Despidos ilegales en Goodyear-México para destruir la libre organización sindical. Autor: José Guadalupe Armenta

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Goodyear

JULIO ASTILLERO 
Entrevista realizada a Francisco Retama, asesor político de los trabajadores despedidos de Goodyear.
El pasado 9 de julio inició el despido de casi 80 trabajadoras y trabajadores de la planta en San Luis Potosí de la llantera transnacional estadunidense Goodyear. Con esta acción los directivos rompieron su compromiso firmado el 25 de abril de no tomar represalias contra los trabajadores que legítimamente se manifestaron un día antes debido a los indignos salarios y violación de derechos laborales, así como el contrato colectivo de protección patronal que hay en esta fábrica.
En forma por demás intimidatoria e ilegal, un bufete de abogados encabezado por el presidente de la Barra Nacional, José Mario de la Garza, pretendió notificar a los compañeros por medio de visitas domiciliarias y llamadas telefónicas.
Es, a todas luces, una represión política, que busca destruir la organización independiente y democrática que vienen construyendo las compañeras y compañeros de Goodyear-San Luis Potosí.
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Se debe recordar que en la fábrica un sindicato de la CTM, encabezado por el senador del PRI, Tereso Medina, firmó la titularidad del Contrato Ley de la Industria Hulera, para luego anular su aplicación por medio de un convenio singular. La CTM firmó como representante de los trabajadores en 2015, cuando aún no había uno solo contratado, ni la fábrica se había construido.
Todo esto con el objetivo de imponer condiciones de trabajo precarias, bajos salarios e impedir la libre organización de los trabajadores que permitiera una genuina contratación colectiva, evadiendo la aplicación del Contrato Ley de la Industria Hulera, que es una obligación de cualquier compañía llantera que pretenda instalarse en nuestro país.
Los directivos hicieron varios intentos para legitimar a la CTM, pero ninguno funcionó. Los trabajadores siempre rechazaron la presencia de los cetemistas y denunciaron su falsa representación.
Al iniciar los despidos, varias unidades de la policía estatal se hicieron presentes afuera de la planta y personal de la Secretaría de Trabajo del gobierno estatal presenció los despidos, pues el gobernador fue notificado con anticipación de la decisión de la empresa. Por supuesto, nada hicieron para impedir el despido, al contrario, se prestaron a facilitarlo y legitimarlo.
También, para intimidar a los compañeros que al ser despedidos eran desalojados de la fábrica y a los activos, contrataron un grupo de golpeadores integrado con gente de la CTM estatal, de un supuesto sindicato de pepenadores.
Las compañeras y compañeros despedidos han recibido de inmediato el apoyo de sindicatos internacionales, como IndustriAll, y nacionales, como el Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México, el Sindicato Minero Metalúrgico, sindicatos de la industria automotriz, organizaciones de la Nueva Central de Trabajadores, destacadamente el Sindicato Mexicano de Electricistas y la cooperativa Trabajadores Democráticos de Occidente.
Los trabajadores que fueron despedidos ilegalmente deben ser reinstalados inmediata e incondicionalmente en sus puestos de trabajo. Asimismo, se debe respetar su derecho a la libertad sindical, que se organicen en la organización que lo decidan, que sea una organización de los propios trabajadores y se destruya el contrato colectivo de protección patronal que hoy tiene firmado Tereso Medina con la empresa.
El caso de Goodyear es emblemático por el momento, de las terribles prácticas que se imponen a los trabajadores industriales en México por responsabilidad de las empresas transnacionales, el gobierno y los pseudolíderes sindicales, pero puede convertirse en un ejemplo de los cambios que la clase trabajadora añora, en sus condiciones laborales, en sus condiciones de vida y respecto del ejercicio de sus derechos más elementales.
José Guadalupe Armenta Martínez es presidente del Consejo Superior del Cooperativismo.
 
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