunque las causas son variadas, dicen los que saben que son los problemas económicos los que más influyen en el rompimiento de los matrimonios. El Inegi dio a conocer ayer un dato impactante: en 1993 (hace 19 años) por cada 100 enlaces se dieron cinco divorcios; en 2011 esta relación aumentó a 16. Se triplicaron. Sin embargo, Cupido sigue haciendo de las suyas. Agrega el Inegi otro dato: en 2011 se registraron 570 mil 954 matrimonios, lo que representa 4.9 uniones legales por cada mil habitantes. Son muy costosas las ceremonias, así que un buen número de parejas vive en unión libre. No ocurrió, por otro lado, la avalancha de matrimonios que se preveía entre personas del mismo sexo. En 2010 y 2011 se han registrado en el Distrito Federal solamente mil 491. Inegi suministró la información en vísperas del 14 de febrero, la fecha dedicada al amor y la amistad.

e@Vox Populi
Asunto: el edificio del Ifai

Escribe Rolando Cordera Campos que hubiera querido que Enrique Galván recapacitara sobre lo que ha escrito acerca de Jacqueline Peschard y que, como no ocurrió así, ‘‘todos debemos lamentarlo’’. Que no me incluya. Yo no lo lamento. Es más, por si le interesa saberlo, mi opinión sobre la señora Peschard es peor que la de Enrique Galván. Y si no le interesa, pues ni modo, ya lo escribí. Valga como revancha por incluirme en una opinión que no es la mía.

José María Rivera Cruz

Como a Rolando Cordera, me han dolido sus expresiones sobre la doctora Jacqueline Peschard, de quien, por lo visto, sabe usted muy poco. Dice usted que en su opinión el edificio del Ifai ‘‘fue un despilfarro, un negocio de fin de sexenio y que debe ser investigado’’. ¿Puede usted darse a sí mismo una respuesta al hecho de que se permita emitir opiniones ofensivas antes ‘‘de ser investigado’’? Lo menos que debe usted hacer es llevar a cabo una investigación periodística que le proporcione los datos duros que permitan realizar una investigación legal. Quedarían usted y la doctora Peschard, cada uno en su lugar.

José Blanco

Estimado Enrique: permíteme que me solidarice con tu profesionalismo adoptado en tu columna y en radio. Los funcionarios públicos que además de pagarlos manejan cuantiosos recursos públicos están obligados por ética y ley a entregar cuentas claras. Punto.

Mario López Correa

Enrique, en el caso del Ifai coincidimos contigo: es un despilfarro y hay que investigar.

Francisco Valdés

Tienes la fortuna de que se publiquen (en El Correo Ilustrado) tus respuestas en relación con el negocio del nuevo edificio del Ifai. Recuerda el dicho: si no hay obras, no has sobras. Por otro lado, ¿te has preguntado acerca de la utilidad del Ifai si cualquier sospechoso puede declarar ‘‘reservado’’ cualquier asunto que lo ponga en evidencia?

Álvaro Carlos Aldama y Luebbert

R: Muchas gracias a todos sin excepción por sus valiosas opiniones. Pienso que fue un despilfarro, porque el gobierno había anunciado que estábamos en tiempos de ‘‘austeridad’’. Es un negocio de fin de sexenio por la obvia razón de que se realizó en la etapa final del sexenio anterior. La tarea de investigación les corresponde a las autoridades competentes; esta sección sólo ha sido espejo de comentarios como los de ustedes.

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Encuesta Mitofsky: el próximo Papa debe ser: europeo, 20 por ciento; latino, 35; africano, 16; EPN, 543 por ciento.

Clarisse McClellan @Gwoww10
Se deberían cambiar las políticas de los créditos del Infonavit; llevo dos años pagando, he abonado 57 mil 842 pesos y hoy debo más.
Alejandro Azzam @malakazzam
Debemos nombrar Agustín Carstens el rey de las metáforas: catarrito, neumonía, tormenta perfecta.
@villa_debus
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