884,000 personas quedaron sin empleo en enero, la peor caída en nueve meses

 EL ECONOMISTA

Por: Felipe Morales Fredes y Gerardo Hernández 26 Feb 2021
El cierre de algunas actividades económicas en el inicio del año para frenar los contagios de covid-19 impactó al mercado laboral y la tasa de desocupación se ubicó en enero en 4.7%, el primer aumento desde junio de 2020.
884,000 personas quedaron sin empleo en enero, la peor caída en nueve meses

La intensificación de la pandemia y el cierre de algunas actividades económicas en el arranque del año le pasaron la factura al mercado laboral. En enero, 883,825 personas perdieron su empleo, la tercera caída consecutiva en la ocupación y la baja mensual más pronunciada desde abril de 2020.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el primer mes de 2021 reportó una tasa de desocupación de 4.7%, un aumento de 0.9 puntos respecto de lo reportado en diciembre y el primer aumento en este indicador desde junio del año pasado. La población ocupada pasó de 52.8 a 51.9 millones de personas.

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Las mujeres fueron las más afectadas por la contracción del mercado laboral, representando el 90% de las bajas reportadas en enero. Además, del total de empleos perdidos, 68% fueron en el sector informal y 32% en el formal.

Las entidades con los mayores niveles de desempleo son el Estado de México (9%), Quintana Roo (7.6%), la Ciudad de México (7.5%), Guanajuato (7.1%) y Querétaro (6.5%).

En comparación con enero de 2020, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) destacó que en la ocupación hay una baja de 2.9 millones de personas. En tanto, de los más de 12 millones de trabajos que se perdieron en abril del año pasado, “periodo de mayor restricción en la operación de los negocios y en la movilidad de la población para contener la pandemia”, se han recuperado 8.7 millones.

Por sectores, las bajas laborales de enero se observaron en la industria de la construcción, el comercio y las funciones de gobierno. Los que reportaron un comportamiento positivo fueron el transporte, los servicios profesionales y los servicios diversos. Por tamaño de unidad económica, el retroceso se dio nuevamente en el renglón de los micronegocios.

En tanto, la población ocupada en la economía informal se redujo de 29.5 a 28.9 millones, lo que llevó la tasa de informalidad laboral a 55.6 por ciento, 0.2 puntos porcentuales menos que la reportada para diciembre pasado.

Además del aumento del desempleo, en enero se incrementó el número de personas subocupadas, es decir aquéllos con jornadas laborales reducidas y con necesidad y disponibilidad de trabajar más tiempo. En la actualidad hay 7.8 millones de trabajadores y trabajadoras en esta condición, 281,000 más que en diciembre pasado. Con este movimiento, la tasa de subocupación de ubicó en 14.9%, un aumento de 0.7 respecto de lo observado en el cierre de 2020, todavía muy por arriba de lo observado en el pico de 12.9% en la crisis financiera global de 2009.

“Los primeros datos duros sobre el estado de la economía a inicios de 2021 muestran que las afectaciones ocasionadas por el Covid-19 siguen siendo un factor para considerar y mantendrán presiones bajistas sobre la actividad”, expresó Marcos Arias Novelo, economista en jefe de Grupo Financiero Monex.

Por otra parte, la brecha laboral tuvo un repunte al pasar del 29.5 a 31.0% de la fuerza de trabajo potencial. De esta manera, la necesidad de empleo alcanza a 16.8 millones de mexicanos, este indicador está lejos de su recuperación, indicó el especialista.

“El desempleo repuntó respecto a diciembre debido a que, en comparación con lo observado durante la temporada navideña, más gente salió a buscar trabajo en enero y no lo consiguió”, subrayó Ricardo Aguilar Abe, economista en jefe de Invex.

Los datos reportados, expresó el especialista, permiten prever que la recuperación del mercado laboral podría demorar más tiempo debido a una mala combinación entre la lenta reactivación económica y la falta de apoyo para las empresas en la parte fiscal, así como un incremento continuo y significativo en el salario mínimo en un contexto de bajos ingresos.

Para Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, las cifras presentadas por el Inegi para el empleo y la ocupación en enero reflejan un retroceso en la recuperación frente al impacto de la crisis generada por la pandemia.

“A partir de la pandemia, surgió un gran desequilibrio en el mercado laboral. Las cifras de la ENOE de enero 2021 señalan retrocesos en la batalla por recuperar tanto terreno perdido en esta crisis”, comentó en su cuenta de twitter.

Presión vs precariedad

El incremento en la tasa de desocupación se traduce en que hay más personas buscando una oportunidad de trabajo. Sin embargo, el aumento en la demanda de empleo y el choque con la escasa oferta laboral podrían aumentar la precariedad del mercado de trabajo, advierten especialistas.

“El empleo que están encontrando es de mala calidad”, comentó José Luis de la Cruz, director general Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). Aumentos en indicadores como la tasa de subocupación y el alcance de la tasa de condiciones críticas de ocupación son un reflejo de la precarización del mercado.

“En esencia, los empleos que están encontrando son de bajos salarios, normalmente hasta de dos salarios mínimos, esto en conjunto nos plantea que, en enero, las cifras de precarización se siguen incrementando”, expuso el especialista.

La tasa de presión general, indicador que mide la tensión en la demanda de empleo, pasó de 7.2 a 8.8% entre diciembre y enero, esto implica que hay 4.7 millones de mexicanos buscando un empleo, 843,200 personas más que a finales de 2020.

“La ley de la oferta y la demanda funciona también en el mercado laboral. Si tienes muchas personas buscando pocos empleos, naturalmente el costo será sobre el precio del empleo, que es el salario”, afirma Carlos Ramírez Fuentes, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores.

Para el especialista, el incremento en la demanda por empleo podría presionar más los salarios a la baja y la creación de puestos temporales, deteriorando más las condiciones del mercado laboral.

En esa visión coincide José Luis de la Cruz. “Puede repercutir en que se vean los salarios a la baja y que las condiciones no sean las más favorables”. Además, las cifras indican que el retroceso no es exclusivo del mercado formal, también la informalidad ha tenido afectaciones.

 

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