CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A poco más de cinco
años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sus padres
y familiares realizaron una peregrinación a la Basílica de Guadalupe
con el fin de pedirle a la Virgen del Tepeyac que aparezcan estos
jóvenes.
Durante la peregrinación –que partió de la Glorieta de
Peralvillo y siguió por la calzada de Guadalupe hasta llegar al
santuario–, los familiares ondeaban mantas y pancartas con grandes
fotografías de los 43 normalistas.
Y al entrar a la Basílica, coreaban al unísono: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”… “¡Ni perdón ni olvido!”.
La misa fue celebrada por el obispo de la diócesis de
Chilpancingo-Chilapa, el franciscano Salvador Rangel, quien animó a los
familiares a no perder la esperanza y la fe en encontrar a los
normalistas con vida, señalando también que el presidente Andrés Manuel
López Obrador está mostrando buena disposición para resolver el caso.
Luego de externar su solidaridad con familiares y amigos de los
desaparecidos, el obispo Rangel afirmó que no sanarán las heridas hasta
que haya justicia y se encuentre a los 43 jóvenes.
Este
caso, aseguró durante su homilía pronunciada en el altar, “es un
atentado contra la dignidad de la vida y un pecado contra la vida de
estos desaparecidos y otros muchos más”.
Indicó que los familiares recurren a la Virgen de Guadalupe en busca
de consuelo y fortaleza para continuar en su ardua búsqueda, lo mismo
por saber la verdad sobre el caso, ya que aún no se ha llegado a una
conclusión definitiva.
Para reconfortarlos, Rangel les recordó a que no están solos en su
lucha, pues cuentan con el respaldo de muchos mexicanos.
Por su parte, el abogado de los familiares, Vidulfo Rosales, quien
los acompañó en su peregrinación, planteó la posibilidad de que los
jóvenes no fueron llevados todos a un mismo punto, como refirieron las
autoridades durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, sino que se les
separó en distintos grupos.
“Los datos que ahora se tienen es que pudieron haber sido
divididos en varios grupos y su paradero puede ubicarse en diferentes
municipios aledaños a Iguala”, dijo.
Y concluyó: “Seguimos teniendo la esperanza de encontrarlos”.
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