Indígenas se plantan en bosque de la Sierra Tarahumara para evitar tala; anuncian más acciones
Como dejaron sus casas, desde el plantón trabajan en la fabricación de artesanías, mientras otras continúan con su labor de agricultura en la comunidad. Se turnan para evitar más extracción de troncos o “cadáveres de árboles” –como ellos mismos les dicen–, que termine con la vida de la Tarahumara.
El problema ha escalado. Repechique es sólo una muestra de lo que sucede en la región, con la complicidad u omisión de autoridades, el control y abuso de grupos delictivos que trabajan como si tuviesen permiso para controlar el territorio serrano.
El año pasado, la misma comunidad se plantó más de 40 días. Lo único que lograron fueron promesas y demandas que han escalado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El próximo viernes, un grupo conformado por comunidades serranas y activistas marchará de la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hacia la de la Procuraduría General de la República (PGR), como parte de las acciones para defender los bosques de la Sierra Tarahumara.
“La tala inmoderada es una realidad y si no hacemos algo hoy, los bosques de Chihuahua quizá no podrán recuperarse (…) conservemos nuestro bosque. Defendámoslo, pues es el hogar de muchísimas personas, flora y fauna, es parte sumamente importante para la vida de los pueblos y comunidades indígenas. No sólo por ser el lugar en donde viven y del que subsisten, sino porque alimenta el espíritu, da enseñanzas, da vida”, dice la invitación lanzada por la recién creada página de Facebook “Protejamos los bosques de la Sierra Tarahumara”.
Y es que, la resistencia contra la tala inmoderada y la burocracia gubernamental los ha llevado a implementar otras medidas de defensa.
A partir del pasado 4 de abril, los habitantes de Bosques San Elías Repechique instalaron de nuevo un plantón en el área donde particulares cortan cientos de árboles sin ningún control, a pesar de las denuncias que han recibido las delegaciones de la Semarnat, la PGR, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el gobierno estatal.
Hace un año permanecieron bajo la nieve, frío y aire, durante más de 40 días. Se retiraron con la promesa de que el caso sería atendido. Pero este año, la misma gente continuó con la tala, mientras que los habitantes sólo ven pasar “cadáveres de árboles”, ante la indolencia e indiferencia de las autoridades de todos los niveles gubernamentales.
Luis Enrique Pérez, segundo gobernador de la comunidad, informó que el juez Octavo de Distrito y el Segundo Tribunal Colegiado evitaron resolver el fondo de una denuncia que interpusieron ante el juez federal, por la falta de consulta en los permisos de aprovechamiento forestal que emite la Semarnat para dicha área.
Las autoridades judiciales han evitado conocer y resolver el fondo del asunto en el amparo interpuesto por la comunidad, por lo que Pérez acudió a la Corte, junto con el primer gobernador del municipio, Nicolás Sánchez Torres.
Ahí entregaron un oficio a los ministros que integran la Segunda Sala para pedirles que atiendan el caso y resuelvan el fondo del problema, ante la sistemática y permanente afectación que los mantiene por semanas en plantones que duran semanas. Los ministros les ofrecieron revisar y resolver el asunto.
Mientras tanto, en Repechique continúa el plantón, donde permanecen sin protección ni atención.
El llamado a la autoridad
Hace dos semanas, un grupo de organizaciones civiles acompañaron a representantes de la comunidad a la delegación de la Semarnat, para denunciar la depredación del bosque a manos de particulares que actúan con o sin permiso de explotación forestal para destruir la flora y la fauna de la Sierra Tarahumara.
La exigencia es que se suspendan los permisos de explotación forestal que la dependencia federal concedió desde 2015. La respuesta de los funcionarios de la delegación fue que requieren de una orden judicial para actuar contra los particulares que talan el bosque.
Esa comunidad es apoyada por la asociación Consultoría Técnica Comunitaria (Contec), que les brinda asesoría jurídica. Pero a esa exigencia se han sumado decenas de organizaciones no gubernamentales y activistas, académicos y otros actores sociales.
Todos ellos lanzaron un grupo abierto en Facebook, para llamar la atención de la ciudadanía en la entidad y en el país. En su justificación destacaron la importancia estratégica social y ambiental de la Sierra Tarahumara por su biodiversidad y aportaciones al medio ambiente.
La tala, aseguraron, la hacen particulares y ejidos apoyados con programas de aprovechamientos forestales aprobados por la Semarnat, pese a las irregularidades, pero con el enfoque mercantil; sin programas de aprovechamiento y sin importar el desequilibrio del ecosistema ni la violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas.
Los denunciantes afirmaron que la tala ya es una actividad económica que beneficia a tala montes, caciques, empresarios y hasta grupos delictivos principalmente, en la zona de los municipios de Bocoyna y Guachochi, sin ninguna sanción de la Semarnat, Profepa, Conafor, la PGR y el gobierno de Chihuahua.
Por último, llamaron a la ciudadanía a sumarse a la campaña para ayudar a “decir ALTO, ¡ni un árbol menos, paremos esto!”. https://www.facebook.com/ProtejamoslosbosquesST
observambientaltarahumara@gmail.com
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