La Justicia Divina de la Poderosa y Absoluta Suprema Corte.

El imperio del salvajismo en México y la Justicia que pregona Juan Silva Meza.

Los datos de la Jornada en las dos fotografías siguientes referentes a este comentario dan cuenta simultáneamente acerca del desastroso estado de la Justicia Federal en México; en la primera imagen, una vez más, el Presidente de la llamada Suprema Corte, Juan Silva Meza, hace gala de que el mencionado órgano del Estado mexicano cumplirá con su cometido con lo que de manera general y vaga llama los Derechos Humanos; pero desde luego que su dicho no es más que sólo expresiones contradichas por la realidad, pues, dados sus negros antecedentes, el grupo de jueces (ministros) de la Suprema Corte que realizarán la Justicia a que alude Juan Silva Mesa son precisamente los mismos que se han estado dedicando a dictar las resoluciones más vergonzantes y mezquinas que puedan provenir de algo conformado como tribunal en el Estado Moderno; dícenlo, pues, las resoluciones que a todo mundo constan: madres y padres de los bebés de la Guardería ABC de Sonora; el famoso Anatocismo con sus estúpidos criterios contradictorios; Atenco, casos Lidia Cacho y Oaxaca 2006, etc. En la segunda imagen resalta la vulnerabilidad, indefensión y humildad de los seres humanos, seis personas, que de antemano a través de la difamación pública, la brutalidad policíaca, el abuso patente del Poder público, y desde luego, sin que medien los debidos procesos legales, ya están flagrantemente siendo castigados y penados, resintiendo ya la estigmatización pública y deshonra a de la reputación de sus personas al ser exhibidos escandalosamente como delincuentes, sin que les sean respetados sus derechos constitucionales, sus derechos, y que les están siendo ultrajados por el gobierno Federal a través de sus cuerpos policíacos; a esos seis seres humanos y a los muchos miles más que han recibido el mismo trato desde que Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa se dedicaron a usurpar la Presidencia de la República; y entonces en este mar de barbaridades contra los seres humanos, ciertamente, no está presente el Constitucionalismo de 1917, ni ningún otro constitucionalismo, palabras que significan precisamente el pleno respeto a los derechos constitucionales de los gobernados. Son inverosímiles, pues, las expresiones del Licenciado Juan Silva Meza acerca de que la labor de la llamada Suprema Corte se encargará del respeto a los Derechos humanos. Un mínimo bien que los llamados ministros de la Suprema Corte haría a México es que renuncien todos a sus cargos y se vayan a sus casas, que dejen de causar demasiados daños a México, que dejen de robar vía sueldos extratosféricos a los millones de mexicanos pobres que conformamos las mayorías nacionales; un segundo paso necesario consiste en que dicha Suprema Corte desaparezca como estructura de Poder por dañina, inútil y ser un cuerpo de privilegiados anidado por la extrema corrupción ancestral del sistema político.


México, enero de 2011.

Mexicanos Quetzalcóatl, Libertad, Soberanía y Justicia

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