Discriminación racial disminuye las oportunidades profesionales en México
El Economista
De la población morena en el país el 7 de cada 10 afirmaron ocupar las plazas más bajas de la unidad económica para la que trabaja.
De la población morena en el
país el 7 de cada 10 afirmaron ocupar las plazas más bajas de la unidad
económica para la que trabaja. El color de piel en México es uno de los principales motivos de discriminación.
En la mayoría de los casos, quienes tienen tonos más oscuros de piel
son más susceptibles a ser víctimas de alguna muestra discriminatoria
que, además de afectar su estabilidad emocional, limita el acceso a
oportunidades y en los peores casos merma el pleno ejercicio de sus
derechos.
En México, 4 de cada 10 personas de
tez morena ocupa puestos de apoyo, de servicios personales o realiza
actividades agropecuarias, 1 de cada 10 es trabajador industrial o de
transporte y 2 de cada 10 son artesanos. La población de tez morena
tiene mayores dificultades no sólo para ocupar puestos de alto rango,
incluso tiene más contratiempos que una persona blanca para ocupar
cualquier puesto, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación (Enadis) difundida por el Inegi esta semana.
Se contempla en la encuesta a la
población de entre 18 y 59 años. De todos los que se clasificaron en la
categoría de tonos de piel oscuros, sólo el 2.8% es jefe de área,
directivo o funcionario en la institución que labora, el 12.0% aseguró
ocupar un puesto técnico o de profesión y sólo el 11.2% es empleado
administrativo o de ventas.
Esta situación expresa que, en
México, sólo 2 de cada 10 trabajadores que se identifica como moreno,
muy moreno o negro ocupa puestos importantes en el ámbito laboral.
Estas cifras para las personas de
tonos intermedios y claros son significativamente distintas. Del total
de habitantes en México de tez blanca, al menos la mitad ocupa los
puestos de mayor responsabilidad y mejor remuneración; 74% de los morenos tiene plazas bajas, mientras que para los blancos el dato se reduce a 51.3 por ciento.
Las gerencias, direcciones,
coordinaciones, administraciones y otras áreas clave de las empresas
están compuestas mayormente por personas con tono de piel claro: 6.1% de
ellos es funcionario, director o jefe de área, por lo menos el 21.5%
desarrolla su profesión o carrera técnica y 21.1% tienes puestos
administrativos o de ventas.
La discriminación no sólo se
presenta en este grado. El rezago social como producto del rechazo hacia
las personas de tez oscura se extiende a todos los grupos de edad, se
profundiza mientras más oscuro es el tono de piel de la persona y se
intensifica cuando tienen rasgos o culturas minoristas.
La Enadis encontró que, dentro de las escuelas de educación básica, media superior y superior, las personas con colores de piel oscura son las que menor oportunidad tienen de concluir estudios universitarios o de posgrado, la población más afectada en el ámbito educativo es la que tienen de entre 15 a 24 años.
4 de cada 10 afrodescendientes que
residen en México no cursa la preparatoria ni una carrera universitaria y
en la misma situación se encuentran 2 de cada 10 indígenas; este tipo
de discriminación evidencia las desventajas que enfrentan de manera
históricas las etnias cuya característica principal es tener tonos de
piel más oscuros.
De las personas con tonos de piel
oscuros sólo el 16.0% alcanza a cursar un nivel de educación superior y
el 15.9% un nivel de educación media superior (preparatoria). Destaca
que el 33.5% de quienes tienen tez morena no lograron completar ni
siquiera la educación básica. En este grupo social, 7 de cada 10
personas carece de estudios superiores.
En el grupo de mexicanos con los
tonos más claros de piel, la porción más grande del pastel sí tiene
estudios universitarios, y por lo menos 6 de cada 10 personas de tez
blanca sí terminaron la educación media superior.
La desigualdad socioeconómica está
altamente ligada con la discriminación estructural, de acuerdo con el
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), el rechazo o
exclusión de las personas por su apariencia afecta de manera
significativa y negativa en el desarrollo de éstas, situación que se
refleja en los aspectos educativos y laborales en la población.
Se enfatiza en el informe la
necesidad de acabar con los prejuicios, creencias y prácticas sociales
que fomentan la discriminación y el rechazo hacia otras personas, y que
además generan una ampliación de la brecha de desigualdad y pobreza en
México.
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