México: La esperanza del cambio
miércoles, 23 de mayo de 2012
Una
constante de la marcha del sábado fue el hartazgo. Las jóvenes
estudiantes de universidades públicas y privadas salieron a la calle,
para hacer oír su voz de un sistema político que no las ve y no las oye.
Lucía Lagunes Huerta (CIMAC)
Jóvenes
mujeres que no tienen entre sus prioridades la maternidad sino la
profesión, el crecimiento intelectual y conocer el mundo. Ellas al igual
que miles de jóvenes salieron a las calles para hacerse visibles, y
mostrar su posición política de manera pública sin que medie partido
alguno.
Margarita,
Cristina y Reyna son estudiantes de la Facultad de Filosofía de la UNAM,
quienes junto a Sonia, del Tecnológico de Monterrey, y María Fernanda,
de la Ibero, caminan por Paseo de la Reforma. Para éstas últimas es su
primera marcha.
“Por
los cientos de mujeres asesinadas en el Edomex y la impunidad de los
crímenes, no queremos a EPN”, decía una de las consignas en la marcha
del pasado sábado. “Porque Atenco no se olvida”, decía otra.
La
juventud recicló viejas consignas y reunió en la plaza pública a
jóvenes de todos colores, con sectores de la población que se sumaron a
ella; muchos convocados por sus propias hijas e hijos.
Habitantes de San Salvador Atenco recorrieron las calles nuevamente; doña Trini encabezaba y cargaba una manta: “Atenco Vive…”.
Ellas
y ellos integran el padrón electoral; son parte de los 84 millones de
personas que el próximo 1 de julio elegirán a quien gobernará este país.
Las
jóvenes tienen claro que no votarán ni por guapos ni por mujerismos,
así lo señalan. Que haya una mujer candidata es bueno porque tenemos
derecho a eso, pero no me representa -refiriéndose a Vázquez Mota-, dice
Margarita, de la UNAM. Otra más llamaba a votar por el futuro, “no por
una cara”.
La marcha
de este sábado renovó también la esperanza y nos mostró que la juventud
no es manipulable, ni mucho menos está ausente de crítica.
Es
también un llamado a quienes no tienen en su prioridad la agenda de los
Derechos Humanos de las mujeres. A las jóvenes les interesa la certeza
de su futuro, tener trato digno en la vida cotidiana, en lo público y en
lo privado.
Tienen
otras formas de organización; las redes sociales son su nuevo espacio de
interacción y reflexión; desde ahí alimentaron la convocatoria que se
concretó este sábado y que pone a prueba el pasado represor como lo
sucedido en Córdoba, Veracruz, y Colima, donde jóvenes que protestaban
contra Peña Nieto fueron agredidos.
No quieren sotanas dirigiendo su destino, no creen en el conservadurismo como destino; son liberales.
Las
jóvenes que este sábado salieron a protestar son mujeres que construyen
su autonomía día a día y por ello, dicen, quieren un país libre, donde
las personas elijan, donde las mujeres no tengan hijos por tener, donde
no las violen ni las maten, y además la autoridad no sancione. Estas
jóvenes estudiantes son también la esperanza del cambio.
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