En riesgo, el sector eléctrico nacional
ESTHELA DAMIÁN PERALTA
En riesgo, el sector eléctrico nacional
Aunque se desconocen las tarifas que los permisionarios privados tienen autorizadas en los contratos de venta de electricidad a la Comisión Federal
de Electricidad (CFE), es un hecho que su alto nivel afecta seriamente al Sistema Eléctrico Nacional.
De acuerdo con un análisis que realizó la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara de Diputados, el Presupuesto de Egresos de este año establece que los proyectos asociados a productores independientes tendrán hasta el año 2041 ingresos por 1 billón 593 mil millones de pesos por la venta de energía eléctrica a la CFE.
A diciembre de 2010, los permisionarios privados recibieron ingresos por 268 mil millones de pesos, 16.9 por ciento de los ingresos programados para todo el periodo, lo que implica que al menos con la infraestructura actual recibirán hasta 1 billón 325 mil millones de pesos entre 2011 y 2041.
Los permisionarios privados de la CFE tienen contratos de compra-venta de energía eléctrica hasta por 25 años, mismos que son renovables. Entre éstos destacan los casos de Iberdrola, EDF International, Unión Fenosa y Mitsubishi. En los últimos años, la dependencia de los productores privados por parte del servicio público ha tendido a incrementarse.
Aunque la CFE cuenta con 64.3 por ciento de la capacidad de generación de electricidad, ésta ha venido disminuyendo su contribución debido a que se privilegia la generación potencial de los permisionarios privados de origen externo. Al respecto, habría que recordar que desde el año 2000, los permisionarios venden electricidad a la CFE, la cual es colocada en el segmento de la industria que es el más rentable, mientras que el doméstico, que es donde se encuentran los mayores problemas y más altos costos de suministro, se destina a la paraestatal.
Los permisionarios tampoco corren riesgos debido a que venden la energía comprometida a la empresa mexicana y aunque se presenten paros o haya una menor demanda del energético, la Comisión tiene que colocar los excedentes al costo que sea necesario, puesto que la electricidad no se puede almacenar y tiene que consumirse en el momento en que se genera.
Ante este panorama, se ha reiterado la violación al artículo 27 constitucional, el cual señala que sólo corresponde a la nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación del servicio público, por lo que no se otorgarán concesiones a los particulares.
La CFE ha disminuido sus niveles de generación de electricidad y en consecuencia sus ventas debido a que el número de concesiones al sector privado se ha incrementado considerablemente. Al mes de abril de 2011, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) tenía autorizados 661 permisos, 28 corresponden a grandes productores independientes, 486 a autoabastecedores, 63 para cogeneración, 29 para importación, 6 para exportación, 5 para pequeña producción y 44 para usos continuos.
Después de analizar el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2009, estoy segura que uno del los sectores que debemos priorizar en el trabajo legislativo de esta Cámara, para que cumpla con las tareas encomendadas y hacerlo más transparente, es el sector energía. Lo anterior, por la relevancia que el tema tiene en el desarrollo económico del país y, sobre todo, por ser un sector que afecta directamente el desempeño de la economía nacional.
La tarea es impostergable ya que de acuerdo con las auditorías practicadas por la Auditoría Superior de la Federación en 2009, el sector energético del país, en específico la CFE, se caracterizan por su ineficiencia y presentan además un incremento importante en las irregularidades detectadas.
Las revisiones realizadas revelan que en la última década la generación de electricidad creció a una tasa media anual de 4.1%, mientras que la demanda interna sólo aumentó 2.1%. Como resultado, la CFE tiene un elevado nivel de desocupación o subutilización de la planta productiva.
A esto hay que sumar el hecho de que el sector eléctrico mexicano progresivamente se ha ido transfiriendo a los permisionarios privados. Una muestra de lo aquí expuesto es que la Comisión Reguladora de Energía autorizó 29 mil millones de dólares de inversión acumulada para productores independientes en 27 proyectos de generación de electricidad.
