México: Golondrina que (no) hace verano
miércoles, 23 de mayo de 2012
Sorprendió
a propios y extraños la respuesta de los dueños de Televisa, buena
parte de ellos también lo son del país, a la impugnación de que fue
objeto el viernes 18 por menos de un millar de jóvenes de las
universidades Iberoamericana, Anáhuac, La Salle, Tecnológico de
Monterrey e ITAM, pero con altísima repercusión en las redes sociales,
debido al manejo informativo tendencioso, como es el sello de la casa,
sobre las muestras de rechazo a Enrique Peña una semana antes.
Eduardo Ibarra Aguirre (FORUMENLINEA)
La
empresa que encabeza Emilio Azcárraga Jean –gracias al apoyo que
recibió del entonces presidente Ernesto Zedillo para hacerse de la
mayoría accionaria, como documenta Jenaro Villamil en El sexenio de
Televisa–, reaccionó con excelentes reflejos a la crítica estudiantil al
dar amplia cobertura a la protesta, y el lunes 21 Carlos Loret presentó
el itinerario de la protesta del 18, misma que el 19 devino en
manifestación del Zócalo al Ángel. Y el domingo 20, los partidarios de
Andrés Manuel López Obrador convirtieron en movilización en decenas de
ciudades del país, Europa y Asia, en una acción efectiva por los
participantes y reflejo en medios, pero aún no está claro si estimulará
las actividades juveniles apartidistas.
El
periodista no lo hizo, como es normal, por iniciativa propia, sino por
órdenes de su jefe, pero escribió en El Universal: “Nos agarró
desprevenidos. Los jóvenes piden espacios y los medios tradicionales les
quedan chicos frente a la dinámica vertiginosa de las redes sociales”.
Pequeñez informativa y editorial de Televisa que la conduce a poner en
riesgo su futuro, pues en las franjas juveniles de ingresos medios y
altos pierde televidentes a ritmo sostenido.
Está
por verse el porvenir de la reactivación estudiantil por la equidad
informativa –ésa que un columnista dueño de ocho departamentos denomina
“una estupidez” – e impugnación del candidato tricolor, mas la primera
lección que arroja es que a los que se denominaban “Soldados del PRI”
(en voz de Emilio Azcárraga Milmo) y ahora actúan como generales de
división que someten a Felipe Calderón y de allí para abajo, es posible
obligarlos a rectificar.
Si
tal rectificación de Televisa –que aún no registra y menos asimila
Ulises Beltrán–, se llega a convertir en conducta informativa permanente
por lo menos hasta el 1 de julio, en tal caso o sueño el desenlace de
la contienda se volvería más incierto. Y los brillantes intelectuales
defensores del triunfo anticipado de Peña tendrán motivos para
preocuparse más aún, porque jura Jorge Castañeda que partidarios de AMLO
les exigen “que se vayan”.
Peña
Nieto también acusa recibo del lío en que lo metieron los reflejos
arcaicos del presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldewell, quien insiste
en las descalificaciones y el turno es para la “izquierda delirante”.
El
decálogo que presentó el mexiquense de Atlacomulco para construir una
presidencia democrática, incluye principios que aluden a libertades,
respeto a derechos y relaciones con poderes, derechos humanos, la
división de poderes, elecciones libres, transparencia y rendición de
cuentas, así como el federalismo.
Justamente
todo aquello que no honró durante 2005-2011 o de plano combatió cuando
gobernó el estado de México. Acaso por ello, puntualizó: “La mía, la de
mi partido, es una campaña que tiene propuesta y que, sobre todo, quiere
estar al lado de la gente, de la gente buena, que tiene esperanza de un
mejor futuro”. ¿Cuál es la gente mala, señor candidato?
Esperemos
que entre los segundos no se obstine usted en ubicar a los jóvenes de
la Ibero, como demuestra la liga que recibí de Héctor Quiñonez: http://www.youtube.com/watch?v=d4tiPgaAz7E
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