Preparan recursos legales contra el Proyecto Transístmico

 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de mayo de 2019, p. 20
Las organizaciones indígenas y sociales que se oponen al Proyecto Transístmico afinan recursos legales, basados en la Constitución y la Ley Agraria, para proteger a las comunidades y sus tierras contra dicho plan, aseguró Carlos Beas, coordinador de la Unión de Comunidades de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni).
Diferentes organizaciones estamos preparando un encuentro para el 8 de junio en Salina Cruz, Oaxaca, para no solamente expresar nuestro rechazo y oposición al megaproyecto, sino también hacer una propuesta alterna que incluya las prioridades de la población, como salud y agua, señaló en entrevista.
Comentó que tras el rechazo expresado por varias comunidades y organizaciones de la zona al proyecto, así como las críticas a la consulta que realizó el Instituto Nacional de los ueblos Indígenas, éste cambió el discurso y convocó a las autoridades comunitarias a llevar las peticiones de la gente, tratando de maquillarlo como un plan integral de desarrollo para el istmo.
Destacó que una de las ideas centrales del encuentro será afinar la defensa legal del territorio y realizar una campaña informativa, porque todavía se conoce muy poco del proyecto. Éste, enfatizó, debe abordar prioridades de la población del istmo de Tehuantepec, como el tema sanitario y el abasto de agua.
A la par que el gobierno federal reparte tarjetas del Bienestar para lograr el respaldo al proyecto, ha dejado de atender otras prioridades, denunció el coordinador de la Ucizoni. El sistema de salud de la región, dijo, se está colapsando, porque ya no se atiende a los beneficiarios del Seguro Popular y hay desabasto no sólo de retrovirales, sino también de insulina, medicamento muy importante, porque en el país existen 8 millones de personas con diabetes que lo requieren.
El Centro de Atención a Mujeres y Niñas Víctimas de Violencia y el Programa de Ciudadanía de la Mujer Indígena, ambos de Ucizoni, aseveraron que el programa IMSS Bienestar lleva meses en total abandono, ya que el hospital de Matías Romero y un centenar de unidades médicas carecen de equipos, no tienen medicamentos suficientes y las ambulancias están descompuestas.

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