Estados Unidos: Jubilaciones

miércoles 5 de enero de 2011

Alberto Ampuero (especial para ARGENPRESS.info)

Como la vejez es inevitable, a partir del 1 de enero 78 millones de baby boomers (la generación nacida en el intervalo de 1946 a 1964) cumplirán diariamente los 65 años y por ley recaudar los beneficios de la seguridad social y los seguros médicos (Medicare y Medicaid).

Pero hace ya tiempo que los Gobiernos demócratas y republicanos dicen que pagar las jubilaciones se hace cada vez más difícil porque “no alcanza la plata”.

La argumentación que se repite una y otra vez es que la proporción entre los que trabajan y los retirados se va modificando con el tiempo. Con el aumento de la esperanza de vida cada vez hay más jubilados con relación a la población activa, de modo que los aportes de estos últimos es cada vez más insuficiente para pagar las jubilaciones

No hay evidencia de que el sistema de pensiones públicas requiera una disminución de los beneficios para garantizar su sostenibilidad

la Seguridad Social se financia con un impuesto específico. La gente paga su Seguridad Social y Medicare durante toda su vida laboral. Se trata de un sistema de reparto (pay-as-you-go) en el que los impuestos pagados por las personas que trabajan financian a las que están jubiladas. Promueve, por consiguiente, la circulación de recursos en un lapso determinado de tiempo.

La principal circulación no va, como suele creerse, del joven hacia el mayor. La transferencia real, efectiva, se da de los padres que tienen hijos hacia los que no los tienen y de los jóvenes cuyos progenitores han fallecido hacia los padres que no tienen descendencia. En ambos casos se trata de una distribución equitativa, progresiva y sobre todo sostenible

Actualmente estos sistemas (de la seguridad social y los seguros médicos) no están en déficit. El problema es que el gobierno está usando los ingresos destinándolos a otros fines. De hecho, desde la década de 1980 los ingresos de la Seguridad Social se han utilizado para financiar las administraciones públicas en general
Hoy en día, dichos ingresos están siendo utilizados para financiar los rescates billonarios de Wall Street y la guerra de Obama en Afganistán

Pero hay algo más, los sostenedores de las tesis catastrofistas de la Seguridad Social se plantean el tema de las jubilaciones en términos de déficit financiero. Pero lo que no se dice es que la sostenibilidad de las pensiones depende de la riqueza del país. Y ello depende, además del número de trabajadores, de su productividad. Con el incremento de la productividad, habrá más recursos para los pensionistas y para los no pensionistas

Pues bien, la productividad de los trabajadores aumentó a su ritmo más rápido en seis años en el tercer trimestre de 2009 (un salto de 9.5 por ciento en la tasa anual de la cantidad de producción por empleado) Pero los salarios bajaron en el mismo período.
Los datos muestran que la riqueza, medida por su PIB per cápita, aumentó mucho más que la población, jubilados o no. Pero se repartió cada vez más inequitativamente

De modo que aunque los jóvenes sean relativamente cada vez menos en proporción a los viejos jubilados, la riqueza crece más rápidamente.

La cuestión es cómo se reparte la “torta”. Y ahí es donde los grandes capitalistas no quieren ceder. Veamos

El acuerdo que obtuvo Obama en noviembre para prolongar dos años más los recortes de impuestos de la era Bush y la ampliación de un año de los beneficios del seguro de desempleo también vino con un recorte de un año al impuesto de la Seguridad Social: 120 mil millones de dólares de reducción de las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social, reduciendo del 6,2 al 4,2% la retención correspondiente al FICA (Federal Insurance Contributions Act, el principal impuesto que financia la Seguridad Social).
Este primer recorte va a acelerar, de seguro, la llegada del momento en el que el sistema entre en una situación de "quiebra patrimonial". El problema es que no va a detenerse aquí.

En 2012, año de elecciones, cuando los demócratas en el Congreso tengan menos poder que ahora, la presión para prorrogar aún más las reducciones de impuestos de Bush será abrumadora. Peor aún, el acuerdo arriesga una gran crisis financiera –una crisis que pudiera ser resuelta solo haciendo reducciones gigantescas en el gasto federal.

Y no estamos hablando de programas gubernamentales que a nadie le interesan; la única manera de recortar lo suficiente el gasto como para pagar a la larga por las reducciones de impuestos de Bush, sería desmantelar grandes sectores de la Seguridad Social y de Medicare, advierte el Nobel de economía, Paul Krugman
Así que la hoja de ruta no consiste solamente en liberar las rentas de los más ricos. Se trata de cargarse el sistema fiscal progresivo entero. ¡Salvemos la Seguridad Social!

Alberto Ampuero es periodista radicado en Riverside, California.

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