Energía eléctrica, a partir de basura
Energía eléctrica, a partir de basura
La basura, de ser uno de los
mayores problemas en nuestra capital, se convertirá en un recurso
generador de energía eléctrica para abastecer la operatividad de buena
parte de la infraestructura urbana local. Hablamos, estimados lectores,
de la Planta de Termovalorización de la Ciudad de México, llamada “El
Sarape”, a través de la cual se transformarán residuos sólidos en
energía eléctrica para el funcionamiento del Sistema de Transporte
Colectivo Metro y también del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Por sus características de avanzada
tecnológica, esta planta que se construye en los terrenos que ocupó el
Bordo Poniente será la más grande de América Latina, con una capacidad
generadora de electricidad superior en un 30 por ciento con respecto a
la que opera actualmente en la ciudad de Los Ángeles.
Asimismo, los especialistas en la
materia que se han involucrado en este ambicioso proyecto tecnológico
opinan que resolverá en gran medida el destino final de la basura que
produce diariamente la población asentada en nuestra gran ciudad, pues
transformará 4,595 toneladas de desechos, de las 8,000 que diariamente
reciben los depósitos de basura, para generar 965,000 megawhats hora,
los cuales serán recibidos por la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), que a su vez enviará esta energía a las 12 líneas del Metro, y en
su momento, al nuevo Aeropuerto Internacional. Todo ello permitirá que
se dejen de emitir 700,000 toneladas de dióxido de carbono a la
atmósfera.
En una detallada explicación que ofreció
sobre el funcionamiento de la Planta de Termovalorización, el titular
de la Agencia de Gestión Urbana (AGU), Jaime Slomianski, indicó que
tendrá capacidad para recibir de manera simultánea 20 camiones con cajas
de transferencia y contará con cuatro líneas de combustión separadas
que operarán las 24 horas del día, en donde los residuos entran en un
proceso especial donde son mezclados en hornos de alta tecnología para
producir vapor y generar la energía eléctrica. Slomianski precisó que
los gases producto de esta combustión serán tratados con las tecnologías
más precisas, bajo la normatividad europea, que es una de las normas
más exigentes en el mundo en materia de medio ambiente.
Ahora bien, estimados lectores. Desde
luego que nos debe complacer a todos este esfuerzo de las autoridades
locales en aplicar nuevas tecnologías para la producción de energía
eléctrica a parir de la utilización de basura, y encontrar así un
destino utilizable a las miles de toneladas diarias de desechos que
producimos los capitalinos. Eso es un gran acierto. Sin embargo, este
esfuerzo debe ir acompañado de una concientización ciudadana sobre el
manejo de residuos, porque si bien existen normas claras sobre su
separación, aún el grueso de la población no se inmiscuye en esta
cultura.
Hay que decir que esta actitud ciudadana
ante el manejo de la basura no es privativa de la capital del país,
sino que abarca la totalidad del territorio nacional. Por ejemplo, según
el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael
Pacchiano, de las 117,000 toneladas de basura que a diario se generan en
el país, poco más del 70 por ciento se están yendo a nuestros ríos,
bosques y barrancas, y generan un problema ambiental y de salud
poblacional de alto impacto.
Entonces hace falta que, todos los que
de alguna manera estamos inmiscuidos en el propósito de dar
sustentabilidad a nuestros recursos naturales y preservar el ambiente,
sigamos exhortando a la población, para que se sume al esfuerzo de
cambio de hábitos en materia de depósito de basura y desechos orgánicos e
inorgánicos en los lugares destinados para ello. Si no existe este
cambio, esfuerzos como el de la Planta de Termovalorización de la Ciudad
de México serán parciales.
Secretario General del Partido Verde Ecologista en la Ciudad de México.
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