Sector energético, clave en la renuncia de Carlos Urzúa a la SHCP

Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- Un diferendo con el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, derivado de su intención de incumplir el contrato por el cual se construyó el gasoducto submarino Sistema Sur Texas-Tuxpan, fue  -al parecer- el último motivo que provocó la salida de Carlos Urzúa Macías, ahora exsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), además de otras factores relacionados con el sector energético.
De acuerdo con la entrevista publicada en la revista Proceso, otras razones son el freno a la Reforma Energética y la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en lugar de promover la exploración y producción de crudo. Aclara que no se opone a los grandes proyectos. “Creo que un país como el nuestro debe tenerlos”, pero los que son viables.
“Hacer una refinería como la de Dos Bocas no es óptimo en las condiciones actuales. Los encargados de construirla dicen que costará unos 8 mil millones de dólares. Sin embargo, la gran mayoría de las empresas señala que no se puede hacer por menos de 15 mil millones de dólares y la mayoría de los expertos aseguran que no puede hacerse en tres años. Por eso la licitación estuvo desierta”.
“Tú no puedes persistir en una idea cuando hay empresas que saben más que tú y dicen lo contrario. El problema de este gobierno es su voluntarismo.”
“Otra de mis diferencias tiene que ver con el plan de negocio de Pemex. Creo que ese plan puede ser muy bueno y se puede sanear la situación de la empresa en tres años. Sin embargo, eso solo será posible si evitamos proyectos como el de la refinería y nos abocamos de manera intensiva a la exploración y producción de crudo.”
“Hay algunos yacimientos muy generosos en el país. Ixachi, por ejemplo, tiene reservas probadas de mil 300 millones de barriles. Está en tierra y las reservas probadas y posibles rondan, al parecer, los 2 mil millones. Cerca, pero ya en aguas someras, hay otros dos grandes yacimientos. Ahí es donde deberíamos estar poniendo los recursos.” 
Urzúa Macías también alerta que una disputa legal con las empresas involucradas podría dejarnos sin fuentes de energía un buen tiempo, además de poner en peligro la entrada en vigor del T-MEC. En particular se refiere a “uno de los gasoductos paradigmáticos es que va de Texas a Tuxpan, Veracruz, el cual se firmó hace cinco años y ya se terminó de construir.” 
“Ese gasoducto que provee más de un tercio de toda la demanda de gas en México, fue construido por Transcanada, una paraestatal canadiense, junto con IEnova, una empresa mexicana subsidiaria a su vez de una estadunidense llamada Sempra. Puede ser cierto que el gasoducto haya salido caro, como afirma Bartlett, pero lo cierto es que nosotros firmamos un contrato y debemos cumplirlo.”
“Bartlett no quiere entregar ese gasoducto y pretende renegociar el contrato, pero no está evaluando correctamente su costo, porque al parecer no entiende el concepto de valor presente. Es preocupante que alguien que dirige una empresa de electricidad no entienda el concepto de valor presente.” “El problema es que, si no se respeta el contrato, Transcanada demandará a la CFE, porque el gasoducto ya se terminó de construir”.
“Mientras ese pleito dura, el gasoducto no se podrá utilizar, lo que nos dejaría imposibilitados de satisfacer un tercio de la demanda de gas. El pleito va a durar años y es muy probable que México lo pierda, además de que no podremos usar ese gasoducto por un buen rato. Eso es jugar literalmente con fuego y con el bienestar de millones de mexicanos que viven en la Península de Yucatán, donde ya están sufriendo apagones porque no hay gas.”
“Pero hay otros problemas extra, Bartlett asegura que esto no va a afectar al T-MEC porque una disputa entre dos empresas se dirime en instancias internacionales. Sin embargo, cualquier empresa, acudiendo al TLCAN, puede invocar la violación de una disposición donde se establece que los Estados no pueden de manera arbitraria y lesiva afectar los intereses de otros países”.
“Transcanada ya ha demandado por esa vía a Estados Unidos por temas de gasoductos, por lo que no dudo que Bartlett o la 4T los asuste mucho. El último problema es aún más preocupante. Sempra, la matriz de la otra empresa involucrada, es estadunidense y en su consejo está nada más y nada menos que Nancy Pelosi. En el momento en que nosotros nos aventemos el pleito, Pelosi va a bloquear toda posible firme del T-MEC. Para mí este es un ejemplo muy claro de que la política pública debe estar basada en evidencias, no en deseos.”
Desafortunadamente, luego de exponer esta problemática del gasoducto al Presidente, éste le dijo “que yo era un neoliberal. Para López Obrador, cualquiera que lo critique lo es. También aseguró que Bartlett es un gran abogado y que cómo me atrevía a cuestionarlo.”


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