Fuente
En riesgo, el sector eléctrico nacional
Aunque se desconocen las tarifas que los permisionarios privados tienen autorizadas en los contratos de venta de electricidad a la Comisión Federal
de Electricidad (CFE), es un hecho que su alto nivel afecta seriamente al Sistema Eléctrico Nacional.
De acuerdo con un análisis que realizó la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara de Diputados, el Presupuesto de Egresos de este año establece que los proyectos asociados a productores independientes tendrán hasta el año 2041 ingresos por 1 billón 593 mil millones de pesos por la venta de energía eléctrica a la CFE.
A diciembre de 2010, los permisionarios privados recibieron ingresos por 268 mil millones de pesos, 16.9 por ciento de los ingresos programados para todo el periodo, lo que implica que al menos con la infraestructura actual recibirán hasta 1 billón 325 mil millones de pesos entre 2011 y 2041.
Los permisionarios privados de la CFE tienen contratos de compra-venta de energía eléctrica hasta por 25 años, mismos que son renovables. Entre éstos destacan los casos de Iberdrola, EDF International, Unión Fenosa y Mitsubishi. En los últimos años, la dependencia de los productores privados por parte del servicio público ha tendido a incrementarse.
Aunque la CFE cuenta con 64.3 por ciento de la capacidad de generación de electricidad, ésta ha venido disminuyendo su contribución debido a que se privilegia la generación potencial de los permisionarios privados de origen externo. Al respecto, habría que recordar que desde el año 2000, los permisionarios venden electricidad a la CFE, la cual es colocada en el segmento de la industria que es el más rentable, mientras que el doméstico, que es donde se encuentran los mayores problemas y más altos costos de suministro, se destina a la paraestatal.
Los permisionarios tampoco corren riesgos debido a que venden la energía comprometida a la empresa mexicana y aunque se presenten paros o haya una menor demanda del energético, la Comisión tiene que colocar los excedentes al costo que sea necesario, puesto que la electricidad no se puede almacenar y tiene que consumirse en el momento en que se genera.
Ante este panorama, se ha reiterado la violación al artículo 27 constitucional, el cual señala que sólo corresponde a la nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación del servicio público, por lo que no se otorgarán concesiones a los particulares.
La CFE ha disminuido sus niveles de generación de electricidad y en consecuencia sus ventas debido a que el número de concesiones al sector privado se ha incrementado considerablemente. Al mes de abril de 2011, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) tenía autorizados 661 permisos, 28 corresponden a grandes productores independientes, 486 a autoabastecedores, 63 para cogeneración, 29 para importación, 6 para exportación, 5 para pequeña producción y 44 para usos continuos.
Después de analizar el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2009, estoy segura que uno del los sectores que debemos priorizar en el trabajo legislativo de esta Cámara, para que cumpla con las tareas encomendadas y hacerlo más transparente, es el sector energía. Lo anterior, por la relevancia que el tema tiene en el desarrollo económico del país y, sobre todo, por ser un sector que afecta directamente el desempeño de la economía nacional.
La tarea es impostergable ya que de acuerdo con las auditorías practicadas por la Auditoría Superior de la Federación en 2009, el sector energético del país, en específico la CFE, se caracterizan por su ineficiencia y presentan además un incremento importante en las irregularidades detectadas.
Las revisiones realizadas revelan que en la última década la generación de electricidad creció a una tasa media anual de 4.1%, mientras que la demanda interna sólo aumentó 2.1%. Como resultado, la CFE tiene un elevado nivel de desocupación o subutilización de la planta productiva.
A esto hay que sumar el hecho de que el sector eléctrico mexicano progresivamente se ha ido transfiriendo a los permisionarios privados. Una muestra de lo aquí expuesto es que la Comisión Reguladora de Energía autorizó 29 mil millones de dólares de inversión acumulada para productores independientes en 27 proyectos de generación de electricidad.
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