La relación con AL ha cambiado; se acabó la Doctrina Monroe: Kerry

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John Kerry, secretario estadunidense de Estado, pronunció ayer un discurso sobre la política de Washington hacia América Latina, en la sede de la OEA, en WashingtonFoto Ap 
 
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 19 de noviembre de 2013, p. 24
Nueva York, 18 de noviembre. 

El secretario de Estado John Kerry elogió hoy el desarrollo democrático y económico de las Américas como la relación de iguales entre Estados Unidos y los países del hemisferio, mencionó como excepción el caso de Cuba, donde exigió mayores reformas políticas y, de paso, reconoció las preocupaciones entendibles de países latinoamericanos ante las revelaciones del espionaje estadunidense, mientras proclamó el fin de la Doctrina Monroe.
En un discurso sobre la política estadunidense en el hemisferio en la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington, copatrocinada por Dialogo Interamericano, subrayó que la era de la Doctrina Monroe se ha acabado, ya que “la relación que buscamos… no se trata de una declaración de Estados Unidos sobre cómo y cuándo intervendrá en los asuntos de otros estados americanos. Se trata de cómo todos nuestros países se perciban como iguales, compartiendo responsabilidades, cooperando sobre asuntos de seguridad, y adhesión no a una doctrina, sino a las decisiones que tomamos como socios para promover los valores y los intereses que compartimos”.
Según su vocera, no fue la primera vez que Kerry ha proclamado la muerte de esa doctrina.
Kerry dijo que la prioridad es la promoción y protección de la democracia, seguridad y paz de los pueblos de las Américas, y que el mayor desafío es cómo usamos a nuestros gobiernos democráticos para entregar desarrollo, superar la pobreza y mejorar la inclusión social en las Américas.
Energía, cambio climático y libre mercado
Kerry hizo énfasis en lo que llamó el mercado más grande de la historia humana, el mercado de energía nueva en las Américas, en el contexto del desafío del cambio climático. Indicó que se trata de un mercado de 6 billones de dólares con 4 mil millones de usuarios. Señaló que las Américas se han vuelto el nuevo centro de nuestro mapa global de energía, al informar que nuestro hemisferio es proveedor de una cuarta parte del petróleo crudo del mundo y casi una cuarta parte de su carbón, y un tercio de la electricidad mundial.
Pero ante el cambio climático, afirmó, se requieren cambios en las políticas energéticas para abrazar el futuro de la energía sobre el de la energía del pasado, advirtió que las consecuencias del cambio climático serán superiores al costo de invertir en abordar ese desafío desde ahora.
A la vez, elogió el desarrollo del libre comercio en el hemisferio y la integración de países como México a las negociaciones sobre el acuerdo comercial transpacífico conocido como el ATP. Afirmó que el gobierno del presidente Barack Obama ha redoblado su compromiso con el Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que llamó el paso singular más grande hacia la prosperidad compartida en el hemisferio.
Kerry celebró que el crecimiento económico de América Latina es nutrido por políticas económicas sanas, programas sociales innovadores y mayor comercio e inversión internacional. Indicó que el comercio entre Estados Unidos y América Latina casi se ha triplicado en la ultima década y vinculó esto con que 73 millones de latinoamericanos han salido de la pobreza en ese periodo.
Al subrayar que casi todos los países del hemisferio han superado las dictaduras del pasado (sin mencionar el apoyo estadunidense a muchas de ellas) para consolidar democracias por todas las Américas, Kerry declaró que Cuba permanece como la excepción. Indicó que desde el inicio de la presidencia de Barack Obama se ha buscado un nuevo comienzo con Cuba y recordó que la semana pasada Obama afirmó: tenemos que ser creativos y continuar actualizando nuestras políticas.
Aseveró que ambos gobiernos están, por ahora, encontrando alguna cooperación sobre intereses comunes, y señaló que cada año cientos de miles de estadunidenses visitan la isla y que cientos de millones de dólares fluyen de Estados Unidos a Cuba en comercio y remesas. Estamos comprometidos con este intercambio humano, y en Estados Unidos creemos que nuestros ciudadanos son actualmente nuestros mejores embajadores. Son embajadores de nuestros ideales, nuestros valores y nuestras creencias.
Concluyó que aunque son bienvenidos algunos de los cambios en Cuba que permiten que más cubanos viajen libremente y trabajen para sí mismos, advirtió que estos cambios no nos deben cegar a la realidad autoritaria de la vida de los cubanos ordinarios. En un hemisferio donde los ciudadanos en todas partes tienen el derecho de escoger a sus líderes, los cubanos de manera única no lo hacen. Finalizó con la insistencia, a nombre del hemisferio y la OEA y su Carta Democrática, de una reforma política más amplia en Cuba.
No mencionó que, sin excepción, todos los países del hemisferio votaron para repudiar el bloqueo estadunidense contra Cuba –el eje de la política de Washington hacia La Habana– en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas el mes pasado.
Un par de problemas
Kerry hizo brevísimas referencias a los problemas diplomáticos más visibles en las relaciones entre Washington y América Latina. Abordó el escándalo detonado por las revelaciones del espionaje masivo –incluido el de mandatarios en México y Brasil– que brotaron de la filtración de documentos secretos de la Agencia de Seguridad Nacional por Edward Snowden al recordar que el verano pasado viajó a Brasil, donde dijo que se topó con manifestantes que denunciaban políticas estadunidenses (al parecer, no precisó). Kerry afirmó que el momento fue actualmente la imagen de una democracia saludable. Seguido hizo su única referencia a lo que ha sido uno de los problemas diplomáticos más severos en las Américas durante su estancia al frente del Departamento de Estado: “Y hoy son nuestros valores democráticos compartidos que nos han permitido aguantar desafíos como las preocupaciones entendibles alrededor de las revelaciones de vigilancia…”
Y fue en este contexto sobre las fundaciones democráticas que abordó, con una sola frase, otro tema conflictivo para Washington: expresamos nuestra preocupación cuando instituciones democráticas son debilitadas, como hemos visto recientemente en Venezuela.
Y sin mencionar cuál fue el papel de su gobierno en lo que muchos consideran un golpe de Estado en Honduras, Kerry indicó el apoyo de su gobierno a la misión electoral de la OEA en Honduras en estos días para que todos aseguren que esta elección sea transparente, inclusiva, pacífica e imparcial y que el proceso sea uno en que el pueblo hondureño pueda confiar para expresar su voluntad, al aludir a los comicios presidenciales del próximo domingo.

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