“México vivirá un activismo sindical nunca antes visto”
Los sindicatos vigentes iniciarán el proceso de
revisión de sus contratos colectivos; sus líderes, la pugna por la
representatividad obrera.
En los próximos cuatro años, México tendrá una actividad sindical como nunca antes se había visto. El vaticinio es de Xiuh Tenorio, politólogo y exdiputado local. Una vez que entró en vigor la reforma laboral, los “viejos sindicatos”, los recién formados y los que aún no existen, se pelearán por la titularidad de los contratos colectivos de trabajo, abundó.
En el foro Panorama laboral en México, organizado por Factor Capital Humano, Tenorio expuso que la reciente promulgada reforma se trata de una legislación “profunda”, que tendrá un gran impacto en las empresas, sindicatos, trabajadores y en la justicia laboral.
El status quo que permaneció por más de ocho décadas comenzará a cambiar, si no es que a desaparecer, opinó. Y en ese reacomodo de poderes, las organizaciones sindicales no sólo intentarán mantener o conseguir el dominio, sino que buscarán crecer la baja tasa de afiliación, que hoy llega a penas a 13% de los empleados en México.
Xiuh Tenorio lamentó que las empresas todavía no le han dado tanta importancia a la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), siendo que implican un cambio en las bases del mundo laboral mexicano.
El primero fue la reforma Constitucional en materia laboral que entró en vigor en 2017 y que obligaba a modificar la legislación secundaria. Sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto “ya no quiso entrarle” y le dejó la tarea a la siguiente administración.
La segunda motivación fue la firma del T-MEC. Estados Unidos había condicionado su adhesión al tratado comercial a que México garantizara la negociación colectiva, elección libre de dirigentes sindicales y transparencia de los contratos colectivos de trabajo.
La tercera presión fue la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento defiende el derecho de los trabajadores a ser protegidos por un sindicato y a la negociación colectiva real, entre otros temas.
También participaron integrantes del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral –organismo al que pertenece Alcalde Justiniani—, como Pablo Franco, quien “podría ser el próximo titular” del Centro Federal de Conciliación.
Pero si bien las grandes y tradicionales centrales sindicales quedaron fuera en la discusión, en los próximos años darán rienda suelta a un gran activismo, junto con sus nuevos opositores.
El senador Napoleón Gómez Urrutia no sólo es el líder de los trabajadores mineros, sino que acaba de formar la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), subrayó Xiuh Tenorio. Por su parte, Pedro Haces, instauró su Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
Ambos, así como Francisco Hernández Juárez, líder de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), protagonizarán una lucha “para ver quién desplaza a la Confederación de Trabajadores de México (CTM)”, liderada por el senador priista Carlos Aceves del Olmo.
Además, a decir de Tenorio, uno de los retos que tienen en mente tanto Gómez Urrutia como Pedro Haces “es levantar la baja tasa de sindicalización en el país”. Durante toda la discusión de la reforma, este tema siempre estuvo presente, expuso.
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Escrito por:
Blanca Juarez
En los próximos cuatro años, México tendrá una actividad sindical como nunca antes se había visto. El vaticinio es de Xiuh Tenorio, politólogo y exdiputado local. Una vez que entró en vigor la reforma laboral, los “viejos sindicatos”, los recién formados y los que aún no existen, se pelearán por la titularidad de los contratos colectivos de trabajo, abundó.
En el foro Panorama laboral en México, organizado por Factor Capital Humano, Tenorio expuso que la reciente promulgada reforma se trata de una legislación “profunda”, que tendrá un gran impacto en las empresas, sindicatos, trabajadores y en la justicia laboral.
El status quo que permaneció por más de ocho décadas comenzará a cambiar, si no es que a desaparecer, opinó. Y en ese reacomodo de poderes, las organizaciones sindicales no sólo intentarán mantener o conseguir el dominio, sino que buscarán crecer la baja tasa de afiliación, que hoy llega a penas a 13% de los empleados en México.
Xiuh Tenorio lamentó que las empresas todavía no le han dado tanta importancia a la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), siendo que implican un cambio en las bases del mundo laboral mexicano.
Las motivaciones de la reforma secundaria
Los cambios a la LFT y a otros 6 ordenamientos federales aprobados por el Congreso de la Unión en abril pasado tienen tres antecedentes o motivaciones inmediatas, expuso el especialista.El primero fue la reforma Constitucional en materia laboral que entró en vigor en 2017 y que obligaba a modificar la legislación secundaria. Sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto “ya no quiso entrarle” y le dejó la tarea a la siguiente administración.
La segunda motivación fue la firma del T-MEC. Estados Unidos había condicionado su adhesión al tratado comercial a que México garantizara la negociación colectiva, elección libre de dirigentes sindicales y transparencia de los contratos colectivos de trabajo.
La tercera presión fue la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento defiende el derecho de los trabajadores a ser protegidos por un sindicato y a la negociación colectiva real, entre otros temas.
La pelea que se avecina
En la creación de esta reforma secundaria, afirmó Tenorio, los “viejos líderes priistas fueron sólo espectadores”. A su juicio, “el ideólogo” de los ajustes fue el abogado laboral Arturo Alcalde Justiniani.También participaron integrantes del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral –organismo al que pertenece Alcalde Justiniani—, como Pablo Franco, quien “podría ser el próximo titular” del Centro Federal de Conciliación.
Pero si bien las grandes y tradicionales centrales sindicales quedaron fuera en la discusión, en los próximos años darán rienda suelta a un gran activismo, junto con sus nuevos opositores.
El senador Napoleón Gómez Urrutia no sólo es el líder de los trabajadores mineros, sino que acaba de formar la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), subrayó Xiuh Tenorio. Por su parte, Pedro Haces, instauró su Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
Ambos, así como Francisco Hernández Juárez, líder de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), protagonizarán una lucha “para ver quién desplaza a la Confederación de Trabajadores de México (CTM)”, liderada por el senador priista Carlos Aceves del Olmo.
Además, a decir de Tenorio, uno de los retos que tienen en mente tanto Gómez Urrutia como Pedro Haces “es levantar la baja tasa de sindicalización en el país”. Durante toda la discusión de la reforma, este tema siempre estuvo presente, expuso.
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